Llegaba el encierro de Conde de Mayalde a la plaza de toros de Gijón para la primera de la Feria de Begoña. En el cartel, Padilla, Castella y Alberto López Simón haciendo el paseíllo en el emblemático coso norteño. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador Iván Fandiño, del crítico taurino José Luis Suárfez Guanes y del cirujano de la plaza, Raúl Santos Álvarez Obregón, todos fallecidos en los últimos meses.
Salió con alegría Boticario, con lances de tanteo de Padilla, que se fue estirando hasta rematar con una revolera. Empujó el toro en el caballo en un puyazo, antes que que Padilla levantase al tendido con su particular forma de parear, con un último par al violín. Fue buena la labor de Padilla con la muleta ante el noble y fijo toro de Mayalde, al que le cuajó tandas buenas con la mano derecha, culminada con manoletinas y una estocada desprendida que impidió que el palco concediese la oreja solicitada en el tendido., Vuelta al ruedo para el jerezano.
Muy solvente se mostró Castella a la verónica con el segundo, que cumplió en el peto, pese a salir ligeramente distraido. Precisamente por eso se dobló con él Castella en el inicio, en una faena firme y elegante del francés, que supo hacer que el animal rompiese a más y conectar con el tendido con la mano derecha. Hubo momentos buenos al natural, con detalles de mucha torería en el final de faena y una estocada hasta las cintas que precisó de descabello. Eso hizo que se enfriase el tendido y quedase en palmas la oreja que ya tenía en el esportón.
El tercero fue noblón, pero le faltó fuerza y, por tanto, transmisión. Le dejó algunas verónicas López Simón con el percal, pero no terminó de romper la faena por la falta de chispa del animal de Maylde. Porfió el madrileño, que se empeñó en dejarle muletazos y hasta ligó alguna tanda sin eco en el tendido por la falta de espíritu del animal. Falló, además, con la espada, y todo quedó en silencio.
El cuarto le dio pocas opciones con el capote a Padilla. Incierto de salida y distraido, ni siquiera lo banderilleó el Ciclón. Mucho oficio y gran inteligencia exhibió Padilla para ir metiéndolo en la muleta hasta extraer algún muletazo sentido por el pitón derecho. Labor muy firme y entonada del jerezano que culminó con una estocada para pasear la primera oreja de la feria.
El quinto le sacó cierta guasa a Castella en los primeros tercios, impidiendo que luciese manejando el percal. Con la muleta dejó una faena de mucha firmeza, robando muletazos de mucho mérito, pero sin que rompiese una faena rematad acon la espada al segundo intento y premiada con palmas.
El sexto fue prácticamente un calco del tercero, al que le faltó fuerza para aguantar la exigencia de López Simón. Por eso faltó la transmisión con el tendido y la afanosa labor del madrileño quedó condicionada por la escasez de fuelle y de espíritu de un toro que no dijo nada. Al final sólo las palmas reconocieron a un López Simón sin opciones con su lote.
FICHA DEL FESTEJOPlaza de toros de El Bibio, Gijón. Primera de la feria de Begoña. Corrida de toros. Algo más de media entrada en tarde ventosa y gris.
Seis toros de Conde de Mayalde, bien presentados y en el tipo de la casa. Noble y fijo el primero; manejable y a más el segundo, aplaudido en el arrastre; noble sin fuerza ni transmisión el flojo tercero; incierto y distraído pero con fondo el cuarto, aplaudido; incierto y con cierta guasa el quinto; noblón pero escaso de fuerza el sexto.
Juan José Padilla: vuelta al ruedo y oreja.
Sebastián Castella: palmas tras aviso y palmas.
López Simón: silencio y palmas.