MADRID

Entrega sin respuesta bovina y cornada a Pinar


domingo 25 septiembre, 2016

La voluntad de Sergio Serrano en su confirmación, Alberto Lamelas y Rubén Pinar con una desrazada corrida saludó ovaciones en Madrid

La voluntad de Sergio Serrano en su confirmación, Alberto Lamelas y Rubén Pinar con una desrazada corrida saludó ovaciones en Madrid

CARLOS PALACIO / FOTOGALERÍA:
LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

A última hora entraron dos toros de El Risco remendando el
encierro de Conde de la Maza preparado para esta tarde en Madrid. En el cartel,
Rubén Pinar, Alberto Lamelas y Sergio Serrano, que confirmaba alternativa,
hacían el paseíllo a las seis y media en punto. Al romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el recientemente fallecido Antonio Pérez de San Fernando, histórico ganadero del campo charro.

Vareado y sin remate salió el primero, que se tapaba por la cara y topaba más que embestir, aunque terminaba obedeciendo en la tela. Mucha actitud tuvo Sergio Serrano en el toro de la ceremonia, al que le dejó un gran quite por chicuelinas. Se cloca bien, tiene mando y dejó muletazos muy buenos, pero aislados, sin impresión de compactar una obra con varios desarmes por los destemples del toro. Pinchó dos veces y escuchó palmas.

Mejor hecho y más bajo estaba el segundo, más rematado y con intención de coger bien los trastos, pero muy justo en la fuerza. Impecable Pinar al bregarlo con sumo cuidado, sin dejarlo nunca tocar el capote, incluso en el quite por delantales que remató con una media. Muy bueno fue el inicio por abajo, pero no aguantó el toro la exigencia. Por eso tuvo que llevárselo a los medios y allí darle mimo a los tornillazos defensivos y rebrincados que le regalaba el animal por su falta de fuerza. Sobresalió la claridad de ideas de Rubén ante un animal muy deslucido al que logró dejarle una tanda maciza al natural. Pero lo pinchó y todo quedó en silencio.

El colorao tercero, muy en el tipo de Núñez, también sacó esa manifiesta falta de raza de colocar bien la cara hasta el embroque y soltar molestos gañafones a partir de ahí. Valeroso y entregado anduvo con él Alberto Lamelas, que siempre le buscó las vueltas aunque se encontrase con esos molestos tornillazos que le trompicaban las telas. Sobresalió una enfibrada serie al natural, ganando siempre la acción al toro. Mató de una estocada caída y saludó una ovación.

El cuarto fue un toro con peligro sordo que siempre se guardó la bala en la recámara. Reservón y medidor, no se dejó pegar ni un sólo muletazo. Y se puso, aún así, Rubén Pinar con el animal reservón y a la caza hasta que lo cazó y se lo echó a los lomos, corneándolo en el muslo derecho. Enrabietado, le pegó una tanda con la izquierda antes de matarlo y llevarse una ovación camino de la enfermería.

Devuelto fue el quinto por inválido para que saliese un sobrero de El Cortijillo que no tuvo celo ni raza, que no humilló nunca y se fue muy suelto de las telas. Todo eso degeneró, además, en la muleta de Lamelas, donde llegó peligroso y mirando siempre por encima del destaquillador. No hubo lucimiento en un Lamelas que siempre quiso y hasta se llevó una voltereta. Una estocada más efectiva que buena le dio puerta al deslucido animal, que no le dio ni una opción a Alberto.

El sexto, segundo de El Risco en salir al ruedo, también se fue para atrás como el hermano de camada. El sobrero, de Herederos del Conde de Cabral, salió con un poquito más de calidad en los primeros tercios para tomar muy bien las verónicas que remató Sergio Serrano con dos medias. Eso y un quite por gaoneras del debutante fueron lo mejor de toda la tarde. Porque al final el toro perdió fuelle, terminó quedándose corto y abortando las intenciones del manchego, que siempre quiso pero no siempre pudo. Ovación.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Corrida de toros septembrina. Unas 6.000 personas en los tendidos.

Cuatro toros de Conde
de la Maza y dos (5º y 6º) de El Risco.

Rubén Pinar (nazareno y oro): silencio y ovación camino de la enfermería.

Alberto Lamelas (blanco y oro): ovación tras aviso y ovación.

Sergio Serrano, que confirma alternativa (nazareno y oro): palmas y ovación.