Cayetano, Emilio de Justo y Pablo Aguado hacían el paseíllo, este 15 de agosto, en la segunda de la Feria de Málaga en el contexto de la corrida Picassiana. Se repetía el mismo cartel que debió ser suspendido por lluvia el pasado Sábado Santo, en el que se lidiaba un encierro de Torrealta.
Como decíamos ayer, con puntualidad taurina, asomaron por la puerta del patio de cuadrillas la pareja de alguacilillos, pero en esta ocasión de una manera diferente. La plaza se encontraba decorada con 65 obras exclusivas de Pedro Sandoval y los sones corrieron a cargo de la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga. Los toreros, como ya marca la tradición, lucieron vestidos con motivos picassianos.
Cayetano, silenciado con un primero que embistió a media altura y sin transmisión
Cayetano, que lucía el traje de luces más peculiar de los tres, paró en el capote con facilidad a un toro de buena presentación y que, durante toda la lidia, embistió a media altura, sin transmisión y sin mucho peligro. Muleta en mano se sacó hasta la segunda raya al toro para luego probarlo por ambos pitones sin que la faena cogiese vuelo. Cuando el trasteo iba alcanzando sus finales, dio una tanda con la mano derecha de mayor calado. Dejó una estocada entera tras tres intentos.
Faena de técnica, conocimiento y corazón de Emilio de Justo al segundo, al que desoreja
La corrida de toros de Torrealta debió lidiarse en esta misma plaza el pasado Sábado Santo, y acusó los meses transcurridos en pro de la seriedad. Así fue ‘Bellotero’, segundo de la tarde, bien armado, cuesta arriba y alto pero con buen cuello. Llegó muy parado al tercio de banderillas, poniéndoles las cosas complicadas a la cuadrilla de Emilio de Justo. Pero el extremeño cogió la muleta y todo cambió. Lo llevó muy largo primero por el derecho para luego, una vez que el toro rompió hacia adelante, llevarlo con la figura erguida hacia atrás de la cadera tanto por el derecho como por el izquierdo, donde dejó naturales de gran empaque. Dio Emilio de Justo, sabedor de las condiciones del astado, unos pequeños paseos para salir y volver a entrar a la cara del toro, con mucha torería, que ayudaron también a no perder la conexión de lo que ocurría en el ruedo con el tendido. Una faena de técnica, conocimiento y corazón. Puso el epílogo con unos doblones por bajo obligando mucho al animal y una estocada entera que le valió cortar las dos primeras orejas del abono.
Palmas para Aguado ante el parado tercero
Parecido en los primeros tercios al anterior toro fue el tercero, al que Pablo Aguado le anduvo con el capote para luego gustarse en alguna verónica suelta cerca de los terrenos del tendido 5. Un animal muy armonioso en su estampa pero no tanto en su comportamiento. Lo sacó Aguado con la muleta doblándose con el animal y bajándole la mano, a lo que ‘Gargantillo’ respondió con genio. Pero todo quedó en eso. En cada tanda, alcanzado el tercer muletazo, el toro hacía por pararse. Llegó a sonar la música de una forma muy peculiar, pues la orquesta interpretó una popular marcha de la Semana Santa malagueña en lugar de un pasodoble. Acortó las distancias con el toro de Torrealta el diestro sevillano en una faena que terminó yendo a menos.
Un reposado De Justo, oreja en el cuarto, que lidió por Cayetano
Lidió Emilio de Justo el cuarto toro en lugar de Cayetano, quien no volvió a salir al ruedo. Se levantó un rumor de expectación tras la salida del toro y el recuerdo fresco de la anterior faena del matador extremeño, y este correspondió abriéndose de capa a la verónica y ejecutando un quite por chicuelinas de manos bajas. Por el mismo palo intervino Pablo Aguado en su quite, esta vez con la manos más altas y más garboso. No dejó escapar este toro tampoco Emilio y desde el inicio lo llevó por abajo, como se torean a los toros con fondo, dejando media muleta sobre el albero de la Malagueta. Entre cada muletazo daba un toque casi imperceptible en el que los vuelos se dirijan al hocico del animal, consiguiendo que no se saliese del engaño. Cuando parecía que no se lo podía enroscar más, más atrás lo llevaba. Aún así, el toro se quedó algo parado en la última tanda por la izquierda, yéndose el diestro de forma rápida a por la espada. Pero aún quedaba más, y el extremeño recetó al astado una tanda por la derecha, sin ayuda y de uno en uno, donde no dejaron de vibrar los tendidos. Se repitió la petición de dos orejas tras la estocada entera, pero esta vez quedó en un apéndice.
