MADRID

El palco entrega una muy débil oreja a Juan Miguel


sábado 3 junio, 2017

Un volteretón enterneció a la plaza para pedirla sin mayoría, cediendo el palco y entregando el premio; Ángel Sánchez no pudo repetir el toreo de abril y Alejandro Marcos se despidió de novillero

Un volteretón enterneció a la plaza para pedirla sin mayoría, cediendo el palco y entregando el premio; Ángel Sánchez no pudo repetir el toreo de abril y Alejandro Marcos se despidió de novillero

JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO /
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO

Una novillada de Flor de Jara, pura procedencia Santa
Coloma, era la que planteaba el último festejo novilleril de esta Feria de San
Isidro. Juan Miguel, Alejandro Marcos y Ángel Sánchez hacían el paseíllo a las
siete en punto.

«Balconero” se llamaba el primero de Flor de Jara, un
novillo al que Juan Miguel se fue a los medios para recibir por tafalleras en
un prólogo que no tuvo especial calado en el tendido. Israel de Pedro le
ejecutó las varas a un animal que no le humilló nada en el peto como acostumbra
el santacolomeño, más fuerte la primera que la segunda. David Oliva entró en
primer lugar, dejando un par de banderillas trasero, entrando detrás suya de
forma efectiva Alberto Zayas ante la lidia de Jesús Romero. En los medios con
la muleta en la mano izquierda comenzó Juan Miguel ante un novillo que le
galopó de salida y le respondió en el tranco al de Colmenar de Oreja. Aprovechó
en las dos primeras series muy bien las dos embestidas del animal, en las que
le recetó temple. Se abría hacia afuera el cárdeno, pero no logró tocar pelo el
madrileño.

«Arquero”, de 470 kilos, era el segundo de la tarde, un
animal cárdeno con el mismo hierro de Flor de Jara y primero de lote de
Alejandro Marcos, al que le sopló una gustosa media de salida. Óscar Bernal
protagonizó un tercio de varas con calado en el tendido. Dos verónicas y media
de Ángel Sánchez dejó en el quite. José Mora entró por delante en el tercio de
banderillas en un primer par vistoso. Javier Gómez Pascual, tercero efectivo,
entró en segundo lugar. Le humilló en el capote a Martín Blanco en la lidia. En
terrenos del tercio comenzó la faena ante la franca embestida del cárdeno, y en
el momento en el que se lo quiso sacar para afuera el viento hizo acto de
presencia y emborronó la buena colocación del salmantino. Se le comenzó a
quedar más corto, viniéndose a menos paulatinamente. Porfió en cercanías
Marcos, pero no llegó la conexión. Espada en mano, no acertó.

De 508 kilos era el tercero de la tarde, un animal que se
mostró frío en los primeros tercios y que le costó entrar al caballo de Juan
José Leiro. Se calentó más su tranco cuando recibió los puyazos. Muy largo lo
dejó en el segundo, pero no fructificó el momento, cayendo el de Flor de Jara
al ruedo y siendo protestado por la plaza. Fue para atrás. De Dolores Rufino
fue el primer sobrero de la tarde, sangre de Martelilla vía Marqués de Domecq.
Un novillo muy feo de hechuras, protestadísimo por la plaza de salida que
además no hizo las cosas bien en el capote de Sánchez. Tras el tercio de varas,
destacaron de nuevo las tres verónicas de Sánchez, respondiendo Juan Miguel por
gaoneras. Pepín Monje le dio muchos tiempos valiosísimos al novillo, algo que
agradeció el de Rufino, ante dos buenos pares de Iván García y la efectividad
del tercero Jesús Robledo «Tito”. Ganándole terreno y obligándole a empujar las
embestidas fue el prólogo muleteril del de Alcobendas, que llevó a media altura
la animal en la primera serie, con calado. En ovación acabó todo.

Chispa en el capote de Juan Miguel mostró la bonita lámina
del cuarto de la tarde, un animal que lo desarmó al de Colmenar de Oreja de
salida. Rebrincado de la primera entrada al caballo salió el animal de la vara
de Mario Herrero, dejando un buen puyazo en segundo lugar. Se quedaba en el
capote de Oliva, pareando con brío Zayas. No tuvo especial celo el cárdeno en
el inicio de faena de Juan Miguel, que le intentó dar alegría ante la sosería
que mostró. Pero comenzó a tomar sentido el de Flor de Jara hasta que le echó
mano por el pitón derecho, reponiéndose el joven rápidamente con la ayuda de
los hombres de plata y compañeros. Por la mano diestra prosiguió, pero ya no
fue el mismo el animal. Mató bien, y eso fue lo que inclinó al tendido a pedir
sin mayoría el trofeo, que la presidencia, mostrando un muy bajo nivel,
concedió. No fue unánime el premio.

Poco humilló el quinto de salida, un novillo que iba con la
cara por arriba en el capote de Alejandro Marcos. Alberto Sandoval le metió las
cuerdas, dejando una primera vara en la que el toro mostró una embestida
apagada. También repitió esa condición en la lidia de José Mora, que intentó
darle vida al novillo en la arrancada corriéndolo bien hacia atrás, pero no fue
posible. Parearon Martín Blanco y Javier Gómez Pascual, a los que les esperó
hasta que los tuvo encima precisamente por esa sosería derivada en condición
reservona que mostró en el primer tercio. Ese tranco le mostró a Marcos en los
primeros compases del trasteo muleteril, en los que el novillo se mostró
sosote. Entregado y comprometido, no logró que su desparpajo conectase por el
mal uso del acero y el descabello.

Pies de Osa se llamaba el cárdeno sexto, ovacionado de
salida, con un peso de 484 kilos y con mucha guapura. No logró componer a la
verónica de salida Ángel Sánchez, dejando largo en el caballo de Teo Caballero
al animal en la primera vara, haciendo perfecta la serie con un animal
empujando con la cara abajo y la plaza ovacionando al piquero. Estampa
bellísima la que vio y percibió Madrid en el último capítulo del festejo,
cuando una buena parte del público había abandonado el coso. Fijeza y
humillación, dos cualidades buenas del astado en esa primera vara. Un capotazo
extraordinario le sopló Iván García tomando sensacional el capote antes de la
segunda vara, que se hizo esperar, pero cuando llegó emocionó al tendido de
nuevo, levantando la mano Caballero. Le humilló de nuevo al capote de García
ante los pares de banderillas de Pepín Monje en primer lugar y Jesús Robledo
«Tito” en segundo. Bien le cortó Alberto Zayas a Monje antes de ser ovacionados
los hombres de plata. Transmisión y humillación mostró a zurdas en el inicio de
faena de Sánchez, que le cogió bien la distancia a diestras con un novillo ya
aplomado. Pinchó en el primer encuentro con la espada, matando a la segunda.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Última novillada de la feria
de San Isidro. 24ª de abono. Más de media plaza. 

Novillos de Flor de
Jara.

Juan Miguel, silencio y oreja. 

Alejandro Marcos, silencio y silencio tras aviso. 

Ángel Sánchez, ovación y silencio.