Triunfal resultó la corrida tradicional de la
feria de Nuestra Señora de los Dolores, en la población de Teocaltiche de la
región norte de los Altos de Jalisco, donde en su coso legendario «El
Renacimiento” ante un lleno a reventar, salieron en hombros el rejoneador
Emiliano Gamero, al cortar un rabo y los de a pie el gaditano Juan José Padilla, en tanto que Arturo Saldívar,salió
como alma que lleva el diablo, molesto, ante la actitud del público con él,
negándose a salir en volandas.
Se lidiaron seis toros de la ganadería de
Cerro Viejo, dos de ellos para rejones siendo bueno el segundo que mereció el
arrastre lento y de los de a pie, el primero mereció un arrastre lento benévolo
y los demás dieron regular juego.
El rejoneador Emilioano Gamero en el toro que
abrió el festejo tuvo una actuación destacada en términos generales, pero entre
altibajos, sobresaliendo lo que hizo encima de «Casanova” y de «Leyenda”, al
colocar banderillas al cambio y de frente, de manera certera. Montando a
«Presagio”, dejó una estocada defectuosa que fue suficiente para que el
puntillero que se examinaría toda la tarde Omar Muñoz, acertara en el primer
calcetazo. El caballista finalmente dio una vuelta al ruedo con algunas
protestas. En su segundo, un buen astado de nombre «Chapulín”, montando a
«Guadalupano” un caballo castaño debutante en plaza, clavó un rejón de castigo.
Luego arriba de «Casanova” y toreando de costado a la mínima distancia, clavó
dos banderillas largas a una mano. Cambió de cabalgadura y manejando a «Pasión”
hizo cinco giros en la cara del toro varios de ellos a la mínima distancia,
para luego dejar otra banderilla larga. Con las riendas de «Cigala” puso una
banderilla al violín. Y encima de «Presagio” colocó dos banderillas cortas y la
suerte suprema la brindó al empresario Ricardo Montaño y mató de soberbia
estocada para que le fueran concedidas las orejas y el rabo, dando triunfal
vuelta al ruedo con el ganadero de Cerro Viejo Alfonso Franco y su hijo y al toro
un merecido arrastre lento.
En la lidia a pie, el espada jerezano Juan
José Padilla en el primer astado de su lote llamado Campanero”, un buen toro,
lo recibió con dos largas cambiadas de hinojos, cerrado en tablas y de pie
veroniqueó con buen gusto. Su quehacer de muleta tuvo dos partes, la de temple
y clase sobre todo por el lado derecho, para después hacer el toreo efectista,
que cayó bien en el público. Mató de estocada trasera y desprendida para cortar
las orejas y al astado dársele un benévolo arrastre lento. A su segundo, lo
lanceó con voluntad. Cubrió entre aplausos el segundo tercio. Brindó su faena a
los empresarios Ricardo Montaño y Mario Zulaica, para igualmente cuajar otro
trasteo con una primera parte de toreo templado y rítmico por el lado derecho y
otro de toreo de efecto en el público, inmediato, terminó con manoletinas y
mató de pinchazo y estocada entera, tardando en doblar el ejemplar, para ser
ovacionado en el tercio.
El diestro Arturo Saldívar en el primer burel
que le tocó en suerte, de nombre «Píldoro”, muy picoso de inicio poco le hizo
con el capote. Lo mejor fue con la muleta, al cuajar una faena que fue a más y
el toro a menos. Aun así destacó su toreo reposado y de buen trazo,
principalmente con la mano diestra. Por naturales lo hizo con autoridad
imponiéndose ya a la sosería de astado, para concluir con más toreo derechista
y en redondo además de ceñidas manoletinas. Mató de soberbia estocada para que
le fueran concedidas las dos orejas, mismas que le fueron protestadas y que
terminó entregando a su cuadrilla, para dar vuelta al ruedo. Y en el ejemplar
que cerró plaza, nada hizo con el capote y su labor de muleta a un toro que iba
a menos, lo comenzó doblándose, haciendo todo con mucho torerísimo por los dos
pitones. El toro duró poco y terminó matándolo de estocada desprendida. Al
final, los tres toreros fueron paseados en hombros.
FICHA DEL FESTEJO
TEOCALTICHE, Jalisco. Corrida de la Feria de
Nuestra Señora de los Dolores. Coso «Renacimiento”. Entrada: lleno a reventar
en tarde de agradable clima.
Toros de Cerro Viejo, buenos en general, dos
de ellos para rejones, siendo mejor el segundo, que mereció arrastre lento y de
los de la lidia a pie, el primero tuvo arrastre lento benévolo y los demás
dieron regular juego.
El rejoneador Emiliano Gamero: vuelta al ruedo y dos orejas y rabo.
Juan
José Padilla: dos orejas y al tercio.
Arturo
Saldívar: dos orejas y palmas.
Foto: Emilio Méndez