La tercera función menor de la
Temporada Novilleril Internacional 2015, la que se realizó este domingo 8 de
marzo, precisamente en el día Mundial de la Mujer, estuvo envuelta en un
ambiente de gran expectación, de emoción contenida, con el letrero en la
taquilla de «No hay boletos”, lo que provocó el lleno a reventar en el coso «San
Marcos” de la ciudad de Aguascalientes, todo bajo un cielo nublado y lluvia
antes de comenzar el festejo, lo que hizo que la gente no se «rajara” y
aguantara estoica la mojada para no perderse de su espectáculo favorito.
Y es que en el cartel estaban puestos
dos novilleros de gran interés para los aficionados, los locales Rodolfo Mejía
«El Tuco”, quien advirtió que ya se había sacudido la modorra para volver a ser
él mismo, y José María Pastor el defensor del título de máximo triunfador de la
pasada temporada.
Ambos, cada cual dentro de su
quehacer taurino en el ruedo, se portaron a la altura de las circunstancias,
pero quien se llevó «el gato al agua” fue el incomparable Rodolfo Mejía «El
Tuco”, quien volvió a ser él mismo, el indómito torero del pueblo y no ese al
que un «chalao” le quería cambiar la personalidad y se pavonea en el callejón
diciéndose apoderado y que por cierto en esta novillada fue expulsado de la
plaza por faltarle al respeto a la autoridad.
Ese es «El Tuco” que queremos ver y
disfrutar, el del arrojo, el del valor, el del gran corazón y una gran alma que
deja en el ruedo con tal de obtener el triunfo, de ahí el porqué de nuestra
protesta pública cuando me lo querían cambiar, no señor, «El Tuco” es uno y fue
el que disfrutamos este domingo. Qué se le fue un rabo, no importa, lo
relevante de todo ello es que el público de nuevo vibró con su toreo, que por
cierto ya ha estado puliendo, lo que nos da mucho gusto. Vimos a ese «Tuco” que
con su triste figura por momentos hizo recordar a los viejos aficionados a
novilleros de escasos recursos de los años 30 y 40 del siglo pasado como Miguel
Gutiérrez, Félix Guzmán, José «El Negro” Muñoz o Esteban García, esos que
salían al ruedo a partirse el alma sin importar las consecuencias. Inclusive al
lancear a la verónica a su segundo burel evocó con su desgarbada figura a un
matador que fue un ídolo en su momento como lo fue el sin igual maestro
Silverio Pérez.
Todo ese cúmulo de sensaciones que
provocó en el público «El Tuco” hicieron que la plaza «San Marcos” se le
entregara. Sus faenas a «Rociero”, al que le cortó una oreja por una enrazada
labor, la que por cierto brindó a la mujer en su día y, a «Cartujano”, que
mereció la vuelta al ruedo tras el trasteo que le realizó pleno de garra,
sentimiento y gran valor, a pesar de sufrir un auténtico atropellamiento cuando
en los medios lo aguantó de más puesto de rodillas y el astado se lo llevó por
delante pero con todo y que estaba maltrecho, «El Tuco” se desfondó y se
abandonó en un quehacer lleno de amor y llanto ahogado por su carrera taurina,
a la que no podía defraudar y es por ello que se rehizo, se replanteó su
situación y al final de cuentas Aguascalientes y la Fiesta de los Toros a nivel
nacional ha recuperado a un ejemplo novilleril, Rodolfo Mejía «El Tuco”. Por
desgracia, el variado y entusiasta trasteo a su segundo lo malogró con la
espada perdiendo así las orejas y el rabo que ya tenía ganadas pero al final de
cuentas eso fue lo de menos, lo que verdaderamente hay que significar es el
reconocimiento del público en una de las vueltas al ruedo con mayor fuerza que
se han visto en esta plaza. ¡Ese es «El Tuco”!
Por su parte, José María Pastor ha
tenido una tarde de contrastes pues por un lado ha cuajado una faena entre
altibajos a su primero, «Caleño”, al que mató bien y por ello se le otorgó una
oreja. Y en el otro, un novillo manso peligroso que armó gran desorden pues por
poco y se sale de la plaza pero gracias a la oportuna intervención de los
porteros Alejandro Esparza, Mario Ulises y José Luis Rodríguez, quienes le
echaron valor no permitiendo que el astado se fuera cerrando la puerta de
cuadrillas a pesar del empuje del animal que terminó huyendo por el callejón
causando pánico y mucha emoción. Bien pues a ese astado, Pastor le plantó cara
con valor y torerismo pero a la hora de matar se le hizo de «hueso” y terminó
por escuchar los tres avisos para que «Vaguito” se le fuera vivo a los
corrales.
Y el colombiano debutante en esta
plaza samarqueña, Andrés Valencia, simplemente no pudo con un lote al que había
que poderle y toreársele pero la verdad ha pasado inadvertido, sin decir nada.
Palmas en uno y un aviso en el otro.
Se lidiaron seis novillos bien
presentados de la ganadería mexiquense de Real de Saltillo, aunque cinco de
ello lucieron el fierro de su dehesa hermana, la de Pastejé. Sólo el quinto fue
de la divisa titular, que terminó siendo regular. Buenos fueron el tercero y el
cuarto, éste último con vuelta al ruedo. Buenos también el segundo y el primero
pero éste con poca fuerza. Manso con peligro fue el sexto.
FICHA DEL
FESTEJO
AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Tercer festejo
de la Temporada Novilleril Internacional 2015. Coso «San Marcos”. Entrada:
Lleno a reventar en tarde nublada y con lluvia antes de la función.
Un novillo, el quinto, de la ganadería
titular de Real de Saltillo, de regular juego. Y cinco de su dehesa hermana de
Pastejé, de los cuales tercero y cuarto fueron buenos, con vuelta al ruedo a
éste último. Buenos también resultaron el segundo y el primero pero que tuvo
poca fuerza. El sexto fue manso peligroso.
Rodolfo Mejía «El Tuco”: Una oreja y vuelta al ruedo con mucha fuerza.
Andrés Valencia, quien se
presentó en esta plaza: Palmas y un aviso.
José María Pastor: Una oreja y tres avisos, novillo vivo a los corrales.
Foto: sergio Gerardo Reyes