Arrancaba
la segunda corrida de toros de la Feria
de la Salud, que hacía tercer festejo del serial, con una corrida de Cuvillo para Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’, José Antonio ‘Morante de la Puebla’ y Alejandro Talavante. Un gran ambiente en los alrededores y en las
cercanías del festejo se vivía en los aledaños del Coso cordobés.
A
la postre, un festejo que tuvo como protagonista principal a los verdaderos
pilares de la Fiesta. No son otros que el toro, el torero y la afición, a pesar de que «un saca
pañuelos” tuviera algo de comediante. No merece que se hable más de este señor,
pero lo que está claro que los presidentes no «deben” ir en contra de la propia
Fiesta. Se acabó. El toro; 4º
‘Laborador’, nº 65, 510 kilos, negro mulato, 12/10, el torero; Finito de
Córdoba y el respetable «no respetado” por el mencionado antes, que
solicitó los máximos honores después del toreo eterno e imperecedero de Juan Serrano.
Nuevamente
el lancear eterno de Finito. El
dejavú del primero en el segundo del lote. Sencillamente genial. El cuarto, era
un toro enano bajo donde los haya. Se dejó en varas y a salir, antes del
cambio, Serrano le soltó una
cordobesa de aúpa, de ahí va eso. En la muleta llegó el lío ante un toro bravo
y con fondo. La obra maestra con el excepcional cuarto caló en el tendido desde
mitad de faena, con Finito roto y el
tendido pidiendo el indulto. La soberbia del presidente, empeñado en quedar por
encima de un tendido clamoroso, abandonado al temple y al abandono de un Finito de verdad, envió los tres avisos
al de Córdoba justo cuando le metía
la mano hasta los dedos y despenaba brillantemente al animal. Faena cumbre de
principio a fin con un toro de máxima excelencia y exigencia que se entregó
desde el inicio. Y un presidente arrogante que dejó a Finito sin los máximos trofeos, le otorgó el desdoro de los tres
avisos y privó del honor de la vuelta al ruedo a un toro de la máxima calidad y
bravura. Rayando el altercado lo que provocó el usía del palco. Tan grande fue
la faena, que a veces uno era incrédulo de la majestuosidad de la misma. Finito de Córdoba vació toda su torería
en algo tan sublime que jamás será inmortal. Las muñecas sueltas de Finito recibieron al primero de la
tarde con verónicas de inusual belleza.
Finito de Córdoba from Fusión Internacional Tauromaqui on Vimeo.
El abreplaza un jabonero, correcto de
presentación que tuvo fijeza y recorrido en el percal. También estuvo fijo en
el peto empujando más en la primera entrada que en la segunda. Marcó alguna
tendencia hacia los adentros en banderillas pero respondió pronto al encuentro
con los de plata. Finito lo sobó en
la tanda inicial para a posterior ponérsela de verdad en los medios. En
segunda, ya estaba el pasodoble sonando y el torero cuajando al buen Cuvillo. En el toreo fundamental la
ligazón y la estética como cimientos de su obra, ante un toro repitiendo con
ritmo. Por el izquierdo, algo más deslucido con un embroque con la cara arriba.
La última con la derecha con Juandesmayado fue a ralentí. Belleza plástica y armónica del cordobés. Estocada y
dos descabellos. Ovación tras petición.
El
triunfo del sevillano llegó en quinto. El capote de José Antonio surgió como el balancín de una amapola al viento.
Crujió la plaza. Después tras en una lidia interesante Morante tiró de sus argumentos para expresarse ante el quinto.
Labor intermitente pero siempre de enorme inspiración del sevillano. Todo ante
otro gran Cuvillo por entrega,
fijeza, clase y bravura. Sensacional toro y mejor torero. Obra imperfecta llena
de virtudes que hicieron soñar el toreo. Pinchazo y estocada. Oreja. El segundo
de la tarde salió dormido. Morante lo
esperó para desplegar el capote pero no hubo inspiración con un toro
embistiendo andando. No obstante en varas se arrancó con más brío y se empleó.
En el último tercio vimos un Morante más
persistente de lo habitual en él, ante un toro de embestida media al que le
faltó más chispa. Lo muleteó por ambos pitones con alguna cosita personal pero
poco más que resaltar. Voluntad mucha pero mal con la espada. Silencio.
También
toco pelo el extremeño. A pies juntos lo recibió Talavante con verónicas muy suaves. Lo justo en el caballo y gran
quite con el capote a la espalda de mucha expresión. El toro dejaba ver su
movilidad y un gran pitón izquierdo durante la lidia. Brindis al público.
Comenzó por estatuarios en los medios, mentón en el pecho, muleta recta y toro
en el tercio que se arrancó alegre. Alejandrodesplegó su mágica franela para coser cada embestida de su notable Cuvillo. Explosión por el derecho con
tandas largas y ligadas; y profundidad al natural. ‘El Mago’ corrigió el defecto del molesto cabeceo al final del
muletazo y aunque el oponente persistía en ello, jamás le enganchó la muleta.
Obra un punto venida a menos por la falta de más empuje de su oponente, sin
embargo, lo demás lo suplió puso el extremeño con adornos e inspiración. Casi
entera y oreja. El cierraplaza también tenía movilidad de brutillo, genio. Empujaba
para adentro por el derecho y tuvo un punto de índole en el inicio muletero. Talavante se fue a los medios,
interpretando el toreo con ambas manos para que su quietud y mando se
impusieran a un toro que nunca descolgó con la cara a media altura. El
deslucido animal fue el garbanzo negro de una buena corrida de Cuvillo. Al final se impuso el oficio
de Talavante para saludar a una
ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Los Califas, Córdoba.
Tercera de la Feria de la Salud. Corrida de toros con tres cuartos de
plaza.
Seis toros deNúñez del Cuvillo de buen juego en líneas generales. El mejor
el cuarto un toro de mucha calidad y bravura.
Juan Serrano «Finito de Córdoba”,ovación y tres avisos.
José Antonio «Morante de la
Puebla”,silencio y oreja.
Alejandro Talavante,oreja y ovación.
Cuadrillas:Saludó en el tercero Javier Ambel y
destacó en la lidia del sexto. También
saludaron en el sexto, Juan José
Trujillo y Julio López.
FOTOS: MARTA VERDUGO