JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: MURIEL HAAZ
Sánchez Vara, Pérez Mota y Gómez del Pilar hacían el
paseíllo en la tarde de este sábado con la corrida de Saltillo en la tercera de
feria en Céret. Un encierro de máxima seriedad para una terna con la veteranía
del alcarreño Sánchez Vara y la juventud de Pérez Mota y Gómez del Pilar.
«Vendaval” se llamaba el primero de la tarde, un astado con
el que Sánchez Vara ya dejó su compromiso impreso en el saludo a la verónica
inicial. Gabin Rehabi le dejó un primer puyazo un punto trasero y un último en
el que a punto estuvo de descabalgarlo, haciéndose daño en el brazo. Puso
banderillas el propio matador, pasando en falso en el primer encuentro y
clavando bien a la segunda por el pitón derecho. Buenos fueron los dos
siguientes pares, más aplaudidos por el respetable. Al aficionado Alfonso
Ibarra, presente en el tendido, brindó una labor en la que el domeño por el
lado derecho fue la base para entenderse con el animal ya de inicio. Le faltaba
ese empuje final al cárdeno, que acortaba a mitad el viaje además de ir siempre
con la cara alta, teniendo que poner plena voluntad el alcarreño para conseguir
llegar arriba. No le humilló en el primer encuentro a la hora de entrar a
matar, tragándose la muerte tras la estocada en una despedida espectacular del «saltillo”.
Imponente era la estampa del segundo de la tarde, un toro
ovacionado de salida, pero que se lastimó un pitón en el segundo tercio al
rematar, en el que actuó el picador Francisco Vallejo. Fue devuelto por la
presidencia y en su lugar salió un sobrero de Yonnet. No fue fácil desde
salida, y el momento más amargo llegó cuando el toro le dio un pitonazo en la
zona de la barbilla a Pérez Mota, entrando por su propio pie a la enfermería.
Todo ocurrió en un feo derrote, echándole mano el astado sin que profundizase
gravemente el pitón. Sánchez Vara dio muerte al de Yonnet.
«Jilguero” llevaba por nombre el tercero de la tarde, un
astado de Saltillo que correspondía a Gómez del Pilar. Juego también dio en el
caballo, aunque en las primeras varas no terminó de meterle las cuerdas el
picador. Por navarras fue el quite de Gómez del Pilar. A mitad del embroque le
echaba la cara arriba y tuvo toda una papeleta el torero toledano. Gómez del
Pilar, firme en el trasteo, le intentó tragar al cárdeno de Saltillo.
Complicaciones puso a la hora de matar, no siendo fácil e intentando sonsacar
habilidad el manchego.
El cuarto también sufrió el mal de desenvainarse un pitón,
pero no fue devuelto. Sánchez Vara intentó darle fiesta de capote y también en
el caballo. El momento de apuro llegó cuando su subalterno y el torero
alcarreño hicieron el salto de la garrocha, llegando instantes de apuro pero
prosiguiendo el tercio de banderillas. Fue sonsacando muletazos con los que
conectó pronto en el tendido, especialmente con la mano diestra, buscando la
emoción de un animal con el punto de casta perfecto para llegar arriba. En todo
lo alto dejó la estocada Sánchez Vara, dejando las cuadrillas solo al animal que
hizo por levantarse cuando estaba caído. Ya muerto, la plaza pidió la oreja
para el de Guadalajara, no concediendo el palco el trofeo. Dio una vuelta al
ruedo.
Repuesto Pérez Mota después de una primera exploración en la
enfermería de su barbilla, salió a matar el quinto con cuatro puntos en la
herida. El toro derribó al piquero en las dos primeras entradas al peto y,
posteriormente, cumplir con el cárdeno y pasar otro momento de angustia cuando
éste cogió por los pechos al caballo. Fue una faena de poder y querer por parte
de Pérez Mota, de tirar hacia adelante por la mano diestra del torero de El
Bosque y de sonsacar la condición a menos del de Saltillo. No cayó tras la
suerte suprema, requiriendo el animal de golpes de verduguillo. Embistió con
calidad en algunos momentos en la faena, pero sobre todo desilusionó tras el
buen primer tercio que dejó.
Se hizo el sexto dueño y señor del ruedo desde que salió. Le
hizo varios extraños a Gómez del Pilar, que intentó darle medicina en el tercio
de varas en varias entradas que no fueron las más lucidas de la feria. En
banderillas, el toro sabía idiomas y puso en más de un apuro a los de plata,
sembrando el pánico en la arena tiznada del coso galo. Ya en el inicio
muleteril, Gómez del Pilar se lo sacó a los medios para intentar pasaportarlo a
diestras, pero el toro se le colaba constantemente. Aun así, y a pesar de que
lo veía el cárdeno al toledano, le sopló una tanda a diestras que llegó arriba.
Hizo un esfuerzo de verdad Gómez del Pilar para hacerse con la condición del
astado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Céret, Francia. Tercera de feria. Corrida
de toros. Lleno.
Seis toros de Saltillo.
Sánchez Vara, silencio, silencio en el que mató por Pérez Mota y vuelta al ruedo.
Pérez Mota, herido y silencio.
Gómez del Pilar, silencio y silencio.