José Garrido, Ángel Téllez y Francisco de Manuel hacían el paseíllo este sábado en la plaza de toros de ‘La Tercera’ de San Sebastián de los Reyes dentro de la tercera de su Feria. Se lidiaba un encierro de Polo Saiz.
Garrido templa la clase, pero le falta el fondo del primero
El remiendo de Torrealba se lidió en primer lugar, y no tuvo mal aire en el capote templado de José Garrido, aunque el extremeño lo cuidó mucho, sabedor de su escasez de fuelle. Tuvo brillantez el quite por chicuelinas, Justo antes de brindar al público. Y tuvo nobleza, calidad y hasta cierta clase el de Torrealba, pero le faltaron fuelle y sobre todo raza para aguantar la pelea con Garrido, que se lo hizo todo bien. Tuvo paciencia para afianzarlo, acierto para ponerlo en ritmo y clase para soplarle naturales de tan ralentizado diapasón como escasa transmisión por parte del toro. Lo mató de una excelente estocada y saludó una ovación.
Téllez quiere torear al correoso segundo y todo queda en un silencio
El segundo, ya del hierro titular, sacó una acometida áspera y correosa que puso en problemas con el capote a Ángel Téllez hasta que llegó el penco y le rompieron la vara en el lomo. Pero no hubo más entradas al caballo. Con la muleta quiso ponerse muy académico Téllez y hacerle las cosas como manda la norma, pero la aspereza, la protesta y la falta de raza del de Polo Saiz dejó la pelea en un aburrido intento de torear sin tener delante con qué. Mal con la espada, escuchó silencio.
Una firme obra de De Manuel al tercero se la lleva el fallo con los aceros
La clase De Francisco de Manuel fue lo único que sobresalió en el saludo del tercero, al que recibió con una larga cambiada y un ramillete de verónicas mejora trazadas que tomadas por el toro. Un puyazo bastante medido bastó en el tercio de varas, porque después fue la lidia de Daniel Duarte la que ayudó al animal a irse hacia adelante. Pero al final fue la firmeza De Francisco de Manuel y su total falta de dudas lo que terminó cimentando una faena en lo que no se atisbaba nada. Tuvo fe, tuvo acierto y tuvo, sobre todo, temple para robarle series fe mucho fuste al marmolillo de Polo Saiz. También para pegarle circulares en el epílogo, pero no para meterle la espada a la primera, y eso fue lo que provocó el silencio final.
Garrido le pega naturales a la estatua cuarta y todo queda en ovación bajo el diluvio
El cuarto, colorado bragado y meano, tuvo más temperamento que los anteriores, pero aún así le dejó Garrido un par de lances y una media de mucha categoría. Dos puyazos tomó el animal, uno en la puerta y al relance y otro en el sitio sin mucha entrega, por eso desistió Garrido de hacerle quite. Quizá tenía fe en que acudiera el toro a los engaños, pero fue un espejismo . La demostración de oficio y de sapiencia del extremeño robándole muletazos con toda la pureza que era posible a un animal renuente y manso de libro, tal vez por la lluvia, quedó en una ovación incluso con una estocada efectiva.
Téllez le deja al quinto un manojo de naturales y seis pinchazos
Él quinto, más por detrás que por delante, tuvo cinco arrancadas buenas en un quite por chicuelinas de Ángel Téllez, pero fue atolondrada la lidia, aunque brindase Téllez al público. Tal vez sabía que podría soplarle media docena de naturales más o menos bien trazados, que fue lo que ocurrió en realidad, pero no contaba con esa horrible forma de entrar a matar que no fomenta en absoluto los trofeos. Todo lo demás fue anecdótico.
El hambre de De Manuel termina superando al aguacero
El castaño salpicao que cerró plaza fue un tío comparado con los demás. Dos pitones por delante y traba para empujar, pero le faltó ritmo para terminar las verónicas del saludo solvente de Fran de Manuel. Un puyazo se llevó el animal, pero duro. Aún así, supo Francisco salirse con doblones a los medios y allí tirar rápido de mano izquierda, con paciencia, para templarse mucho las pasadas al de Polo Saiz, el único que las tuvo medio humilladlas. Le puso mucho De Manuel a las obra, tirando con serenidad de una embestida noblona pero sin profundidad. Si la tuvo su forma de estructurar y la estocada fulminante, que propiciaron la concesión de las dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes, Madrid. Tercera de Feria. Corrida de toros. Un cuarto de entrada.
Toros de Polo Saiz. Y uno, el primero bis, de Torrealba. Noblón y con calidad sin raza el primero; áspero y protestón el destacado segundo; mansurrón y tardó el deslucido tercero; manso y parado el cuarto; mansurrón, sin raza y muy parado el quinto; pasador y sin clase el sexto.
José Garrido: Ovación y ovación
Ángel Téllez: Silencio tras aviso en ambos.
Francisco de Manuel: Silencio tras aviso y dos orejas.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
