A las seis y media de la tarde rompía el paseíllo en la cuarta de abono de la Feria de La Albahaca, con Cayetano, Roca Rey y Ginés Marín liados y listos para despachar un encierro salmantino de El Pilar.
Faena a menos de Cayetano con el noblón primero
Con cinco minutos de retraso arrancó el paseíllo en la cuarta corrida de toros de la feria de San Lorenzo de Huesca, en una tarde bochornosa y amenazante de lluvia, con viento que pareció amainar al romperse el paseíllo. Abrió plaza «Alambrisco», un toro negro salpicado de la ganadería salmantina de El Pilar, muy en el tipo de la casa y muy trotón de salida, con el que Cayetano toreó sin apreturas destacando una templada larga. Una entrada y dos puyazos recibió el toro, el primero muy contrario, para esperar mucho en banderillas y poniendo en apuros a los de plata. No hubo brindis de Cayetano, que comenzó su faena animosamente, con muletazos rodilla en tierra y molinetes. Empezó rebrincado el de El Pilar pero lo templó su lidiador con dos buenas tandas de derechazos jaleadas por el público. Algo más corto fue a zurdas el animal al que Cayetano le sacó un lento natural, entre el vendaval racheado. A menos fue la faena de Cayetano a un noble toro. Una estocada tendida de rápido efecto acabó con el primero de la tarde, y eso hizo que la petición fuera en aumento haciendo dudar al usía, que finalmente no concedió el trofeo. Incomprensiblemente el público no ovacionó después al torero quedando todo en silencio tras petición de oreja.
Roca Rey tira de repertorio para abrir la puerta grande ya en el segundo
«Mirabajo» fue el segundo, un colorado bajo y cornidelantero que dió muestras de parecer reparado de la vista de salida al que Andrés Roca Rey trató de lancear sin lucimiento. Pareció espabilar tras la buena vara y la mejor lidia que recibió el toro. No hubo brindis por parte de Roca Rey que se lo sacó pronto a los medios para ponerse con la diestra, tratando de encelar al colorado que tenía nobleza y un punto de sosería. Fue a más la faena por ese lado la labor de Roca, que consiguió arrancar los primeros olés y ovaciones de su actuación. Igual fue el tono de la faena por el lado izquierdo con naturales de bella factura. Cuando el toro comenzó a pararse y distraerse, tiró Andrés de repertorio, con pases por la espalda, circulares en un arrimón que levantó a los espectadores de los asientos. Estoconazo desprendido de efecto fulminante y dos orejas para Roca Rey, que le abre la puerta grande.
Faena a más de Ginés Marín, que corta la oreja del tercero
Lucido fue el saludo capotero de Ginés Marín al tercero, «Ligante» de nombre, de pelo tostado chorreado, al que le dieron un muy contrario puyazo. Lucido también fue el tercio de banderillas y después brindó el torero pacense al respetable. El toro tenía nobleza pero pecaba de ser irregular, abriéndose a veces en exceso y calamocheando otras. Más lo hizo a zurdas pero el buen momento de Marín tapó los defectos del toro, logrando que su faena fuera jaleada por el público. Gustaron mucho los circulares de Marín mediada la faena con el toro venido a menos. Un desplante arrojando la muleta al ruedo fue la guinda de su faena. Siguió por ese palo Ginés Marín, arrimón y circulares, y mató de estocada corta, trasera y tendida. Oreja para Ginés Marín.
Cayetano, el golpe que necesitaba en una plaza de relevancia: dos orejas del cuarto de El Pilar
Más largo pero bajo fue el cuarto, «Sombrerero» de nombre, un colorado que salió corretón y sin fijeza en el capote de Cayetano Rivera Ordóñez, dejándose el toro pegar una par de lances a una mano. Se fue al relance en cuanto vio salir a los picadores y recibió un buen puyazo. Siguió embistiendo con la cara alta en los capotes pero una buena lidia fue la mejor receta, encelando al toro que mostró más humillación a medida que se desarrollaba el tercio de banderillas. Brindis de Cayetano que comenzó la faena agarrado a tablas, sacándose con pases por alto al toro de El Pilar. Le dió distancia Cayetano al toro y este respondió humillando y haciendo el avión en la muleta de su matador, que enjaretó dos buenas tandas de derechazos. Fue diferente el toro por el izquierdo, que mostró sosería por ahí. Los templados derechazos de Cayetano ni tuvieron mucho eco en los tendidos, así que este tiró de valor echándose de rodillas y ligar molinetes que agradecieron a los asistentes con olés y ovaciones. Molinetes, pases por alto, desplantes de rodillas y pases por alto con la zurda de hinojos, llegaron más al tendido que el toreo fundamental. Estocada arriba que fue suficiente y petición de oreja unánime del doble trofeo, que concedió el presidente. Dos orejas para Cayetano.
Roca Rey vuelve a convencer a todos menos a uno en el quinto
«Burriño» fue el sexto, un castaño de capa más basto que sus hermanos anteriores, estando más en «Raboso» que en «Juanpedro». Lo paró Roca Rey, andándole por delantales, por el poco celo que mostró el de El Pilar.se dejó pegar en varas, llegando a meter los riñones. Se dejó hacer un quite de suaves verónicas por parte de su matador, estando el toro más pendiente del caballo que del capote de Roca Rey. Con un tironcito a las afueras empezó el peruano su faena al de El Pilar, animal humillador pero al que le faltaba fijeza y le sobraba sosería. Le dió distancia Roca al toro para aprovechar la virtud de venirse, y con la inercia, le enjaretó derechazos templados, encelando al animal dejando el trapo en la cara. Siguió con esa receta el matador haciendo que el toro fue a más, y finalizando la faena se metió entre los pitones. Las luquesinas invertidas pusieron a casi todos los aficionados al grito de «tú si que vales» de las peñas. Estocoda tendida, muerte de bravo entre la ovación de torero y peñas al animal, y el delirio, pero el usía no atendió la unánime petición del segundo trofeo, dejando todo, incomprensiblemente, en una oreja.
Ginés Marín no baja el ritmo y corta la oreja del sexto
También salió con poco celo «Medicito» que metió los riñones y empujó con fijeza y abajo en el peto. Mostró humillación y largo viaje el toro en un ligero tercio de banderillas. Rodilla en tierra para el inicio de faena de Ginés Marín que se sacó de inmediato al toro a los medios. Aunque tardo en principio, luego repetía con brío el toro y Ginés Marín se acopló bien en la primera tanda de naturales, siendo este pitón el mejor del toro. Tras otra buena tanda volvió a la diestra, quedándose el colorado toro más corto por ese lado pero Ginés supo mantener el nivel de su faena con martinetes y pases de pecho. Una tanda más, y buena, de naturales con el toro venido a menos. Arrimón final del torero pacense con péndulo y derechazos de uno en uno. Aviso mientras cuadraba al toro y estoconazo que tiró patas arriba al de El Pilar. Unanimidad en la petición y oreja para Ginés Marín.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Huesca. Feria de La Albahaca, cuarta de abono.
Toros de El Pilar, bien presentados.
Cayetano: silencio y dos orejas.
Roca Rey: dos orejas y oreja.
Ginés Marín: oreja y oreja.
FOTOGALERÍA: PHILIPPE GIL MIR – ANFT