Volvieron a abrirse las puertas de La Glorieta para acoger un festejo taurino en la festividad del patrón San Juan de Sahagún. En esta ocasión la cita fue un homenaje a la Escuela Taurina de Salamanca, que este año celebra su 40 aniversario. La clase magistral estuvo protagonizada por Javier Castaño, Miguel Ángel Sánchez, Juan del Álamo, Alejandro Marcos, Manuel Diosleguarde y Antonio Grande frente a novillos de Los Requiles.
La actuación de más eco fue la de Manuel Diosleguarde, que cortó las dos orejas al quinto de la tarde tras una faena de absoluta entrega rubricada con un espadazo soberbio volcándose en el morrillo, saliendo prendido de forma dramática y dejando atrás los fantasmas de la terrible cornada que sufrió en Cuéllar hace casi tres años.
Esta faena le hace tomar aire en un momento en el que lo necesita. Igual que necesita que los empresarios sigan confiando en él, porque aún tiene mucho que ofrecer. También tocó Antonio Grande tras una faena en la que se vio el toreo de mayor profundidad de la tarde y Del Álamo después de una entregada labor.
Faena solvente de Javier Castaño al noble primero de Los Requiles, que tuvo un buen pitón izquierdo. Por ahí se gustó el salmantino en una serie de naturales con profundidad y temple. También dejó alguna buena serie a derechas, por donde fue limando las asperezas del astado. En cercanías se movió Castaño como pez en el agua, aunque en el epílogo a punto estuvo de sufrir una voltereta. Mató de estocada recibiendo al segundo intento y un golpe de descabello.
Le faltó clase y entrega al segundo de Los Requiles, con el que Miguel Ángel Sánchez estuvo firme y dispuesto. Por el pitón derecho robó algún muletazos de bella factura antes de poner fin a su faena de una buena estocada.
Se gustó Juan del Álamo en el recibo de capote al tercero, de más presencia que los lidiados en anterior lugar. Galleó por chicuelinas para poner al de Los Requiles al caballo de picar. Faena enrazada de Juan del Álamo frente a un novillo encastado y que no perdonó ni un despiste. Un final en cercanías y un desplante calentaron a los tendidos. Mató al segundo intento y cortó la primera oreja de la tarde.
Encajado y con mucho gusto el toreo de Alejandro Marcos a la verónica frente al cuarto bis. Templadísimo el torero salmantino, por encima de la embestida desclasada y descompuesta del novillo de Los Requiles. Lo mejor fue toreando con la mano derecha y en remates con mucha torería.
A la puerta de chiqueros se fue Diosleguarde a recibir al quinto de festejo, de más trapío y mejores hechuras. El saludo fue vibrante toreando encajado a la verónica y después por chicuelinas que encendieron los ánimos del público. Muy poderoso Diosleguarde con la muleta frente a otro novillo con muchas teclas que tocar. Acortó muy pronto el viaje el de Los Requiles y el torero se metió en terrenos de cercanías, cruzándose siempre al pitón contrario, para robar muletazos de muy buen trazo. En el epílogo hubo dos naturales de muchísimo mérito. Se tiró Diosleguarde con todo encima del morrillo del animal saliendo prendido de forma dramática. La estocada fue fulminante y cortó las dos orejas tras una actuación rebeladora.
De mejor condición el último de festejo, que vio mermada su condición con tres volteretas. Por ambos pitones se desplazó el de Los Requiles, al que le faltó un punto de transmisión, aunque tuvo nobleza y humilló en su embestida. Antonio Grande se mostró muy solvente y asentado, dejando buenas tandas sobre todo toreando al natural. A más la faena del salmantino, que finalizó con un arrimón de órdago. El espadazo final fue de ley.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Glorieta. Clase magistral. Media plaza. Novillos de Los Requiles. El primero, noble, ovacionado en el arrastre. El segundo sin clase ni entrega. El tercero encastado y con movilidad. El cuarto desclasado. El quinto, con transmisión. El sexto noble y humillador.
Javier Castaño: saludos tras petición
Miguel Ángel Sánchez: saludos tras petición
Juan del Álamo: oreja
Alejandro Marcos: saludos
Manuel Diosleguarde: dos orejas
Antonio Grande: oreja