TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOS: DAVID BRACHO
Sergio Galán, Diego Ventura y João Moura hijo tomaban parte, en la segunda de la Feria Real de la localidad malagueña de Antequera, en la corrida de rejones de esta tarde. Se lidiaba para la ocasión un encierro con el hierro de Luis Albarrán.
Después de los visto en la tarde los rejoneadores han estado muy por encima de la corrida. Un encierro deslucido en su conjunto pero con alto contenido de toreo a caballo. De hecho, el rejón de muerte jugó una accidentada pasada a Galán y de no ser así, hubiera atravesado también la Puerta Grande junto al imparable Diego Ventura y al joven Moura hijo.
Un festejo donde los tres han puesto un gran rejoneo sobre el tapete. La elegancia de Sergio Galán, La pureza de Diego Ventura y la entrega de Joao Moura. Una terna que manejó a sus toreros caballos con el corazón en las riendas. Todo lo hicieron con pulso, con sentimiento y con raza para crear e inspirarse ante tan opaco material de bravura. Las guías son tan sólo las prolongaciones de las palpitaciones del espíritu, para que los caballos se expresen con alma torera.
Dos orejas cortó Diego Ventura al buen segundo, al que saludó con Guadalquivir para fijar al toro perfectamente en la cabalgadura. Con Guadalquivir dejó dos rejones de castigo y toreó sin castigos dando lances con la grupa a modo de medias verónicas. Nazarí se metió al toro debajo del estribo literalmente, galopando de costado con el toro muy cosido. Sensacional fue el pasaje, que continuó con Lío, que dejó quiebros de poder a poder con un toro venido a más. Imprimió cites a tres pies y también realizó alzadas para dar mayor alegría a todo su quehacer. Al segundo, le dejó banderillas a una mano a lomos de Remate y un rejonazo fulminante para asegurarse las dos orejas y la Puerta Grande. Faenón de Ventura que destapó su magisterio y sabiduría para conjuntar una rotunda actuación. Diego Ventura sorteó un quinto que bajó la persiana en tercio final, yéndose a menos mientras se lidiaba. Diego con fidelidad lo toreó con pureza, temple y dosis de alegría en su registro. Todo hizo que hubiera armonía y constancia rítmica en su faena. La cosa iba a favor en los primeros tercios, pero todo se esfumó al carecer de raza el astado y echarse antes de poner el carrusel de farpas. Inició el de La Puebla del Río con un sólo rejón a lomos de Lambrusco. Un caballo de mucho poder y gran expresión. Sueño, siempre hizo soñar el toreo en banderillas metiéndose por dentro del tercio con valor y recetando lances imaginarios con la grupa. Después Fino, realizó batidas de frente, clásico y provocando a una mano en el cite. A esas alturas se masticaba el posible triunfo haciendo todo Ventura. Prosiguió con Roneo para finalizar el tercio. Con este, se fue de frente, ofreció el pecho con un toreo de gran altura y vistosidad. Valiente jaco y entregado Diego. Casi al final del pasaje el toro comenzó su cambio pegando arreones a favor de su querencia y emplazándose en los terrenos de chiqueros. Justo ahí, se paró y ya no quiso embestir más hasta que claudicó afligido en el albero. Ventura cerró con Bombón de buen rejón y ovación con saludos para Diego. Se le pidió la oreja, pero nos quedamos con la miel en los labios.
Moura se topó, en tercer lugar, con un toro que salió como un obús. El tercero empujó para adelante con ritmo en los jacos del portugués. Joao puso en liza su raza y buen concepto para realizar una notable labor. En banderillas acortó el cite y comprometió la salida del embroque. Se vino a menos el astado de Albarrán y aprovechó el luso para torear con adornos. Pinchazo y rejón que le valió una oreja. Joao Moura cortó un apéndice del manejable sexto. El portugués tuvo una actuación similar al anterior. Moura puso en Antequera un buen rejoneo y sobre todo personalidad en su quehacer. Joao tiró de raza, entrega y pulcras formas para instrumentar una faena al alza. Destacaron los pasajes en los que toreó sin dejar castigos. El rejonazo fue de rápido efecto y cortó una merecida oreja que le valió para salir en hombros por la Puerta Grande.
El cuarto tuvo son y ritmo en los jacos de Sergio Galán. El madrileño estuvo a gran altura ante el colaborador oponente que cerraba su lote. Sin embargo, un accidentado rejón de muerte le privó de la Puerta Grande, a pesar de que se le pidió la segunda de forma insistente. Comenzó Sergio de salida montando a Artista y dejando un sólo rejón. Exigió en el recibo a su antagonista para encelarlo a la grupa. Después en banderillas montó a Embroque, Titán y Apolo cuajando un gran tercio. Con el primero, se fue de frente con batidas al pitón contrario y buscando la reunión en los medios con un rejoneo clásico. Con el segundo, ofreció batidas y piruetas para adornar un buen pasaje y con el tercero, llegó la alta escuela. Precioso el Piafé, el paso español y el gran par a dos manos en distancias cortas. Finalizó con Óleo en un carrusel de rosas con adorno del teléfono y los mencionados pinchazos con el rejón de muerte. Oreja con fuerza para el buen rejoneo de Galán. Abanto y sin celo fue el primero, siempre buscando tablas ante el esfuerzo importante de Sergio Galán, que se impuso con un toreo clásico pero dominador. Con Amuleto salió a la plaza para encelarlo, pero fue con Ojeda y Bambino con los que supo imponer el ritmo que le faltó a su oponente. Con Óleo culminó el trasteo, pero un pinchazo inoportuno le privó del posible trofeo, quedando el premio en ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Antequera, Málaga. Segunda de la Feria Real. Corrida de rejones.
Entrada: Más de tres cuartos.
Seis toros de Luis Albarrán. Un encierro deslucido en su conjunto y falto de raza.
Sergio Galán; Ovación y oreja.
Diego Ventura; Dos orejas y ovación.
João Moura hijo; Oreja y oreja.