Detalles toreros de Aguado ante el quinto
A la vez que se daba a conocer que Cayetano sufría una fractura de radio, salió por chiqueros el quinto de la tarde. Algo más desagradable de presentación respecto al resto, tampoco tuvo las claras cualidades de sus hermanos. Aún sin presentar dificultades, toro y torero no terminaron de entenderse. Primero, Aguado lo llevó por bajo en el inicio a la vez que el toro respondió. Luego, a media altura por ambos pitones y no dejando la muleta puesta a un animal que por ahí embestía de una manera más sosa, para terminar bajándole algo más la mano cuando la faena tocaba a su fin. En la elección de terrenos tampoco anduvo muy acertado, planteando las primeras series entre las dos rayas para finalmente sacarlo a los medios. Lo que sí quedó fue el regusto de la torería y la naturalidad del sevillano, al que todo el mundo, aún con sus carencias, sigue esperando.
Faena corta pero intensa de De Justo al sexto, al que corta otra oreja
Quedaba una oportunidad más para el extremeño en chiqueros, un toro de capa melocotón y de buenas hechuras. Una auténtica lámina. Con la misma cadencia meció Emilio de Justo las embestidas del sexto toro tanto en el recibo a la verónica como en el inicio de faena. Antes brindó al torero malagueño Saúl Jiménez Fortes. El toro salió durante todos los tercios suelto de los engaños, pero de Justo lo fue haciendo y fijando en una primera tanda por el lado derecho, donde los muletazos fueron de línea recta, sacrificando la hondura que sí tuvieron las siguientes series. Con el compás más cerrado y con más regusto que en sus anteriores toros, lo toreo por ambos pitones en series rematadas con pases de pecho a la hombrera contraria. En cuanto vio la posibilidad no lo pensó y se fue hasta las tablas para cambiar la ayuda por el estoque. Faena corta pero muy intensa donde destacó, entre otros, un natural profundo, de figura desmayada y mano baja. Tras el epílogo a dos manos por alto, dejó una estocada que necesitó del uso del descabello, con el que erró. Pero no importó, al igual que el aviso que escuchó, para que los tendidos solicitasen la oreja que le fue concedida. Tarde redonda del extremeño que se marchó por segundo año consecutivo a hombros atravesando la puerta grande ‘Manolo Segura’ entre gritos de torero. Un sucesos este de Emilio de Justo que pone cara la feria y el devenir de los festejos en la Malagueta.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Malagueta, Málaga. Segunda de Feria. Corrida de toros picassiana. Algo más de tres cuartos de entrada.
Toros de Torrealta.
Cayetano, silencio y herido.
Emilio de Justo, dos orejas, oreja en el que lidió por Cayetano y
Pablo Aguado, palmas y silencio tras aviso.
INCIDENCIAS: Cayetano ha caído, en la tarde de este jueves, lesionado por el primero de Torrealta en La Malagueta, no pudiendo continuar la lidia tras un derrote del astado en el codo que acabó en fractura de radio. El primer parte médico, enviado por parte de la empresa gestora del coso a este medio, narraba que Cayetano “acude por dolor intenso en codo izquierdo con limitación funcional tras traumatismo por asta de toro, sufriendo presíncope por el dolor. A la exploración clínica presenta dolor a la palpación y a movilización activa, y hematoma en zona lateral”.
El juicio clínico narra un “traumatismo en codo izquierdo con hematoma”, con pronóstico leve con limitación funcional pendiente de completar estudio, algo que le impide continuar la lidia. Finalmente, se confirmó la fractura de radio.
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA