Una novillada de Fuente Ymbro se lidiaba, este jueves, en la Plaza de Toros de Valencia para la cuarta de abono del ciclo fallero. El Niño de las Monjas, Jarocho y Javier Zulueta hacían el paseíllo a las cinco.
La entrega de Niño de las Monjas se impone al primero, pero falla con el acero
Puso todo su empeño El Niño de las Monjas por entregarse al serio primero, y se fue al portón de los sustos a saludarlo a portagayola. Dejó verónicas estimables Jordi Pérez al animal. Le tragó los parones que el novillo le daba después del tercer muletazo, y anduvo firme en ese momento para rematar las series y seguir ligando. Y la cierta inercia hacia la mansedumbre final del animal, la aprovechó el joven para dejarle muletazos de calidad al hilo de las tablas. No obstante, no tuvo suerte con el acero, y al final dejó un pinchazo hondo y una estocada final. Ovación tras aviso.
Jarocho, oreja a su solvencia ante el segundo
Dos largas cambiadas de rodillas dejó Jarocho para saludar al colorado segundo, un animal que tenía cierta humillación, y un punto de casta que aprovechó el burgalés para llegar arriba. Quitó por chicuelinas y puso pares de banderillas con cierta solvencia. Y comenzó obra de rodillas, dejando luego series en redondo con personalidad; luego se vino a menos la condición del animal. Finalizó por manoletinas su obra y una estocada en lo alto, paseando una oreja.
Obra intermitente de Zulueta al bravo tercero
De buenas hechuras el tercero, al que dejó verónicas de buen trazo Javier Zulueta y auguró buenas cosas en los primeros tercios, como así las tuvo en la faena de muleta. A El Soro brindó Zulueta el animal, y Vicente Ruiz le regaló una diana floreada con su trompeta. Dejó los muletazos más a gusto por la mano izquierda ante un codicioso novillo, que tuvo viaje humillado y se rebozaba en la embestida. Dejó sevillanía en cada uno de los cites, pero se paró la intensidad de la faena tras un desarme. De nuevo se vino a recuperar el nivel de la faena cuando se arrebató más el joven, aunque la parsimonia de los muletazos era la misma, porque siempre intentó torear despacio. No obstante, no terminó de llegar arriba una obra intermitente ante un animal que fue bravo, al que había que hacerle las cosas muy bien. No acertó con la espada tampoco. Silencio tras aviso.
El Niño de las Monjas, entrega sin acero también en el cuarto
De 488 kilos, el más pesado de la novillada, era el cuarto, pero sin embargo no transmitía la seriedad de los anteriores. Dejó verónicas de empeño El Niño de las Monjas al animal, que dio juego en varas, donde empujó. Por chicuelinas y tafalleras fue el quite del valenciano, que brindó al tendido -acompañado de la diana floreada-. Y de hinojos se echó el novillero para iniciar faena, cambiándose por la espalda al animal y sellando series de buen trazo, ante un novillo de Gallardo que repetía por abajo. Fue a menos la labor de Jordi Pérez en el final de obra, y al final terminó marrando con el acero. Silencio tras dos avisos.
El palco no concede la oreja a Jarocho tras la obra al mansurrón quinto
Suelto de salida el quinto, segundo del lote de Jarocho, que no dejó al burgalés lucirse de capa y que debió ser picado en el caballo de la querencia. Y sí se lució el joven palos en mano, con la montera calada, ante un animal que se arrancaba pronto, pero que seguía evidenciando mansedumbre. Se dobló con gusto en el inicio de faena al animal, en la que dejó una obra muy técnica, en la que intentó ligar con eficacia por ambos lados y, ya al final de ésta, torear despacio. Y tuvo que navegar además en medio de esa aquerenciada condición del novillo, al que dejó una buena estocada y hubo petición de nuevo premio, pero el palco no lo concedió.
Zulueta, nuevo silencio ante otro sexto con opciones
También serio era el sexto, que no dejó lucirse a Zulueta de capa y luego tuvo embestida pronta en el quite por gaoneras de El Niño de las Monjas. Dejó una serie por la diestra de buen trazo el sevillano ante un novillo que siempre quiso la tela pronto… hasta que se vino abajo cuando el joven tomaba la zurda. Dejó de nuevo su personalidad Zulueta, especialmente en los remates de serie, pero la obra no cuajó. Acertó con el acero a la segunda. Nuevo silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Valencia. Cuarta de la Feria de Fallas. Novillada con picadores. Un cuarto de entrada.
Novillos de Fuente Ymbro.
El Niño de las Monjas, ovación tras aviso y silencio tras dos avisos.
Jarocho, oreja y vuelta al ruedo tras aviso.
Javier Zulueta, silencio tras aviso y silencio.
FOTOGALERÍA: LUCAS SANZ
