SANTANDER

La rotunda caricia de Ortega y el hambre desatada de Ginés


miércoles 26 julio, 2023

Juan Ortega deja una obra de pura caricia al quinto y lo desoreja, sellando la faena de la Feria hasta el momento; Talavante pudo cortar tres orejas pero el palco lo dejó en una, mientras que Ginés Marín pinchó a su primero y emocionó con el buen sexto, al que desorejó

Ginés Y Ortega En Hombros (1)
Ginés Marín y Juan Ortega abandonan en hombros el coso de Cuatro Caminos

Fue pura caricia. La quinta obra, para que tiemble Santiago. Porque fue la de la Feria hasta el momento. La rotunda parsimonia de Juan Ortega, para la que hay que tener mucho valor, trazó un acto de gobierno, de pureza máxima, de fe rotunda en su sevillanísimo concepto, de valor sereno y de aprovechar la clase del Atanasio que tenía delante. Lo desorejó, pero más allá de despojos, quedó lo eterno de su obra.

Al sexto, Ginés Marín le dejó una obra de plena conexión, de aprovechar al bravo de La Ventana que tenía delante y de llegar con fuerza arriba desde el primer segundo de la faena. Talavante, que pudo cortar tres orejas de no ser por la negativa del palco, dejó lo más granado de cara al tendido ante el manso cuarto.

Un Talavante con un aire más fresco es ovacionado tras petición tras lidiar al buen primero de La Ventana

De La Ventana era el primero, de 578 kilos, un animal de nombre ‘Geniecito’, número 146, al que Alejandro Talavante no logró limpiarle las verónicas de inicio. Derribó al picador y puso en apuros al caballo en un momento de angustia que por fortuna no tuvo consecuencias más que el apoderado Pepe Luis Vargas sufrió un golpe con la vara en su burladero. Al tendido brindó Alejandro, que pronto le cogió el aire al animal. Varios detalles toreros a pies juntos dejó en es prólogo y luego estuvo más fresco que otras tardes. Por ambos lados intentó dar fiesta a un toro con el que especialmente destacaron algunos naturales de buen trazo, intentando siempre aprovechar la condición noble y humilladora del funo. No tenía fondo en demasía el de La Ventana, mas aprovechó esas virtudes Alejandro, que tiró de recursos en los inicios de serie por ambos lados y se gustó en los finales de cada una de ellas. El final, por bajo, tuvo cierta enjundia. Aunque al trasteo le faltó ajuste en líneas generales, se le vio otra disposición al extremeño, que acabó con el buen toro de una estocada que tardó en hacer efecto. Ovación tras petición no atendida.

La falta de fuerza del segundo condiciona el empeño de Ortega

Apretado de carnes era un segundo también de La Ventana de 563 kilos que no aparentaba el peso que tenía. Dejó Ortega una media con la rodilla genuflexa que fue toda una delicia. Empujó el toro lo suyo en la vara al caballo de Quinta y luego mostró falta de fuerza en el quite a la verónica de Ortega. Esperó el toro a los de plata en banderillas. No brindó el animal el espada, que se topó con un toro de poca fuerza y que tenía que llevar siempre muy toreado y metido en las telas para evitar que se cayese, dando tiempos entre series y cuidando las alturas para llegar algo arriba. Pero fue tarea imposible. Dejó una estocada casi entera delantera efectiva y recibió una ovación.

Marín navega con solvencia entre la falta de fuerza también del tercero

Por tijerillas saludó Ginés Marín al tercero, ya de El Puerto de San Lorenzo, al que dejó esos lances con mucho gusto junto a la media de remate. Bien anduvo palo en mano Guillermo Marín. A la alcaldesa Gema Igual brindó su toro Ginés, que se topó con el problema de la falta de fuerza del animal. Debió cuidar muy mucho que los toques fuesen sutiles y no bajar en demasía la mano para evitar que el astado charro perdiese las fuerzas. Atacó algo más por naturales, pero tampoco podía con su alma el toro. Dejó un pinchazo y una estocada efectiva y fue silenciado.

Talavante le da fiesta al manso cuarto en toriles y le corta una oreja con petición de la segunda

Manseó descaradamente el cuarto, un toro que ya de inicio marcó las querencias. No quiso peto en ninguno de los caballos, y vio pronto ese defecto Talavante, que se fue a la puerta de chiqueros para hacerle la faena. La serie más brillante fue por la mano diestra, llegando con mucha fuerza arriba ante un toro que, eso sí, mantuvo la duración y la embestida explosiva. Esa fue clave para que llegase arriba la obra de Talavante, que por momentos también selló buenos naturales. Y las manoletinas finales, en las que se quedó quieto. Espada en mano, la estocada casi entera un punto trasera le valió para que cayese el toro y cortar una oreja con petición no atendida de la segunda.

Juan Ortega sella la faena de la Feria hasta el momento y desoreja a la genial clase del quinto

Se dobló con gusto a la verónica Juan Ortega para saludar al quinto, al que luego galleó para llevar al caballo por chicuelinas también con garbo y quitó por verónicas, pero también se cayó el funo. Quedaba la duda de si duraría el animal, porque tenía clase en el capote lidiador. Por eso lo brindó al tendido el sevillano, que dejó un despliegue de series toreras y de máxima pureza especialmente por la derecha, por donde ahondó en su sevillanísimo concepto, en su forma trianera de entender este rito y en vaciar cada uno de los muletazos por abajo. Le aguantó el de El Puerto, que derrochó calidad máxima sobre la oscura arena santanderina. Tras los naturales de uno en uno, una serie por molinetes tuvo esencia pura, estética sincera y rotundo clasicismo. Y el final por bajo, de tremendo trazo y genial serenidad. La estocada cayó baja, pero fue efectiva, y el torero cortó las dos orejas.

Marín emociona con otro buen sexto y lo desoreja

‘Maestrillo’ se llamaba el sexto, con el hierro de La Ventana del Puerto, al que dejó verónicas de buen trazo Ginés Marín en el sexto, al que luego quitó por chicuelinas y tafalleras y a punto estuvo de ser prendido. Toro con calidad y entrega también, al que inició obra con mucha conexión de rodillas en terrenos de sol. Lo pasaportó en series por ambos lados, unas con más calado que otras, pero con el denominador común de la buena embestida dle toro. Hubo instantes de cara al tendido y otras de fajarse con el de La Ventana, para que al final llegase la serie más rotunda al natural, y otra más por la diestra hundiendo la muñeca. Las bernadinas de final de faena tuvieron emoción, pero lastró todo con un pinchazo previo a la estocada. Paseó dos orejas.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Cuatro Caminos, Santander. Feria de Santiago, cuarta de abono. Corrida de toros. Lleno.

Tres toros de El Puerto de San Lorenzo (tercero,cuarto y quinto) y otros tres de La Ventana del Puerto (primero, segundo y sexto), bien hechos y en tipo. Noble y humillador un buen primero al que le faltó algo de fondo al final; con la fuerza cogida entre alfileres la del segundo; también condicionado por la falta de fuerza el tercero; manso de libro el cuarto; de clase y humillación el quinto, con las fuerzas justas pero bueno en su conjunto; bravo y de buen ritmo el sexto.

Alejandro Talavante: ovación y oreja.

Juan Ortega: ovación y dos orejas.

Ginés Marín: silencio y dos orejas.

FOTOGALERÍA: ARJONA

Fotogaleria Santander 26 7 2023