Rui Fernandes, Diego Ventura y Lea Vicens hacían el paseíllo, este 16 de marzo, en la corrida de rejones matinal de la Feria de Fallas, un festejo que llevaba el hierro de Fermín Bohórquez.
Ovacionado Rui Fernandes tras dejar momentos de toreo de frente con el primero

Fue ovacionado Rui Fernandes tras lidiar al primero de Fermin, un toro con el denominador común de la nobleza y que mantuvo esa calidad durante toda la lidia. Dejó Rui Fernandes momentos clásicos en una obra en la que destacó su proposición de toreo de frente. Hubo instantes de conexión y otros de altibajos, en una faena rematada con las cortas y con un pinchazo previo al rejonazo final entero. Ovación.
El palco desatiende una petición mayoritaria tras una magistral faena de Ventura al segundo

’Monigote’ de 581 kilos era el segundo de Fermín Bojórquez, un toro al que Diego Ventura dejó el rejón de inicio en el sitio y el espectáculo llegó en el inicio de faena a lomos de Nómada, con el que selló un prólogo magistral domeñando la sosa y cada vez más parada condición del toro. Dio auténticos muletazos montado, en terrenos del 10, domeñando la condición del toro. Un soberbio para a dos manos sin cabezada terminó de caldear a un tendido que ya tenía de su parte. Y en el mismo centro del ruedo, con un también magistral orden en la lidia, mandó a su subalterno colocar a un toro al que desplantó en tres ocasiones. Rosas en mano, colocó una rueda de exposición y clavó el rejón final entero, pero requirió de descabello. Y tras dos molinetes con gracia, dejó tres golpes de verduguillo que propiciaron petición mayoritaria, pero el palco no la atendió.
Ovación para Vicens, que deja momentos clásicos ante otro noble tercero, al que pincha el premio

Dejó Lea Vicens un explosivo inicio de lidia en la puerta de chiqueros, esperando a lomos de Guitarra al tercero de Fermín Bojórquez, un animal también cuajado del hierro gaditano al que colocó dos rejones de castigo. Luego, en el inicio de faena, dejó tres pares con el denominador común del clasicismo a lomos de Bético, en una obra in crescendo que completó a lomos de Pantera, con el que dejó también en los medios un cierre de faena de buen son. Y las cortas en las que se dejó llegar al caballo, antes de marrar con el descabello a la primera y dejar un medio rejonazo final que valió a la segunda. Ovación.
La pureza de Rui Fernandes cala en el cuarto, pero el palco no atiende tampoco la petición mayoritaria

Rui Fernandes le hizo frente al cuarto cuando el sol hizo acto de presencia en la plaza, un toro al que dejó correctos rejones de castigo, y luego caldeó al tendido a lomos de Quiebro. Una obra clásica, sin alharacas, planteando las banderillas de frente y ejecutando en lo alto, quizá sin tanta conexión pero con ortodoxia a la hora de ejecutar el toreo de siempre. Calentó al tendido a lomos de El Dorado, primero con un planteamiento citando de lejos en el que no clavó y luego, desde el lado opuesto, haciendo lo mismo pero culminando el embroque. Y hubo emoción por parte del caballero, a pesar de la falta de poder de un toro que incluso se echó, en el final de la faena, que remató de un rejón final bajo, lo que quizá pudo hacer que el palco decidiese no entregar una oreja pedida de forma mayoritaria. Vuelta al ruedo.
Ventura forma un alboroto con Lío y Oro Negro a la tarda embestida del quinto y corta una oreja con petición de dos

De 570 kilos el quinto, segundo del lote de Diego Ventura, al que tras los rejones de castigo dejó una primera parte de la faena argumentada en Lío, con el que puso dos magistrales quiebros en los mismos medios que pusieron en pie al tendido. Aprovechó el corto viaje del animal para exponer una barbaridad. Y luego dejó otro buen momento a lomos de Oro Negro, un renuevo de su cuadra con el que tuvo que suplir el defecto de la tarda embestida del animal, por la cual tuvo que llegarle mucho a la cara. Con Brillante puso cortas al violín, formando un alboroto también con las cortas. Culminó de un rejonazo en lo alto que requirió de descabello y cortó una oreja con petición de la segunda no atendida.
El palco tampoco atiende la petición en el sexto tras una destacada obra de Vicens, que da la vuelta

No salió con demasiado brío el sexto, al que Vicens clavó un rejón de castigo correcto provocando la embestida del de Fermín. Con Bético lo llevó toreado con media plaza pegado a tablas y colocó dos banderillas arriba. El astado fue yendo a menos. Continuó con acierto en la colocación de banderillas, siempre con el clasicismo como base, a lomos de Diluvio, justo cuando comenzaba a llover en el coso. Las cortas cayeron arriba, y tras cambiar a Greco por Espontáneo, dejó medio rejón final que requirió de una nueva entrada. De nuevo el palco hizo caso omiso a la petición, dando vuelta al ruedo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valencia. Sexta de la Feria de Fallas. Corrida de rejones. Casi dos tercios de entrada.
Toros de Fermín Bohórquez. De noble y buena condición la del primero; de noble pero a menos la embestida de un segundo que acabó soseando; también con el denominador común de la nobleza el tercero; con calidad pero poca fuerza el cuarto; de tarda embestida la del quinto; muy a menos la condición del sexto.
Rui Fernandes: ovación y vuelta al ruedo.
Diego Ventura: ovación y oreja.
Lea Vicens: ovación y vuelta al ruedo.
FOTOGALERÍA: EL MOLI
