POR MARÍA FUENTES
Mantenerse firme es una de las virtudes para el éxito en el ser humano, venga de donde venga y haga lo que haga. Lo es también el toreo, imprescindible, elemental. Alguna vez leí que sin ella, sin la firmeza, los genios desperdician sus esfuerzos en laberintos de incongruencias y hoy tiró de ella uno que no es genio, todavía, pero que promete serlo.
José Garrido ha sido esta tarde en la plaza de toros de Béjar ese torero poderoso, un dominador ante diferentes situaciones, un torero que tiró de valor y esa codiciada firmeza ante su primer ejemplar que no era tarea fácil, corrigiendo en todo momento su bruta embestida a base de quietud y técnica. Poco le importó al extremeño, pues se plantó intentando corregir los defectos de su oponente a base de temple y mimo. Arrancó tres tandas largas al de Caridad Cobaleda por la derecha y un meritorio arrimón final propio de quien quiere ser genio y tiene hambre, un hambre inteligente. Tras pinchazo vino ahí su primero oreja, de peso, como peso, más si cabe, tuvo su segunda actuación donde se rompió al natural el extremeño, encajadísimo. Bajo el mentón, echó los vuelos y vino su mejor versión. La primera serie con la derecha buscando la medida y la distancia, templó, y cambió de mano para sellar largos y templadísimos naturales. Sentido en lo realizado, cantidad y toreo caro que culminó con una estocada entera para recoger los máximos triunfos.
Triunfo que selló en volandas con Capea, que cortó dos orejas en el abreplaza ante un buen ejemplar de Caridad Cobaleda que pecó desde inicios de falta de fuerza. Toreó bien a la verónica Pedro para iniciar un trasteo de muleta a pies juntos, con mimo. Se fue a los medios, le dio tiempo y articuló una faena a media altura y lo mejor por el pitón derecho. Estocada entera y dos orejas.Volvió Capea en su segundo a dejar la mejor versión por el derecho con tandas templadas y largas, pero a la faena le faltó transmisión. Toreo maduro y aseado ante ‘Gamberroso‘, que fue a menos. Pinchazo y ovación.
Ovación tuvo también en su primero un Damián Castaño que emborronó con los aceros una faena que era de premio. El salmantino es la raza, y la entrega propiciada por el hambre de oportunidades. Abrió faena de rodilla. Por derechazos, para ya en pie, firmar en el centro dos series por la derecha templadas, a media altura. Lo intentó también al natural y firmó una meritoria tanda, encajado. Pinchazo y ovación. En su segundo, una oreja. Más asentado que no menos enrazado, y el genio, dicen los viejos taurinos de la zona, a veces es mejor dejarlo en caso. Pese a eso, se gustó Damián con remates de faena muy toreros, con un toreo templadísimos por momentos en derechazos largos y series cuajadas. Tragó la embestida del bravo animal y tuvo clase, aunque el sabor final haya sido amargo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Béjar, Salamanca. Corrida de toros. Casi lleno en los tendidos
Seis toros de Caridad Cobaleda.Nobles, tuvieron calidad en líneas generales
Pedro Gutiérrez «El Capea”, dos orejas y ovación.
Damián Castaño, ovación y oreja.
José Garrido, oreja y dos orejas y rabo.