«El toro ha sido muy noble», explicaba Antonio tras la muerte del primero, «pero quizá estaba muy atacado de kilos. Le costaba mucho coger la inercia, pero no ha tenido mal fondo. Tampoco ha empezado mal la corrida».
«Era la faena importante de mi vida, qué pena. Enhorabuena al ganadero porque ha sido un gran toro. Mecachis… Desde los 8 años llevo viviendo por y para el toro y esta es la filosofía de vida que me permite ser persona», sentenciaba Antonio tras fallar con la espada la gran faena al cuarto.
Contrariado se mostraba El Cid tras la muerte del segundo, con el que anduvo poco afortunado con la espada. «Un toro de Victorino. De esos medios que iba cuando te quedabas sólo con él, pero le ha faltado ese puntito de desplazamiento. Y por el izquierdo era imposible. Luego te piden que te pongas, pero tenía media embestida que no ayudaba. Y he estado hecho un pinchauvas».
El Cid se lamentaba de lo sucedido en su segundo toro. «Es lo que pasa en estas corridas. Es más toro de público que
de torero. Con eso ya se contaba. Era un toro violento más que bravo, nunca se
ha templado en la muleta, al contrario que los anteriores. Para verlo hay que
ser muy buen aficionado, y espero que alguien lo haya visto. Lo bueno es que ha
sido un toro vivo que ha dado espectáculo en varas, y ese tipo de toro también
hace falta.»
«No ha sido nada fácil el toro», explicaba Escribano, «porque tenía buen fondo y obedecía por el pitón izquierdo, pero por el derecho no quería ni media. Creo que ha sido muy importante la forma de estar con él y estoy muy contento con esta oreja».