LA CRÓNICA DE SALAMANCA

Destino Ingrato


jueves 14 septiembre, 2017

Un poderoso Juli sale a hombros con Juan del Álamo que cortó tres orejas sin encontrar su sitio ante un bravo ejemplar de Garcigrande; Roca Rey fue ovacionado con el peor lote

Un poderoso Juli sale a hombros con Juan del Álamo que cortó tres orejas sin encontrar su sitio ante un bravo ejemplar de Garcigrande; Roca Rey fue ovacionado con el peor lote

MARÍA FUENTES / FOTOS: MIGUEL HERNÁNDEZ

‘Ingrato’, según la Real Academia de la Lengua Española, se define como “desagradecido, que olvida o desconoce los beneficios recibidos”. Se define también en un segundo término como “algo que no corresponde al trabajo que cuesta labrarlo, conservarlo o mejorarlo”. Valga la redundancia pero hoy La Glorieta fue verdaderamente ingrata con el quinto, un ‘Ingrato’ que trajo Justo Hernández a Salamanca que era para soñar el toreo. Por bravo, por prontitud, por fijeza, porque no paró de obedecer a los toques de un Juan del Álamo que es todo raza, todo querer, pero que esta vez no fue capaz de acoplarse a la bella embestida del animal. Lanceó verónicas con gusto el salmantino y repetía el animal con codicia y generosidad. Se empleó en el peto y dio un vibrante tercio de banderillas. Se fue Juan a los medios y le bajó la mano. Con prontitud respondía los toques. Se precipitó en un trasteo intermitente para acabar en terrenos de sol. Se colaba por la mano izquierda, faltó colocación en una faena hecha para el público que abarrotó la plaza, generoso y desmedido, otro día más. Si hoy en la plaza y en el palco hubiera habido criterio, a ese ‘Ingrato’ se le habría dado la vuelta al ruedo. Pero el destino es así, ingrato.

Ingrata no fue la cabeza privilegiada de Juli que volvió a resurgir en forma de poder y mando. Es prodigioso el madrileño para lograr sacar el mejor fondo y lograr que ‘Amarrado’ acabara embistiendo como lo hace el bravo. Así lo hizo este cuarto, toro feble, de raza, de justa fuerza pero noble y obediente para meter la cara a los toques suave de un Juli que es genio indiscutible. A media altura primero, templando; con distancia, largura, pausas y tiempos precisos para fomentar esos derechazos en series largas de mano baja. En torero, en figura. Y es que a estas alturas hablar de Juli como la definición de poder y conocimiento es indiscutible. Es la ambición sin límite y se palpó ya en el abreplaza cuando quiso ofrecerle los vuelos a media altura por ambos pitones, cuando insistía en sacar agua del pozo y se topó con un ‘Desahogado’ que no quería guerra.

Guerra vino pidiendo un Roca Rey que es un huracán en trasteo sincero y armado y en taquillas para llenar. Juega en la línea de los poderosos y no es por casualidad, es porque tiene coraje y alma para estar. Asumió el peruano la condición de sus dos oponentes desde la firmeza sabiendo que ambos carecían de humillación.  ‘Pitillo’, su primero, acusó querencia desde inicios; le recetó el peruano un soberbio quite por gaoneras y saltilleras y le ofreció la diestra sin brusquedad, encajado para sellar una serie ligada. De poder a poder. Tiempos y distancias para arrancarle lo mejor siempre por el pitón derecho al rajado animal.

Por encajadas verónicas recibió a ‘Ojinegro’. Lo mismo tenía este de Domingo Hernández de noble que de sosón; verticalidad siempre en los toques el peruano. Firme y muy técnico, pero se paraba el toro y disminuyó también la intensidad para que aquello no acabara de coger vuelo y su debut no fuera el esperado. Se fue la tarde con la sensación contrapuesta de dos hombres en volandas y un destino que no es siempre el merecido. Al final nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva manera de ver las cosas, y como forma de ver las cosas hoy para muchos seguirá retumbando en la cabeza la embestida de ‘Ingrato’, que pareció pasar sin pena ni gloria.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Glorieta, Salamanca. Tercera de Feria. Corrida de toros. Casi lleno. Toros de Garcigrande-Domingo Hernández. Desiguales de presentación y juego. Flojos en líneas generales a excepción del 5º, bravo y encastado.

El Juli, ovación y dos orejas.

Juan del Álamo, oreja y dos orejas.

Andrés Roca Rey, ovación tras aviso y ovación.