VILLASECA

‘Piedraescritas’ para soñar y tres con el futuro en sus manos


domingo 5 mayo, 2024

El hierro toledano lidió un extraordinario encierro encumbrado por el bravísimo quinto, al que se le pidió el indulto; una oreja pasearon Jorge Hurtado, que cuajó al quinto, y Jairo López, mientras que las interesantes formas de Julio Méndez se fueron de vacío por el acero.

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Los novilleros Julio Méndez, Jorge Hurtado y Jairo López trenzaban el paseíllo, este domingo, en la final del Alfarero de Plata de Villaseca de la Sagra, en la que se lidiaba un encierro de Piedra Escrita.

Julio Méndez arruina con la espada una firme obra ante la seria embestida del primero

Ventanero se llamaba un primero con cuajo, aplaudido de salida, al que Julio Méndez dejó verónicas de voluntad. Bruto en su embestida se mostró el eral tanto en el quite de López como en la respuesta de Méndez, y tras los palos, comenzó el pacense templando firme al animal, sometiendolo y dejando una obra de registros de poder. Muy firme Méndez, que tragó ante la seria embestida del de Piedra Escrita, que mantuvo la movilidad y el interés en cada una de las series. Resolutivo el joven, dejó series muy meritorias y un arrimón de órdago, antes de unas bernadinas de máximo ajuste. Pero arruinó con el acero su obra, dejando dos pinchazos y una casi entera que dejaron todo en silencio tras sonar un aviso.

La intención clásica de Jorge Hurtado también se ve truncada por una mala espada en el segundo

Comenzó a llover con fuerza en el momento en el que salía el segundo, más eral y que abría la cara, y al que Jorge Hurtado dejó alguna verónica de buen trazo. Se lo pasó por la espalda en el inicio de la faena el joven, que dejó retazos de su clásico concepto por la derecha en las tres primeras series ante un animal menos repetidor que su hermano anterior mas de viaje más templado. Y eso lo aprovechó el cacereño, que se cruzó y buscó la distancia corta y el muletazo despacioso del eral, que tuvo un tranco de calidad. Por manoletinas remató faena, y de nuevo arruinó con el acero lo conseguido antes, con dos pinchazos y una media contraria, junto con descabello. Ovación.

La proposición templada de Jairo López le pasea la oreja al cuajado tercero

Más cuajado el tercero, un eral de mucha seriedad, al que dejó Jairo López variedad capotera tanto en el remate de las voluntariosas verónicas como en el quite por saltilleras, de tragar quina. Tras un intermitente tercio de banderillas, dejó una obra de proposición templada, con un novillo que se quiso rajar en todo momento, y el mexicano se lo llevaba a los medios para proponer ahí la obra. Hasta que acabó aculado en tablas y ahí atacó López, dejando un arrimón y varios circulares de mérito. La estocada entera puso en su mano el primer premio de la tarde.

Julio Méndez liga con poder la humillación entregada del cuarto y le corta un premio

Ya marcó una acusada tendencia mansa en los primeros tercios el cuarto, al que Méndez saludó al hilo de tablas con verónicas de templada propuesta y chicuelinas de manos bajas. Le respondió Hurtado variado, y de nuevo por chicuelinas contestó el pacense, que brindó al tendido e inició obra en los medios de rodillas. Fue buscando el trazo poderoso, la limpieza en cada muletazo y que la composición llegase arriba. Y lo consiguió por momentos, sobre todo al natural ante un animal al que sujetó en los medios y que le regaló su calidad y su entrega. Porque la tuvo el de Piedra Escrita, además de una humillación que supo ligar el extremeño. Terminó por variedad: pases de las flores y apuesta por detrás y por delante para domeñar del todo al eral, además de manoletinas de rodillas. Y una estocada que hizo guardia tras perder pie en la suerte, y una segunda entera. Oreja al pacense.

Jorge Hurtado cuaja al extraordinario quinto, un eral de vacas, pero la espada deja todo en un premio

Tuvo el quinto una entrega especial, porque se rebozaba en cada uno de los cites tanto de capa como de muleta. Y se llegó a pedir en minoría el indulto de un animal que era sin duda de vacas. Un bravo, para hacer una ganadería. Tuvo humillación, entrega, movilidad, clase, quería comerse la tela en el embroque… Un eral para soñar. Y lo hizo el extremeño, que se durmió en muletazos de bellísimo trazo por ambos lados. Estuvo a la altura del eral, pero no su espada, porque lo despenó de un feo bajonazo, y eso hizo que el palco no se pensase no dar la segunda oreja. Clamorosa vuelta al ruedo al eral y oreja con dos vueltas -la segunda excesiva- para el joven.

López deja momentos templados ante otro buen sexto

El sexto fue un eral también cuajado al que dejó un quite con voluntad por la espalda y un desacertado tercio de banderillas Jairo López. Inició faena de rodillas y fue sellando una obra intermitente ante otro eral que tenía codicia y calidad en cada embestida. Otro buen novillo de Piedra Escrita, al que intentó componer pulcro el azteca, con buenas series por ambos lados pero sin terminar de cuajar de forma rotunda arriba. Arrimón final, en el que se echó de rodillas y fue volteado sin consecuencias aparentes. Finiquitó de media estocada de la que tardó en caer y dio vuelta tras aviso.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Villaseca de la Sagra, Toledo. Final del Alfarero de Plata. Novillada sin picadores. Menos de media plaza.

Erales de Piedra Escrita. De mucha seriedad la presencia y la embestida de movilidad encastada del primero; De templada embestida la del segundo; El cuajado tercero acabó rajado; De humillada entrega la del buen cuarto; De vuelta al ruedo el extraordinario quinto, del que se pidió en minoría el indulto; De humillada y enclasada condición el sexto.

Julio Méndez, silencio tras aviso y oreja

Jorge Hurtado, ovación y oreja con dos vueltas al ruedo

Jairo López, oreja y vuelta tras aviso.

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