Descoordinado salió el cuarto, de Fernando de la Mora, y rápidamente fue devuelto, nada más probarlo El Payo en el capote. El sobrero lucía el hierro de Jaral de Peñas, y humilló en el percal, volviendo con ritmo a las verónicas del mexicano, pero se aburrió pronto y se emplazó antes de que saliesen los picadores. Por eso lo mimó mucho el queretano, que se encontró, sin embargo, con la distracción del animal y su renuencia a embestir con entrega. Intentó trazarle lento, dado que no era posible torear emotivo, con la muleta siempre puesta y una ligazón que no era fácil, toreando con todo el cuerpo y con convicción de mente. No se aburrió Octavio, que tuvo que asentarse más aún con el peligroso pitón izquierdo, que intentó rebañar, probó y soltó la cara mientras el mexicano intentaba darle trapo a la corta arrancada. Pinchó, además, ante el parado animal y escuchó silencio.
CUARTO LA MÉXICO
Dignidad de El Payo con el deslucido sobrero cuarto
martes 12 diciembre, 2017
El queretano se estrelló con un deslucido ejemplar de Jaral de Peñas