Curro
Javier templó con sumo mimo al segundo de la tarde, capotazos de seda,
lances que pararon el tiempo. Ante un toro de esa clase quedan al
descubierto los toreros vulgares, pero ese no es su caso. Él tiene la
dicha de cunvertir en oro todo lo que toca. ¡Qué torero!! Le
abrió los caminos, citó con suavidad, se gustó en todo lo que hizo. Y,
por si fuera poco, midió cada capotazo para que el Cuvillo rompiera hacia
adelante.
En
el quinto pareó de forma muy torera a sus dos oponentes. Le corrió
hacia atrás en cuarto de reloj, se asomó al balcon y clavó en todo lo
alto. Su segundo par tuvo vibración. El toro embestia con transmisión y
entrega, siempre descolgado, lo que aprovechó el sevillano para colocar
otro par de incontestable. Verdad. Hoy volvió a ser su tarde y Sevilla se lo valoró como solo ella sabe: ovación cerrada y saludo montera en mano desde el tercio.
La cuadrilla de Manzanares esta igual de engrasada que un reloj suizo, se entienden con la mirada, se conocen a la perfección. Saludaron Rafael Rosa y Luís Blázquez en tercero, otro tercio de banderillas marca de la casa.
Chocolate
y Barroso también cumplimentaron una seria actuación. Ambos fueron
despedidos entre palmas en sus respectivos tercios de varas. Empujó
con fijeza y calidad el segundo al jaco; sobresalió una segunda vara en
la yema. Barroso, por su parte, dejó una vara rapida y efectiva en su
segundo encuentro.
La
noticia negativa vino en el cuarto de la tarde. El de Cuvillo apretó, Juan García no llegó a clavar y en su huida fue prendido por el toro
antes de alcanzar el burladero. Un gran susto pareció, ya que el astifino Cuvillo lo cogio de fea forma.Al pasar a la enfermería se confirmaba que el cuerno había hecho carne casi un palmo en el muslo de Juan
Tarde para enmarcar la vivida hoy en el coso del Baratillo, por su verdad, torería y saber hacer, tardes que hacen afición.
FOTOS: IVÁN LÓPEZ MATITO