Le protestó en el inicio capotero el segundo a Emilio de Justo, un serio toro, con sus puntas arriba, cuajado por detrás y que echó las manos por delante en la capa del cacereño, que intentó gustarse a la verónica. También echó la cara arriba en la vara. Tras el quite y un tercio de banderillas efectivo, dejó De Justo un poderoso inicio de faena, en el que conectó con el tendido a base de toreo caro. Como en las dos primeras series por la derecha a un toro con prontitud y cierta humillación. Hubo toreo muy despacioso en ese prólogo. Y luego siguió ahondando en el toreo a ralentí, aunque más aislado por la condición de un toro que se vino algo abajo. Una lástima el acero, pinchando a un toro al que hubiese rascado premio. Ovación tras petición.
Emilio de justo cuajó una faena para el recuerdo al quinto toro de la tarde, un bravo ejemplar de La Quinta, al que nada más salir dejo cadenciosas Verónicas. Luego, en el quite, dejó chicuelinas de mucho poder y de mano baja rematadas con una soberana media. Se desmonteró Abraham Nerio tras un brillante tercio de banderillas. Brindó al público Emilio de Justo, y dejó una faena de poder, de principio a fin en la que los doblones de inicio calaron con fuerza en el tendido de Albacete. Luego por ambas por ambos lados, dejó momentos de cadencia y desoaciosidad, de profundidad y de mucho gusto, especialmente en los remates de serie. Al final de la faena remató por bajo con la música aderezando, especialmente la faena. Una estocada arriba puso en sus manos las dos orejas.