Sebastián Castella, José María Manzanares y Roca Rey hacían el paseíllo, este 31 de agosto, en la plaza de toros “La Tercera” en San Sebastián de los Reyes (Madrid), lidiando un encierro de Zalduendo.
Oreja para Castella, notable faena a un enclasado primero de Zalduendo, de gran pitón derecho
Abrió plaza un ejemplar abrochado de cuerna y lavado de cara, que salió frío y enterándose, sin permitir el lucimiento de capa de Castella. Blandeó el animal, pese a la medida lidia de Rafael Viotti. Comenzó la faena Castella por bajo, casi una decena de doblones apretando al toro que, sacó la raza, y se vino arriba. Buen toro este “31” de Zalduendo con prontitud, ritmo, boyantía y clase a raudales, especialmente por el pitón derecho. Por ahí, construyó el armazón de su trasteo Castella en tandas largas, bajando mucho la mano a un animal que, pese a abrirse varias veces para rajarse -algo que acabó haciendo en el epílogo por manoletinas-, respondió con transmisión siempre. Lo mató de estocada desprendida y tendida que necesitó de un golpe de cruceta antes de pasear el primer trofeo de la tarde.
Empaque y trazo largo de Manzanares, oreja de un segundo noble y colaborador
José María Manzanares recibió con tersas verónicas al segundo, un animal bajo y con kilos, lleno y cornidelantero, que mostró celo en esos templados lances de recibo. Apenas recibió castigo en el peto, muy medido todo. Manzanares, que brindó a uno de los areneros, hilvanó un trasteo basado en la diestra en el que buscó siempre prolongar las embestidas de un astado que repitió y humilló, pero que miró y amagó en más de una ocasión con rajarse. Para evitarlo, el alicantino tuvo la virtud de dejarle siempre la muleta muy puesta, empaparlo de ella, para poder ligar con empaque y trazo largo. Lo mató de buena estocada, arriba, en dos tiempos y paseó un trofeo.
Dos orejas para Roca Rey, faena de cercanías a un tercero manejable pero sin entrega
Con briosas verónicas, abrochadas con chicuelina y revolera, saludó Roca Rey al tercero. Un ‘Zalduendo’ que repitió en los engaños a su aire y que tendió a salir algo desentendido de los mismos. Hierático y angosto fue el quite por gaoneras, muy ceñido. Comenzó luego por estatuarios en el tercio aprovechando siempre las inercias de un toro que pasaba y pasaba, pero no tenía clase, siempre a su altura. Roca Rey, que en los primeros compases le aliviaba al final del muletazo, terminó sometiéndole después a base de mando y de recortar las distancias. Acabó incrustado entre los pitones en un final en el que obligó al burel a pasar por todos lados. Muy jaleados los circulares finales. Estocada caída fulminante y dos orejas para el peruano.
Dos orejas para Castella, que cuaja a placer a un excelente cuarto toro de Zalduendo
Lleno y también acapachado, el quinto enseñaba las puntas. Fue un toro que colocó bien la cara en los suaves lances a la verónica de Manzanares. Muy medido el castigo de Paco María desde el caballo, el burel llegó a la muleta con una embestida algo descompuesta que obligó al torero dinástico a perderle pasos para poder ligarle los muletazos. Deslucido, el animal tendió a defenderse cada vez más, aunque Manzanares logró arañar varias series con cierta rotundidad para llegar a la ‘piedra’. Tras pinchazo, enterró media estocada muy efectiva, que le alcanzó para cortar otra oreja y asegurar la salida en hombros con sus compañeros.
Manzanares, oreja de un quinto desrazado y que se defendió
Lleno y también acapachado, el quinto enseñaba las puntas. Fue un toro que colocó bien la cara en los suaves lances a la verónica de Manzanares. Muy medido el castigo de Paco María desde el caballo, el burel llegó a la muleta con una embestida algo descompuesta que obligó al torero dinástico a perderle pasos para poder ligarle los muletazos. Deslucido, el animal tendió a defenderse cada vez más, aunque Manzanares logró arañar varias series con cierta rotundidad para llegar a la ‘piedra’. Tras pinchazo, enterró media estocada muy efectiva, que le alcanzó para cortar otra oreja y asegurar la salida en hombros con sus compañeros.
Toma y daca de Roca Rey, oreja de un sexto áspero y sin entrega: cierra con otra oreja la tarde
Bajo y voluminoso, acapachado y con cuna, el sexto se pensó mucho su paso por el peto y esperó lo suyo en banderillas. Dificultosa fue su lidia. Roca Rey comenzó el trasteo agarrado a las tablas para sacárselo luego a los medios con muletazos llenos de suavidad. Fueron los pases en los que pudo relajar más la figura el peruano, pues el animal, toro medio al que costó humillar, pidió mando y firmeza. Lo sometió Roca Rey con aplomo antes de meterse, muy cómodo, de nuevo en los terrenos del toro. La estocada caída no impidió su tercer trofeo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Tercera de Feria. Corrida de toros. Dos tercios de entrada.
Toros de Zalduendo. El 1º, buen toro, tuvo ritmo, clase y mucha transmisión; el 2º, noble y con transmisión, aunque amagó varias veces con rajarse; el 3º, manejable, repitió pero le faltó clase; el 4º, excelente toro, pronto, de enorme nobleza, humilladora embestida y mucha profundidad; el 5º, el de peor condición, descompuesto, cada vez se defendió más; el toro, más brusco que sus hermanos y sin humillar el 6º.
Sebastián Castella, marino y oro: oreja y dos orejas tras aviso.
José María Manzanares, sangre de toro y oro: oreja y oreja.
Roca Rey, blanco y plata: dos orejas y oreja tras aviso.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO