La Real Maestranza de Caballería de Sevilla acogía, este domingo, el cierre de la Feria de Abril con la tradicional corrida de Miura, en la que hacían el paseíllo El Fandi, Manuel Escribano y Esaú Fernández.
Ovacionado El Fandi con un primero de corto viaje
En primer lugar salió ‘Hazañoso’ un astado cárdeno coletero al que recibió El Fandi en la misma puerta de chiqueros. Un toro que de se desplazó de salida pero que embistió con cierta brusquedad al capote del granadino. El astado sevillano se arrancó desde la media distancia al jaco metiendo la cara en el peto con cierta clase. Invitó El Fandi a Escribano en un claro gesto de compañerismo y rivalidad con su compañero. Se arrancó con alegría el animal en un tercio de banderillas donde ambos matadores dejaron patente que dominan este tercio pese a mostrar el sevillano ciertas molestias tras su par. Brindó Fandila a Escribano la faena de un toro que tuvo la virtud de la prontitud y el galope pese a faltarle entrega en los trastos. David aprovechó las inercias del animal para intentar meter a este en el canasto pero el animal se quedaba cada vez más corto. A zurdas nunca quiso empujar hacia adelante abreviando por ese pitón. Un animal que aprendió rápido, imposibilitando así cualquier tipo de lucimiento ante un espada que porfió sin encontrar recompensa. Tras pasaportar al astado de Miura de una casi entera algo tendida y un golpe de verduguillo saludó una ovación.
Ovacionado Escribano con el exigente pero poco humillador segundo
También se fue el sevillano a esperar al segundo a la puerta de chiqueros a ‘Papelero’ un toro castaño de Miura que se frenó nada más salir haciendo caso omiso a su matador. Un Miura que se desplazó a media altura en el templado recibo del diestro de Gerena. El astado venido de Zahariche empujó con fijeza en dos puyazos muy bien medidos por un Juan Francisco Peña que saldría ovacionado por una plaza que registró una importante entrada. Devolvió el gesto Manuel invitando a El Fandi en el tercio de banderillas del segundo de la tarde. Fácil y resolutivos estuvieron ambos cerrando el tercio el de Gerena con un par de enorme mérito al quiebro aprovechando la inercia a tablas del toro. Se lo cambió por la espalda citando al animal desde la larga distancia en una primera serie donde no apretó al astado. Anduvo asentado y fresco de mente ante un animal que siempre tendió a soltar la casa. Muy seguro se vio en todo momento a un espada que entiende a estos toros como nadie llegando incluso a templar las embestidas de un astado con aristas. Al natural volvió a sacar muletazos limpios y cadenciosos ante un toro que pese a no humillar en exceso y costarle irse tras los vuelos mantuvo el interés por su encastada embestida, siempre esta en el centro del platillo. La serie final a derechas volvió a calar en el respetable tras dejar el sevillano muletazos largos y templados a un toro que sacó fondo. Los ayudados previos a la suerte suprema fueron la guinda para una labor que cerró con una estocada casi entera que cayó muy tendida y un golpe de descabello saludó una cerrada ovación tras una mínima petición de oreja.
Esaú Fernández pasea la oreja de un tercero que tuvo mucho que torear
’Charrán’ fue otro toro alto y de imponente lámina del hielo de Miura, un animal medido de fortaleza que embistió sin celo al capote de Esaú. Toro de discreta pelea en el jaco pero que embistió con temple al capote de Antonio Chacón, hombre de plata que volvió a dar una clase magistral de como lidiar un toro en un tercio de banderillas donde sus compañeros no estuvieron especialmente afortunados. Animal este que tuvo mucho que torear, un toro gazapón que muchas veces se vino haciendo hilo. La clave estaba en aguantarle esa miradita y el ser capaz de confiar en él pese a venirse andandito. Acertó el sevillano en perderle pasos por el pitón derecho, algo que ayudaba a poder ligarle el siguiente sin vérselo encima. El de Camas conscientes de las dificultades del toro apostó por dar un paso adelante y plantarle cara a un toro de Miura que fue acortando su viaje. A zurdas y con el toro ya venido algo a menos pudo dibujar naturales que llegaron a los tendidos. Faena muy profesional de un espada que anduvo inteligente delante de la cara de un animal con aristas, ese al que mataría de una estocada trasera y algo tendida cortando así primera oreja del festejo.
El Fandi da una vuelta al ruedo tras fajarse con un cuarto de complejas intenciones
Nuevamente se fue El Fandi a portagayola en el cuarto un astado que se frenó a escaso tres metros del granadino, obligando a este a levantarse. Anduvo ágil al levantarse y decidido a la hora de lidiar a un animal con el que mostró que maneja el percal de una forma muy solvente. Se dejó pegar ‘Tejón’ en dos puyazos donde acudió pronto al jaco para más tarde acudir con alegría a la llamada de Fandi y Escribano en banderillas donde ambos cerraron el tercio quebrando al animal. Buscó el granadino meter en la canasta a un toro que siempre tuvo la condición de embestir por dentro. Aguantó David las reservonas embestidas de un toro nada fácil, un astado que a zurdas también tendió a soltar la cara al final del muletazo. Le atacó David a nuevamente a zurdas, por ahí, a base de ayudarse de la ayuda, valga la redundancia, consiguió alargar las embestidas de un animal que pesó una enormidad en los trastos. Se fajó David con un astado cambiante y de complejas intenciones. Tras una estocada en muy buen sitio se le pidió la oreja no siendo esta concedida por la presidencia tras considerar que no era mayoritaria. Se vio algo cariacontecido a un espada que rozó la oreja en Sevilla.
Ovacionado Escribano con un quinto que se quedaba detrás de la mata
También cruzó el ruedo Escribano camino de chiqueros para saludar al quinto, un Miura que también se frenó esperando al torero con la cara por las nubes. El diestro de Gerena noble amilanó dejando dos largas y varias verónicas junto a los tendidos 7 y 9. ’Dormido’ no se quedó dormido en el jaco empujando con fijeza bravura al peto en los dos puyazos de un Juan Peña ovacionado por parte de la plaza. Volverían a compartir tercio de banderillas ambos espadas, destacando el último muy cerrado en tablas por parte de Escribano ante un toro que se movió con alegría. Brindó a la banda de Tejera una labor ante un animal que nunca quiso venir entregado en los chismes. Volvió a estar muy firme con un animal que todo lo hizo sin emplearse pese a la porfía del sevillano. Un animal que siempre vino dormidito sorprendiendo a Escribano con cambios de ritmo. Un animal que nunca fue convencido en las telas, algo que dificultó sobremanera hilvanar faena. Se puso muy complicado para matar al venirse y no dejar colocarse a un espada que a la primera oportunidad que tuvo dejó una media estocada de rápido efecto.
Sin opciones Esaú Fernández con un sexto de medias embestidas
Si faltaba un espada por irse a la puerta de chiqueros este dio el paso para cerrar su tarde demostrando que venía a dejarse todo en ruedo. Tras la larga de rigor Esaú dejó volar su capote para cincelar varias verónicas a media altura ante un ejemplar que repitió sus embestidas. Empujó con clase en el jaco en un tercio de varas donde Esaú lo puso de largo, en un segundo puyazo donde el toro acometió con gran temple. Ovacionado resultaría Juan Francisco Romero ‘El Pelao’ tras una destacada actuación picando a un sexto que cerraba tarde y feria. Animal que no quiso irse tras los vuelos sabiendo aquello que se dejaba atrás. Un astado que bajó la persiana tras hacer cosas buenas e interesantes en los primeros tercios. Siempre dormidito y a la defensiva este ‘Berenjeno’ no dio opción alguna a un Esaú Fernández que tenía la ilusión de cosechar un triunfo mayor. Porfió el torero de Camas en un trasteo plano y sin eco en los tendidos, una faena donde aguantó las medias embestidas de un astado al que no pudo alargarle las mismas. Tras una media estocada en buen sitio sería silenciado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. 15ª de abono. Corrida de toros. Casi lleno.
Toros de Miura. Con brusquedad en sus embestidas un primero que acabó acortando el viaje; de exigente embestida un segundo que nunca humilló; de exigente, pero cambiante embestida, un tercero que tuvo mucho que torear; de embestida a media altura un cuarto que no regaló nada; falto de entrega y clase un quinto que siempre supo aquello que se dejaba atrás;
El Fandi, ovación y vuelta al ruedo.
Manuel Escribano, ovación tras aviso y ovación.
Esaú Fernández, oreja y silencio.
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA