Illescas 9-3-2019 from Cultoro TV on Vimeo.
TEXTO: MARCO A. HIERRO / FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ-OLMEDO
Morante de la Puebla, Sebastián Castella –en sustitución de José María Manzanares- y Andrés Roca Rey hacían el paseíllo en la tarde de este sábado, 9 de marzo, en la plaza de toros cubierta de Illescas en la primera de abono de la Feria del Milagro. Se lidiaban seis toros de José Vázquez.
Al altiricón primero, que fue dócil en el capote, le endilgó Morante un saludo más suave y limpio que brillante, a pesar de que la plaza entera coreó cada trazo. Flojo el animal, se protestó en los dos picotazos que conformaron el tercio de varas. Pero envolvió Morante el oficio entre los trincharazos del inicio, tan coreados como negativos para el desarrollo de la clase de un toro que sacó la raza para no caerse y embestir repitiendo con posibilidades. Zorro el sevillano, al que habían venido a aplaudir, le deslizó suavidad para no amedrentar y pellizco en los remates para no dafraudar a su público. Una estocada contundente Le puso en la mano la primera oreja de la tarde.
Más bonito era el segundo, musculado y armónico, algo zancudete por ponerle un defecto, pero humillado en en capote de Castella, donde tal vez Le faltó un pelin de ritmo para agradar al francés. Abajo y con fijeza fue el de José Vázquez, que lo hizo todo bien en la vara y cuarto que recibió antes de que se lo pasase cerca Castella en un quite por chicuelinas. Saludaron en banderillas Viotti y Herrera. Y se fue el toro para adelante en la muleta con humillación y con ritmo, aunque Le costase a Castella cogerle el pulso al animal, lo que provocó dos volteretas que lo mermaron. Toro de recorrido y de raza que no toleraba los errores en las alturas y echaba la cara arriba para castigarlos. Un final entre pitones con el toro ya muy apagado y una estocada tras pinchazo dejaron la valoración en silencio.
Apenas una media recortada pudo dejarle Roca Rey al tercero con el capote, dada la falta de ritmo del animal, que tomó una primera vara empujando el peto. Un inicio Le bastó a Andrés para poner la plaza en pie; estatuarios, el toro cerca, por detrás casi sin sitio y el de pecho llegando ya a los medios. La plaza entregada. Y eso que pareció no aguantar tras la primera tanda de naturales el buen tercero, que humilló, la empujó con los riñones y aceptó la exigencia del peruano desde el principio hasta el de pecho que murió en el rabo. Inteligente para cambiar las manos, para darle por abajo la diestra, para volver luego a la tremenda largura de la zurda y para volver a asustar a la concurrencia en el final. Recibiendo la estocada, con un pitonazo en el muslo y dos orejas en el esportón.
El cuarto no se deslizó en el capote de Morante, que Le soltó los brazos antes de la dura vara. Con la muleta Le alivió la exigencia y se exigió poco, a su vez. Un petardo con la espada, un sainete con el descabello y una torera bronca para Morante.
Al quinto, bajo y bien hecho, le costó repetiré a Castella en las verónicas que abrochó con una media brillante. Mucha quietud exhibió el francés desde los estatuarios con que despertó a la concurrencia hasta la estocada tras pinchazo. Pero fue cuando más largo lo gobernó cuando mejor y más profundo embistió el animal, al que Le supo robar tres series con la mano izquierda de tremenda largura. Una oreja paseó Sebastián para cerrar su tarde.
El castaño sexto, el más serio del encierro, le echó el freno a Roca Rey desde el saludo capotero, y ya entonces evidenció su falta de fuelle embistiendo a medio viaje en cada uno de los lances. Muy protestado el animal, se cambió el tercio, sin embargo. Manso de carretas el toro, poco pudo hacer Andrés entre las protestas al animal de la concurrencia.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Illescas, Toledo. Primera de la feria del Milagro. Corrida de toros. Lleno.
Toros de José Vázquez, obediente y repetidor el blando primero; de buen ritmo y humillación el exigente segundo; entregado, humillado y con calidad el largo tercero; noble pero flojo el cuarto; con calidad y largura el buen quinto; manso de libro el sexto.
Morante de la Puebla, oreja y bronca.
Sebastián Castella –en sustitución de José María Manzanares-, silencio y oreja tras aviso.
Andrés Roca Rey, dos orejas y silencio.