LA CRÓNICA DE MÁLAGA

El secreto del eje


jueves 20 agosto, 2015

Perera se planta rotundo en el piso de La Malagueta, Juli hace un esfuerzo con un lote de poca virtud y Ventura a

Perera se planta rotundo en el piso de La Malagueta, Juli hace un esfuerzo con un lote de poca virtud y Ventura a

Es el arcano que esconde el resumen del verbo torear. Sobre el eje
se mueve el mundo y, sobre él, vive la gente. La que paga su entrada por
emocionarse aún sin conocer el arcano, sin echarle cuentas al eje sobre el que
gira la fuerza que lanza el olé desde la barriga. El eje es tan rotundo e
inamovible como que es el punto en el que nace el toreo bien dicho, el único
toreo. Y mucho más, or supuesto, que el reglamento que lo regula y saca
escuadra y cartabón para medir emociones. Eso de enfrentar el reglamento al eje
es como empeñarse en sostener agua entre las manos. Y algunos todavía lo
intentan.

Llegar al más difícil todavía es completamente imposible sin
dominar el eje. Y sobre él emerge un Perera que es perfecto aplicando
matemática por su más pura intuición, pero es excelso cuando se sale de la
tabla del 9 para soñar con la del 10. Y entonces se despatarra, se hunde, se entierra
y se abandona para redefinir el temple perfeccionado por él. Y son Perera y su
eje los que colman el foco, los que atraen las miradas, los que saltan del
asiento sin saber por qué. Y entonces atraca las voluntades, se adueña de los
pestañeos y crece sobre la arena hasta llegar a tapar el sol. Eso solo lo tiene
en la mano un toreo.

Un torero como este, que ofrece el trapo terso, planchado, sin
mácula ni arruga en la forma ni en la proposición. Un torero que hace del eje
su vida para que giren los toros, pero también para no salirse del camino
recto. Es capaz Miguel Ángel de reducirle la embestida y decir muy despacio el
toreo al enclasado tercero, pero también de erigirse en eje sobre el que iba
girando la renuente voluntad del geniudo sexto. Ambos tuvieron opciones, pero
ninguno fue redondo. Y ambos se arrastraron mutilados, vencidos por el eje de
Perera. Toda la plaza en pie pidió esa segunda oreja a la que la presidenta le
buscó la excusa en lugar de sentir el eje. Todos los demás se dejaron llevar
por la emoción.

La tuvo también el toreo de costado de Ventura a lomos de Nazarí,
cuyo eje es tan distinto que se convierte en muleta para templar embestidas.
Tenía el jabonero primero la bondad escrita en la cara, el celo moviendo sus
manos y la fijeza amarrando la cara. Había cuajado Diego al animal cuando le
cosió con Remate la rueda de cortas sin que dejase de embestir el muñeco,
girando sobre un eje corto junto a caballo y caballero. Fue una oreja la paseada, y no hubo más. Porque el berrendo
que hizo cuarto de puro manso no concibió más eje que los palos de una carreta.
El esfuerzo de Diego saludó una ovación.

Otro tuvo que hacer Juli ara que se le fuera para adelante el
mansurrón quinto, con el que no pudo siquiera el eje de Juli, más diagonal e
inclinado que el que suele escribir Perera. Lo mostró con el segundo, terciado
y escurrido de pechos para atrás, lavado de cara. Tuvo arrancadas rumbosas,
pero le faltó entrega cuando la exigencia del eje lo puso en el brete de
embestir. La muleta por abajo, el fleco arrantrando hilos que marcaban el
camino para que no pensase el funo. Ya pensaba Julián, que iba desgranando muletazos,
ralentizando trazos y llevando a más un trasteo que llegó a su cénit en un
circular invertido que condujo la cara del castaño circundando el eje y se convirtió
en un cambio de mano monumental. Pero no anduvo fino con la tizona otro de seguro
eje. Y no paseó los despojos.

Tampoco lo hizo Perera con los suficientes en la mano después de
buscar el toreo cuando ya no existía la inercia. Después de asentarse como eje
del toreo y de la campaña, porque va a más el extremeño cuando comienza a pesar
la espalda. Aunque quieran estrellarlo contra un reglamento que, sin embargo,
no contempla sanciones para la manifstación popular que saca a un torero en
hombros. Debería saberlo una plaza que merece premiar lo rotundo.

 

Málaga 5a Abono por Cultoro

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Malagueta. Quinta de la feria de Málaga. Corrida de toros. Casi lleno en los tendidos.

Dos toros de Hermanos Sampedro (primero y cuarto) y cuatro de Victoriano del Ríodocilón y humillado el primero, al filo de rajarse el terciado y feo segundo,  de tremenda clase y fuerza justa el buen tercero, desrazado y sin entrega el mulo quinto, de movilidad y genio el vareado sexto. 

Diego Ventura: oreja y ovación.

Julián López «El Juli” (purísima y oro): ovación y silencio.

Miguel Ángel Perera (pizarra y oro): oreja y oreja con dos vueltas al ruedo.