SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES (MADRID)

Fandi se sobrepone a las circunstancias


viernes 28 agosto, 2015

Tres apéndices le cortó a la corrida de Carlos Charro; El Cordobés sufrió una feísima voltereta de la que salió herido mientras que Escribano paseó oreja

Tres apéndices le cortó a la corrida de Carlos Charro; El Cordobés sufrió una feísima voltereta de la que salió herido mientras que Escribano paseó oreja

Manuel Díaz «El Cordobés”, David
Fandila «El Fandi” y Manuel Escribano, que sustituía a Paquirri, hacían el
paseo mayor en la primera corrida de toros de la Feria de Sanse. Un encierro de
Carlos Charro estaba preparado para la ocasión.

Muy en el tipo de El Torreón estaba el primero de Carlos Charro, que se agarró de las manos en el saludo de verónica fácil de El Cordobés. En un arreón cuando lo colocaba al caballo se le vino encina el animal de muy fea manera y quedó el torero inerte en el ruedo, siendo conducido a la enfermería. El Fandi se hizo cargo del animal. Fácil anduvo Fandi en banderillas convertido animal, llegando mucho al tendido. Pero fue con la muleta cuando toreó gozalón la tremenda bondad del animal, que embistió siempre al ralentí para que le diera David suavidad y temple, gusto en ocasiones y siempre abandono. Lo mató de una estocada certera y le cortó una oreja.

También Escribano le dio suavidad a la verónica al segundo, al que vio humillar mucho y hasta redondeará en el percal, pero sin mucho recorrido y con la fuerza al límite, mermada más, si cabe, por la costalada que se dio en el saludo del sevillano. Se descaderó el toro en el segundo par de banderillas y fue devuelto. Del mismo hierro era el sobrero, con cuajo y trapío, colocado de pitones y zorrón en el capote de Escribano, al que llegó dormido y a la caza. Declinó Manuel banderillearlo y ya en ese tercio se rajó el animal, negándose a embestir una sola vez. Al hilo de las tablas lo pinchó Escribano antes de despenarlo para escuchar silencio. 

Con un saludo solvente recibió Fandi al tercero por verónicas, con una media de rodillas que abrocharle a la galería. Lo galleó para colocarlo al caballo de forma brillante y en el penco recibió duro castigo el de Carlos Charro. Con vistosas navarras quitó David antes de dejar cuatro pares de banderillas con más facilidad que brillantez. Y fue más la imposición que el mimo en la muleta lo que tuvo mérito, con un toro remiso y protestón al que empujó en el inicio y muleteó con mucha facilidad sobre la diestra, siempre por encima de la condición de una animal que terminó entregándole su voluntad. Lo mató de estocada desprendida y paseó otra oreja.
 
Al cuarto lo recibió Escribano con una larga cambiada en el tercio para dejarle luego verónicas de gran soltura variadas con chicuelinas en un largo saludo. Por gaoneras galleó la colocación al penco, donde empujó confianza el colorao. Con entrega y compromiso remató Manuel el tercio de banderillas con un quiebro por los adentros de mucha exposición. Lo empujó para adelante Escribano en un vibrante inicio, siempre en su línea, para ir enroscándose poco a poco la dócil y noble embestida del animal. Tuvo fijeza y tuvo recorrido en el muletazo para que le dibujarse despacio el sevillano, con regusto en ocasiones. Le costó más tomarla al natural, pero lo hizo con más voluntad que clase en una serie postrera que tuvo quilates. Lo mató de una estocada en los medios y paseó una oreja.
Al quinto le faltó recorrido y ritmo en el capote de Fandi, que tuvo que desistir de estirarse en el saludo. Muy medido fue el castigo en varas, del que salió frenándose en las telas. Aún así lo quitó Fandi por chicuelinas, abrochados con un remate a una mano. Tenía exigencia e importancia el animal de Carlos Charro, que no lo dio fácil. Ahí fue donde supo Fandi ofrecer media distancia, doble toque y azuzar el celo de un toro que lo sacó. Y fijeza para acudir al menor movimiento del vuelo de una muleta intermitente que no siempre templó. Tuvo, eso sí,  variedad y oficio Fandi, conexión con el tendido y mucha facilidad para andaré por la cara al toro. Un pinchazo en una banderilla y una estocada pusieron en su mano la tercera oreja de su tarde.
 
Le costó al sexto desplazarse en el capote con el que proponía Escribano a la verónica, pegajoso y sin desliz, desluciendo el saludo. Con alegría y tranco se fue el toro en banderillas, con la cara a su aire en los embroques que ajustó Escribano. Y fue toro de obediencia en su línea, sin molestarlo, pero de protesta y rebrincado final de cara suelta cuando le exigían un poco más. Aún así, se movió el animal para que le dejase Escribano series ligadas y compactas, firmando un epílogo de manoletinas, una estocada en lo alto y varios fallos con el descabello que arruinaron el premio. Ovación tras dos avisos.


Vídeo Sanse 28-8-2015 por Cultoro

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de San Sebastián
de los Reyes, Madrid. Segunda de Feria. Corrida de toros. Algo más de un tercio de entrada.

Seis toros de Carlos Charro, de gran bondad y temple el primero, manso de carretas el sobrero segundo,  remiso y protestón pero obediente a los toques el tercero, de gran fijeza, docilidad y obediencia el pasador cuarto, exigente y con transmisión el importante quinto,  de movilidad sin gran fondo el manejable sexto. 

Manuel Díaz «El Cordobés”, herido. 

David Fandila «El Fandi”, oreja, oreja y oreja. 

Manuel Escribano, que sustituye
a Paquirri, silencio, oreja y ovación.

 

PARTE MÉDICO DE EL CORDOBÉS

Manuel Díaz González sufre traumatismo facial que afecta a región frontal, nariz y boca. Probable fractura nasal con hemorragia profusa que se contiene. Presenta contusión frontal con dolor a la palpación en arco superciliar derecho. Contusión en maxilar posterior. Exploración neurológica en límites normales. Es trasladado al Hospital Infanta Sofía.

Firmado: Doctor Olmeda

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO