El Fandi, Román y Leo Valadez hacían el paseíllo, este sábado, en la plaza de toros de Las Ventas para la segunda de la Feria de San Isidro. Se lidiaba un encierro de Fuente Ymbro.
El Fandi, silenciado con el noble primero, de escasa humillación
“Jurista”, número 78, de noviembre de 2018 era el primero de la tarde, castaño albardado, bajo pero muy serio por delante y astifino. Un tío en toda regla. Suelto de salida, no dejó lucirse a David Fandila de capote y no se empleó en la primera vara. Se le intentó dar fuerte para avivarlo. Buen tercio de banderillas de David, con eco en los tendidos, cerrado por un efectivo violín. Inicio de faena de rodillas, siempre dando mucha distancia para que el toro corriese y cogiese inercia, y que embistiese al menos dos o tres veces en las series. Pulcro y correcto por ambos lados, creando división entre sus partidarios y no tanto. Estocada tendida, y silencio tras aviso.
La verdad de Román, oreja de mucho peso del bravo segundo
Una oreja de mucho peso cortó Román en el tercero, una lidia que se explica de media faena hacia adelante. Porque cuando cogió la muleta –antes quitó Valadez por caleserinas-, se empezó a ver lo que fue al final la importancia de la faena. Le vio la alegría y la arrancada del toro en banderillas y cómo llegaba a los embroques, por eso decidió darle mucha distancia al toro por la zurda; siempre puesta la muleta, siempre presto a trazar con largura, y siempre muy firme y muy macizo. Una obra que fue a más, y que tuvo dos series rotundas por la zurda. Una poncina final, con un trincherzao y un pase de pecho, fueron magníficos antes de una estocada. El toro tardó en caer y por eso solamente llegó una oreja, porque el tendido le hubiese pedido la segunda si cae antes.
Leo Valadez, dos tremendas cogidas por el tercero
Sufrió una espeluznante cogida Leo Valadez por el tercero de la tarde, un toro que, en el ecuador de la faena, hizo por él de forma violenta, en un volteretón seco que dejó sin consecuencias aparentes al mexicano. Pero tuvo a la plaza con el corazón en un puño durante varios segundos. Y luego, a la hora de enterrar el acero, sufrió otra espeluznante cogida, saliendo despedido de la cara del toro y aparantemente dañado del hombro. Fue un animal emotivo y bravo, con las dificultades que ello conlleva. En el inicio, tuvo que lidiarlo por abajo por la codicia. En la muleta, lo desarboló, porque quiso el mexicano imponer su ley sin exigirle, y al no imponerse, el toro siempre tuvo ese final sucio en su viaje que no logró el azteca domeñar. Por eso se llevó la voltereta primera, y después la segunda acero en mano, saliendo despedido a la hora de estoquearlo.
Meritoria labor de El Fandi con el serísimo y complicado cuarto
El Fandi anduvo bien con el cuarto, un toro muy serio por delante, con cuajo por detrás y con el que estuvo realmente bien David. Porque no fue un animal fácil, ya que sabía lo que se dejaba atrás, se quedaba cada vez más corto y había que estar muy firme; la experiencia de Fandila fue clave para intentar sacarle alguna serie limpia. Antes, había dado fiesta en banderillas, llegando arriba. Lamentablemente, la estocada quedó muy baja. Y todo quedó en silencio tras acertar en el primer golpe de descabello.
La verdad de Román hace un esfuerzo ante el violento y peligroso quinto, y el acero le quita otro premio
El quinto era otro tío, un toro frío en los primeros tercios y que embestía a arreones, haciendo hilo a César Fernández, estando a punto de ser herido contra las tablas. Luego, puso un meritorio par, siendo aplaudido por el tendido, ante un toro que le cortaba. Toro que embestía con mucha violencia y con la cara muy alta. No pasaba el animal en la muleta de Román, que hizo un esfuerzo con él. Estuvo hecho un tío el valenciano, que logró robarle muletazos meritorios por ambos lados, especialmente al natural, cruzándose con suprema verdad. Una pena que la estocada cayese trasera y contraria, lo que hizo que fuese de efecto tardío. Eso le quitó la oreja. Finalmente, dio una justa vuelta tras dos avisos.
Fandi, otra impecable lidia al soso sexto
Impecable de presencia el sexto, al que lució de capote David tanto de salida como para acercarlo al caballo. Toro bajo y bello de hechuras, dentro de su seriedad, el de Fuente Ymbro, al que luego, entre las varas, también quitó variado por gaoneras el granadino. Clavando en la cara en el tercio de banderillas. Y en la muleta vio que tenía condición el toro, y siempre lo empujó, con un inicio a media altura. Hasta que llegó una tanda al natural con mucho temple, ante un toro cada vez más soso. Faena impecable de David, que firmó con una estocada desprendida. Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Segunda de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. Casi lleno.
Toros de Fuente Ymbro. Noble y enfondado, el primero, de escasa humillación; alegre en la arrancada el buen segundo; emotivo y con cierto genio el bravo tercero; geniudo pero codicioso el acometedor cuarto, aplaudido; enraizado y exigente el quinto; de sosa embestida el sexto.
El Fandi, silencio tras aviso, silencio tras aviso en el que lidió por Valadez y silencio.
Román, oreja y vuelta tras dos avisos.
Leo Valadez, ovación camino de la enfermería y herido.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
