Llegaba la primera corrida de toros al coso de la calle de Xátiva en esta Feria de Julio, y lo hacía con una corrida mixta en la que abría plaza el rejoneador Diego Ventura con dos toros de Los Espartales y cuatro de Cuvillo para Fernando Adrián -que debutaba en Valencia sustituyendo a Morante de la Puebla- y Juan Ortega.
Ventura deja momentos de mérito con Nómada y Lío ante un primero al que corta oreja
De muy seria estampa y hondo el primero de Los Espartales, muy alto, al que dejó un buen rejón de castigo al quiebro Ventura. Y un segundo de castigo también en la misma suerte, de perfecta ejecución. Y luego se llevó al hilo de tablas al toro en una serie completa al ruedo, algo que caló arriba. Con Nómada empezó faena, dejando cambio de pista de mucho mérito ante un toro de tranco templado aunque ya empezaba a sosear, pero tiró de mucho empeño Diego, que fue construyendo una obra de entrega y de dominio al de Los Espartales, al que dejó momentos de mérito con Lío ya con el animal apagado en terrenos del tercio del tendido 10. Tuvo que tirar mucho de él Diego en el epílogo, con la rueda de cortas, y con una rosa en todo lo alto, antes de tomar el acero de verdad, y dejar un rejonazo entero y efectivo. Oreja con petición no atendida de la segunda.
La exposición de Adrián le corta una oreja con petición de dos al buen segundo de Cuvillo
De inconfundible estampa de Núñez del Cuvillo el tercero, con las puntas hacía adelante, al que dejó verónicas a pies juntos con limpieza Fernando Adrián. Brava pelea del toro en el caballo, apretando a las dos varas de Jabato y yéndose a la puerta, donde se tuvo que defender el piquero con una tercera. Sublimes las chicuelinas de Juan Ortega en el quite, y una abelmontada media. Toro en el que destacó Marcos Prieto en banderillas y que Adrián brindó al maestro Soro. Tras ello se cambió al toro por la espalda en un momento de calado arriba, y exprimió con exposición por ambos lados a un toro que tenía noble y humilladora condición. Un buen astado de Cuvillo al que dejó un final en cercanías por manoletinas, una estocada en todo lo alto de rápido efecto y le cortó una oreja con petición de dos.
Ortega deja muletazos sueltos pero de mérito ante la cara alta del tercero
Buena la lidia hacia atrás de Juan Ortega al tercero, un toro de Cuvillo al que tenía que organizar de inicio y domeñar. Y lo hizo tras las varas, lidiando con la cara alta que le ofrecía el de Cuvillo, de tranco incierto, complejo de dominar. Y le sopló a pesar de ello Ortega muletazos sueltos pero de mérito. Toro que no se quería salir de los chismes, y al que terminó macheteando de forma torera el trianero. Dejó una estocada casi entera un punto baja pero efectiva. Ovación.
Ventura cuaja el templado pero flojo tranco del cuarto y le corta otra oreja con petición de dos
También hondo el cuarto, segundo del lote de Ventura, un Marlboro de Los Espartales al que dejó el rejón en lo alto el cigarrero. Tranco muy templado del animal, al que dejó momentos a dos bandas de suprema despaciosidad, cambiando de pista a lomos de Fabuloso. Fue una pena que el toro se echase en mitad de la lidia, evidenciando su poco poder. Con Hatillo dejó un palo de frente y dando el pecho, y epilogó su faena a lomos de Guadalquivir, con el que clavó cortas al violín y dejó una rueda de rosas en lo alto. Rejón de muerte en mano, lo clavó entero, siendo efectivo en segundos, y le valió otro premio con fuerte petición del segundo no atendido.
Adrián, momentos firmes y otro gran espadazo ante el bronco y exigente quinto
Con cuajo pero bajo también el quinto, suelto de inicio y que empujó una barbaridad al caballo de José Antonio Barroso, que aguantó firmísimo la embestida del animal. Toro exigente tanto en banderillas como en la faena de muleta de Adrián, que selló instantes de calado arriba, pero la bronca condición de su oponente evitaba que la faena calase de forma rotunda. Dejó un espadazo en todo lo alto, fallando el tercero con la puntilla y escuchando palmas.
Ortega, silenciado ante el imposible sexto
De honda hechura la del melocotón sexto, cuajado, frío de salida en la capa de Juan Ortega, y que luego empujó en la vara de José Palomares. No tuvo ni uno el toro, con el que acortó faena Ortega. Fue silenciado tras despenarlo con el acero sin acierto, usando el descabello. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Valencia. Feria de Julio, segunda de abono. Corrida de toros. Casi dos tercios de entrada.
Toros de Los Espartales (primero y cuarto) y Núñez del Cuvillo. De muy honda estampa la de un primero noble pero muy a menos; noble y humillador el buen segundo; de tranco templado el cuarto, pero de muy poco poder; muy exigente y de bronca embestida la del quinto; muy deslucido el mansurrón sexto.
El rejoneador Diego Ventura: oreja y oreja.
Fernando Adrián -que sustituye a Morante de la Puebla-: oreja y palmas.
Juan Ortega: ovación y silencio.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
