PAMPLONA

El fuero navarro de Roca Rey revienta San Fermín


miércoles 11 julio, 2018

Tres orejas en el primero de sus dos compromisos cortó el peruano, erigiéndose como un auténtico ídolo navarro en su cuarta salida consecutiva a hombros de esta plaza; ovacionados Ferrera y Marín.

Tres orejas en el primero de sus dos compromisos cortó el peruano, erigiéndose como un auténtico ídolo navarro en su cuarta salida consecutiva a hombros de esta plaza; ovacionados Ferrera y Marín.

TEXTO: JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ

Antonio Ferrera, Andrés Roca Rey y Ginés Marín era la terna encargada de hacer el paseíllo en la tarde de este miércoles, 11 de julio, en la plaza de toros de Pamplona dentro de la quinta corrida de la Feria del Toro. Se lidiaban astados con el hierro de Núñez del Cuvillo. 

Suelto de salida fue el primero de la tarde, animal al que le imprimió gusto capotero Antonio Ferrera. Excelente fue el quite del extremeño para sacar al toro del caballo que montaba Antonio Prieto, que cuidó al astado en sus dos varas. Por delante entró con los pares de banderillas Javier Valdeoro, con Montoliú lidiando al de Núñez del Cuvillo. Luciéndose en la cara también fue el último par de Valdeoro. A diestras fue templando la condición del animal un Ferrera que fue cuajando a su oponente. A gusto, con pellizco característico de su concepto y entregándose al son del astado también por el izquierdo Ferrera, consiguió la conexión. A sones de la Pamplonesa hundió en ese epílogo muleteril la mano por la zurda. A la altura de la frente le dio la espada en la primera entrada con la tizona en la suerte suprema, provocándole una brecha al torero. Tampoco a la segunda enterró el acero, haciéndolo totalmente a la tercera, requiriendo de descabello.   

“Cordobés”, nacido en enero de 2014 fue el segundo, con un peso de 575 kilos y primero del lote de Andrés Roca Rey. Con un buen recorte dejó el peruano el toro en el caballo que montaba Sergio Molina, que picó al animal mientras guardaba la puerta José Manuel Quinta. AL quite por tafalleras mostrando gusto entró Ginés Marín. De espanto fueron las saltilleras de respuesta de Roca Rey, una de ellas, la primera, totalmente de espanto. Juan José Domínguez lidió a un toro en el que estuvieron con facilidad Viruta y Paquito Algaba. Todo un lío formó en el inicio de la faena, en el que se echó de rodillas con el toro para recetarle media docena de pases y tres de ellos por la espalda. La plaza loca. Por la derecha comenzó a sonsacar lo que tenía un animal que terminó atacando de forma defensiva. Y se quedó colocado ante la falta de recorrido de un toro que se fue parando y del que tuvo que tirar el peruano muletazo a muletazo. Más en corto le arañó lo que tenía también por la zurda, finalizando por quietísimas manoletinas. De estoconazo tiró al toro, que cayó fulminante.

“Jarandero”, número 184, jabonero de capa era el tercero de la tarde, primero del lote de Ginés Marín. Guillermo Marín, padre del matador, ejecutó la doble vara en la que cuidó a un animal que ya mostraba querencia a tablas. Corriéndole para atrás al toro y mimando esa acusada querencia que apuntaba el jabonero fue la lidia de Antonio Manuel Punta. Dejó Jesús Díez “Fini” el primer par de banderillas, cumpliendo también Manuel Izquierdo. Pasadora sin más fue la condición de un toro al que le faltó ritmo, y al que Ginés le recetó la medicina del temple para poder domeñar su tranco. En los medios intentó torearlo, pero fue imposible. Mató de estocada entera.

Nacido en noviembre de 2013 era el cuarto, segundo del lote de Ferrera, toro con 520 kilos. Con medio capote lanceó el extremeño al animal. José María González, de corinto y oro, picó en la contraquerencia al astado de Núñez del Cuvillo, manteniendo la cara alta. Javier Valdeoro lidió a un toro ante el que anduvo presto en el primer par de palitroques José Manuel Montoliú, dejando Francisco Javier Sánchez Araujo un buen embroque provocando la embestida de un astado tardo en arrancarse. Fue tocando las teclas del animal, que no fue precisamente fácil. Faena técnica del extremeño, que se sobrepuso a la situación de un astado con terrenos, distancias y alturas que mimar, como así lo hizo Antonio.

Por gaoneras llevó Andrés Roca Rey al caballo al quinto de la corrida.Intentó sujetar la condición suelta del toro Viruta en la lidia. Juan José Domínguez dejó el primer par de banderillas. El toreo en redondo intentó el joven para conseguir buenas tandas por la diestra en la primera parte del trasteo. Más en corto intentó plantearle el toreo el peruano en la segunda parte, encunándose entre los pitones con un animal a menos. Estoconazo de Andrés Roca Rey que tiró de nuevo fulminante a su oponente. Dos orejas con fuerza.  

510 kilos pesaba el último toro de la tarde, segundo del lote de Ginés Marín. Agustín Navarro, de verde botella y oro, dejó una primera vara en la que le entró el toro cruzado y se quitó enseguida el hierro. Torerísimo fue el quite con el capote a la espalda de Antonio Ferrera. Antonio Manuel Punta entró palitroques en mano por delante, clavando en la misma cara del de Cuvillo. Manuel Izquierdo cumplimentó su par ante la lidia de Fini. La falta de humillación fue el defecto principal del astado conforme iba avanzando la faena del torero extremeño, que tuvo que tirar de corazón para imponerse a la condición del toro de Cuvillo. Los enganchones deslucieron además el resto de la faena. Lo intentó de todas las formas en el epílogo muleteril, no acertando a la primera con la espada.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros Monumental de Navarra. Séptima de la Feria del Toro. Corrida de toros. Lleno. 

Seis toros de Núñez del Cuvillo.

Antonio Ferrera, ovación tras aviso y ovación. 

Andrés Roca Rey, oreja y dos orejas. 

Ginés Marín, silencio y silencio.