MÉXICO

“El Autlán” realizó lo mas torero en Jesús María


domingo 27 diciembre, 2015

Los toreros Román Legorreta y Eduardo Romero llegaron 35 minutos tarde y ni siquiera ofrecieron una disculpa pública

Los toreros Román Legorreta y Eduardo Romero llegaron 35 minutos tarde y ni siquiera ofrecieron una disculpa pública

De verdad que es digno de admirarse el esfuerzo que la empresa «Unidad Torera”, la que encabezan los matadores de toros Víctor Mora y César Delgadillo, hace por dar festejos sobre todo con espadas, ya sean doctorados o novilleros y hasta inclusive debutantes con caballos. Eso es más que bueno y en una tierra como Aguascalientes que es punta de lanza y ejemplo taurino en toda la geografía del país y referente a nivel internacional.

 

Sin embargo, ese esfuerzo a veces se tuerce tal y como sucedió este sábado 26 de diciembre en el coso charro taurino «Xonacatique” de Jesús María, Aguascalientes, al haberse montado la primera de dos «novilladas”, misma en la que prevaleció el desorden y la falta de seriedad.

 

Pero vamos por partes, primero, el festejo se anunció a las 16:00 horas y se retrasó poco más de 30 minutos ya que dos de los alternantes, Román Legorreta y Eduardo Romero, llegaron tarde y no partieron plaza.

 

Luego, cuando los toreros retardados arribaron al coso, lo hicieron penosamente por el callejón y la improvisada autoridad que en esta ocasión recayó en el buen amigo y torero retirado Pepe Lomelí, quien no traía pañuelos por cierto, no los obligó a que se presentaran ante él y ofrecer una disculpa al público que ya hacía una más que buena entrada.

 

Más todavía, se anunció una novillada y se lidiaron cinco erales de la dehesa guanajuatense de San José de Buenavista, siendo el más novillo el corrido en quinto lugar y, uno el tercero, de Campo Grande.

 

Y por si fuera poco se permitió que uno de los seis espadas, uno de los que llegó tarde a la cita, Eduardo Romero, realizara quites en dos astados, en el tercero y en el quinto.

 

En fin, así se dio el festejo que se convirtió en una pachanga al haberse otorgado una oreja por nada, quizá por una atinada estocada pero sólo por eso. Y lo más torero si debemos señalarlo lo hizo el reaparecido Eduardo Ortega «El Autlán”, quien a pesar de evidenciar su falta de sitio si nos regaló los momentos de más arte de la función.

 

Así que ante una media entrada en tarde de agradable clima se lidiaron cinco erales de San José de Buenavista siendo bueno el quinto y fue el mejor presentado, uno regular el segundo y los demás fueron rajados. Y el tercero de Campo Grande que empezó bien pero fue muy mal lidiado.

 

Abrió plaza Rodolfo Mejía «El Tuco”, quien a un ejemplar soso y que se quedaba corto le puso voluntad, sobre todo por el lado derecho sin llegar a redondear. Acabó de certera estocada y no sé por qué se le otorgó una oreja.

 

En su turno, Eduardo Ortega «El Autlán” lanceó con clase a la verónica y en un quite por chicuelinas y con la muleta cuajó una faena con detalles de calidad, buen trazo y dimensión por ambos lados. El astado se rajó y el torero se dio a fallar con la espada para ser despedido con fuertes aplausos.

 

Siguió Román Legorreta, con el de Campo Grande, al que recibió en los medios con una larga cambiada de rodillas y otras más en la zona de tablas para ya de pie simplemente intentar bregar, además de quitar por gaoneras y su alternante Eduardo Romero hacerlo muy bien por verónicas. Román se lució en el segundo tercio y con la muleta ejecutó una labor desligada, dando pases aquí y allá, sin plan, totalmente desorientado. No acertó al matar y le sonaron un aviso.

 

Después, Eduardo Romero en su burel bregó con conocimiento de causa. En su turno en quites lo intentó Alejandro Paredes pero no pudo e inclusive le «echó mano” y terminó tapándolo Eduardo, lo que no le gustó a Paredes, se hicieron de palabras y con mucha clase Romero lo invitó a banderillear y Paredes le arrebató los palos para irse por delante y pegar un petardo. La gente se le echó encima y ello repercutió cuando a él le tocó lidiar su astado. En tanto, Romero poco pudo hacerlo a un ejemplar que se rajó y se refugió en toriles. Terminó por aliñar, falló al matar y se le aplaudió la actitud.

 

Vino entonces Alejandro Paredes, quien ya con el «santo de espaldas”, le toca el eral más hecho y que dio mejor juego dejándolo ir por completo pues aunque veroniqueó con empeño no logró el impacto que deseaba en el público. Indebidamente volvió a quitar Eduardo Romero por chicuelinas y Paredes le replicó de manera descompuesta por saltilleras. Y con la muleta se le vio desangelado, falto de técnica, logrando algunos aislados momentos pero sin calado en la concurrencia, destacando lo que hizo por el lado izquierdo. Acabó con ayudados por alto y manoletinas para matar de pinchazo y estocada, dando la vuelta al ruedo por su cuenta.

 

Y el debutante con caballos Adrián Varela nada hizo con el capote y lo mismo pasó con la sarga. Pasó apuros para matar y le sonaron un aviso. Así las cosas, ni más ni menos.

 

 

FICHA DEL FESTEJO

Jesús María, Aguascalientes. Primera de dos novilladas de oportunidad. Coso charro taurino «Xonacatique”. Entrada: Media en tarde de agradable clima. Cinco erales de San José de Buenavista que dejaron mucho que desear, siendo el mejor el corrido en quinto lugar que fue el más novillo. Y, uno, el tercero, de Campo Grande.

Rodolfo Mejía «El Tuco”: Una oreja.

Eduardo Ortega «El Autlán”: Palmas.

Román Legorreta: Un aviso.

Eduardo Romero: Palmas.

Alejandro Paredes: Vuelta al ruedo.

Adrián Varela, debutante: Un aviso.

 

 

INCIDENCIAS:Los toreros Román Legorreta y Eduardo Romero llegaron 35 minutos tarde y ni siquiera ofrecieron una disculpa pública al juez y a la concurrencia. Además Eduardo Romero hizo un quite cuando no le correspondía.

 

 

Foto: Francisco Vargas