TEXTO: EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ
Una seria corrida con el hierro burgalés de Antonio Bañuelos era la que se lidiaba esta tarde de jueves para la sexta de la Feria del Pilar de Zaragoza. En el cartel, tres toreros de distinto escalón haciendo el paseíllo: Curro Díaz, David Fandila ‘El Fandi’ y Paco Ureña.
El diestro murciano que cerraba el cartel a la postre fue el triunfador del festejo. Paco Ureña que debutaba en La Misericordia logró la conquista de una exigente plaza de primera con actuaciones de fidelidad íntima. Cortó oreja al tercero y al sexto. Ureña realizó dos faenas puras, sinceras y muy ceñidas, donde puso ritmo y transmisión. Trasteos distintos pero unidos en formas y cadencia a base de transparencias y verdad. Sin suerte en los lotes el linarense Curro Díaz y el granadino David Fandila ‘El Fandi’. Ambos matadores mostraron mucha disposición -Curro con garbosidad y Fandi entregado- pero sus diferentes ejemplares, negaron cualquier posibilidad para triunfar. Corrida de Bañuelos a la que le faltó fondo y romper para adelante.
El tercero fue un toro escurrió de atrás, despegado del suelo. Toro que embistió con dos velocidades en el capote de Ureña. Pegaba taponazos en el percal. Se cuidó en varas pero tampoco se empleó el de Bañuelos. El lorquino planteó una faena fiel a su personalidad donde puso de manifiesto la sinceridad del embroque y en definitiva el fondo del trasteo. Ureña cimentó una labor muy firme, sin fisuras, de gran capacidad y largo metraje. Paco ofreció sus armas con una muleta mandona en el trazo y en la composición estética. Le consistió miradas, parones y dudas pero el murciano no modificó un ápice su sincera posición. Hubo ligazón poniendo ritmo y continuidad a un quehacer de "música callada del toreo". Ureña se pegó un arrimón de órdagos ante el primero de su lote. Gran dimensión del murciano que estuvo muy en profesional. Enorme espadazo que tiró al astado patas arriba. Oreja de ley. El sexto un toro apretado con más de 600 kg que tuvo transmisión. El cierraplaza presagió virtudes y las destapó en la muleta del murciano. Ureña le sopló tres tandas a diestras con el toro muy cosido al ralentí. Sensacional la muñeca de Paco llevando al toro con tremenda sintonía y suavidad. Fueron tres pero no hizo falta más, ni tampoco las tenía el toro dentro. La calidad de Ureña hizo el resto. Derrochó firmeza y capacidad además de proponer ligazón en series. Faenón justo y medido refrendado con un espadazo de libro del que salió comprometido. Oreja.
El primero tras recibirlo con decoro Curro Díaz a la verónica, resbala clavando los pitones en el albero partiéndose el izquierdo. Devuelto al corral, en su lugar salió un sobrero de La Palmosilla. No terminó de romper la embestida del sobrero en el capote de Curro. Hubo tanteo inicial con el percal ante un toro que se puso abanto en la lidia para meterlo debajo del caballo. Y que mostró poco celo durante la salida del peto. Toro protestón en varas. El bis llegó a la muleta con la condición de no humillar y pasando por allí sin codicia alguna. El linarense con particular estilo lo muleteó consintiéndole su descastada embestida, sin apretar a su oponente para que no se le rajara a la primera de cambio. Díaz lo sacó para afuera del tercio, puesto que empujaba por el derecho en esos terrenos. Una vez en los medios cambió de mano para intentar el natural pero todo quedó en eso en intento con un toro que no quería pasar de verdad. Le apretó Curro Díaz tras verse podido en esa tanda se negó en la siguiente y todo se vino abajo. Estocada arriba y ovación con saludos. El cuarto tampoco se reboso en el capote de Curro Díaz puesto embistió sin tirar para adelante. Toro que buscaba los adentros constantemente apretando mucho a todo el que tenía delante. Astado impertinente en varas sin querer castigo y amagando con rajarse en cada momento. El cuarto no quería 'coles' protestando en cada embroque y tirando para su jurisdicción de chiqueros. Curro Díaz lo intentó sin recompensa de ningún tipo ante semejante desecho de bravura. Tan sólo algún natural de bella factura. Atascado con la espada. Silencio.
David formó un alboroto con el capote al altón segundo. Cuajó un saludo variado, a más y muy plástico. Tres largas cambiadas emocionantes, verónicas, chicuelinas y una media preciosa compusieron el entregado recibimiento. A este lo dosificaron bien en varas. Después vino otro lío entre Ureña en el quite con el capote a la espalda y Fandi en banderillas. Compacto y ceñidísimo el murciano, y sobresaliente el granadino con los palos. El segundo tuvo gas en el inicio con un David ofreciendo la muleta rodillas. Lo pasó con prestancia y se lo llevó más allá del tercio en la siguiente serie. Al iniciar esta el toro cantó la gallina y posteriormente echó la persiana totalmente desfondado. Posiblemente el de Bañuelos acusó los buenos tercios que hizo en la lidia. Nulas opiniones para Fandila. Gran estocada. El granadino nuevamente se puso de hinojos para interpretar una larga cambiada en el tercio al recibir al quinto. Después fluyó la verónica. El segundo del lote de David se dejó pegar en varas sin entrega. Lo mismo que en el último tercio. Nula entrega y nada de clase en una embestida muy deslucida. Toro de comportamiento reservado, probón y mirón. Tiraba un derrote al final del muletazo y sin exteriorizar del todo su peligro, era de pasar fatiga sin opciones de ningún tipo. Toro sordo que no entendió la parroquia y desaprobó la actitud voluntariosa de Fandi. Silencio. Antes nueva demostración de poder en banderillas cuajando un gran tercio que fue lo mejor de su actuación. Trasteo que brindó a Salvador Vega.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Misericordia, Zaragoza. Sexta de la Feria del Pilar. Corrida de toros.
Entrada: Casi lleno.
Seis toros de Antonio Bañuelos y un sobrero (primero bis) de La Palmosilla. Serios, amplios, a los que le faltó fondo y romper para adelante.
Curro Díaz; Ovación y silencio.
David Fandila ‘El Fandi’; Silencio y silencio.
Paco Ureña; Oreja y oreja.