Ante un lleno en noche de agradable clima, se dio la corrida de toros mixta con la que se festejaron los 100 años de la fundación de la afamada ganadería queretana de Xajay, resultando triunfadores Isaac Fonseca, por el indulto de “Hermano del Alma” y, Juan Pedro Llaguno al cortar dos apéndices para que, ambos, al final, fueran paseados en hombros. También “tocaron pelo” Sebastián Castella y Diego Ventura. Alejandro Talavante, Octavio García “El Payo” y el novillero Marco Pérez, con todo y regalo, se fueron en blanco.
Así pues, una vez hecho el despeje de cuadrillas, se le entregó un reconocimiento al ganadero de Xajay, el arquitecto Francisco Javier Sordo Madaleno Bringas, por el centenario de la histórica dehesa.
Se lidiaron ocho ejemplares de la centenaria divisa en verde y rojo, siendo bueno el novillo y soso el de regalo, además de ser bueno el que se destinó para rejones. De los de la lidia a pie, el primero fue complicado, el segundo fue regular, el tercero se dejó, el cuarto dio buen juego y se le dio arrastre lento y, muy bueno fue el quinto, al que se le otorgó el indulto, “Hermano del Alma”, número 60 y con 480 kilos.
Abrió el festejo el novillero salmantino Marco Pérez, con un astado bravo y codicioso, al que saludó con buenos lances a la verónica y verse mejor en un templado quite por mandiles. Buena puya de César Morales. Con la muleta, Marco supo entender a su antagonista en las primeras tandas, le tomó bien la distancia y tuvo momentos que le jaleó el público. Por naturales lo hizo con ritmo y armonía. Hizo el toreo en redondo, añadió detalles toreros y al final malogró todo con la espada, incluido una voltereta sin consecuencias, para ser aplaudido.
El caballero en plaza, el luso andaluz Diego Ventura a su toro, llamado “Don Juan”, que tuvo fijeza, pero, le faltó recorrido, le colocó un rejón de castigo y lo aprovechó bien. Tras brindarle su labor al ganadero de la noche, se lució al clavar banderillas al cambio. Encima de “Bronce” siguió destacando con los palos de la misma manera y al violín, gustándole a la gente. Lo despenó hasta el segundo viaje para lograr cortar una oreja.
A pie, el galo Sebastián Castella veroniqueó con clase a su astado, “Centenario” que, no era fácil y, mejor estuvo en un ceñido quite por chicuelinas. Le brindó a don Francisco Javier Sordo Madaleno y su labor muleteril la empezó doblándose oficiosa y toreramente para hacerse del toro y entonces cuajar una faena de poder pues había que aguantarle las complicadas embestidas al lajeño. Fue evidente que el toro por el pitón izquierdo no quiso. Así que el trasteo fue derechista, dejando pases de mucho mérito. Cerró con manoletinas ajustadas para dejar una media estocada en buen sitio y, aunque el burel tardó en doblar, se le otorgó una oreja.
En su astado, regular, el badajocense Alejandro Talavante se lució en lances a la verónica y tafalleras. Luego del segundo tercio se desmonteró Fernando García -hijo-. Con la sarga, Talavante empezó su trasteo en el tercio, quedándose muy quieto, para después lograr algunos pases sobresalientes en las primeras series derechistas, aunque lo mejor lo ejecutó con la mano izquierda, haciendo el toreo atemperado y con esa expresión torera muy personal que atesora Alejandro. Destacó una arrucina y acabó ejecutando joselillinas. No acertó al matar y fue silenciada su labor.
El queretano Octavio García “El Payo”, en su toro, de buen desempeño, jugó bien los brazos en lances a la verónica con temple y arte. Con la franela, realizó una buena faena aprovechando las condiciones del “socio”. Tuvo pasajes de mucha torería y temple, pero, al final falló con el estoque y fue silenciado tras un aviso.
A su burel, “Maleno”, bravo y con calidad, el también local Juan Pedro Llaguno lo recibió de rodillas con un personal lance y, de pie, veroniqueó con gusto. Cubrió entre aplausos el segundo tercio, de manera emotiva, sobresaliendo su cuarto par, que fue al cambio y, con la pañosa, luego de brindarle a la esposa del ganadero titular, comenzó doblándose toreramente para realizar una faena más con ganas y disposición, logrando algunos pases importantes. Cerró con ajustadas manoletinas para matar de certera estocada y entonces el palco de la autoridad le concedió las orejas y al toro se le dio arrastre lento.
Y en el estupendo toro llamado “Hermano del Alma”, bravo y emotivo, marcado con el número 60, con 480 kilos, que le tocó al michoacano Isaac Fonseca, se fue a los medios a recibirlo de rodillas con tres faroles y, de pie, instrumentar chicuelinas alegres para armar gran alboroto entre la gente, levantándola de sus asientos. Con la tela escarlata, tras brindarle al mundialmente reconocido diestro madrileño Julián López “El Juli”, quien ocupaba una barrera, inició de hinojos en los medios con dos cambiados por la espalda y los de pecho, llenando de emoción la plaza. Ya de pie, cuajó una faena en el mismo tenor de efusividad, donde las ganas, la entrega y la disposición fueron la base del trasteo que siempre fue a más. Hubo pases de buen trazo, con profundidad por ambos pitones y, entonces, vino la petición de indulto. Isaac siguió dándose gusto toreando de manera variada y lucida. Se otorgó el perdón a la vida del gran astado y Fonseca terminó dando triunfal vuelta al ruedo acompañado del ganadero Francisco Javier Sordo Madaleno.
Y hubo un novillo que regaló el ibérico Marco Pérez para salir con todo y recibirlo en la zona de tablas con una larga cambiada de rodillas y, de pie, veroniquear con calidad, superándose en un brillante quite por chicuelinas. Con la muleta comenzó en los medios con dos cambiados por la espalda y, ya incorporado, instrumentar un trasteo entregado y dispuesto, pero, el astado le iba a media altura. Sin embargo, ahí estuvo el torero, por encima del ejemplar. Volvió a errar con la espada y se le despidió entre aplausos.
FICHA DEL FESTEJO
Provincia Juriquilla, Querétaro. Corrida de toros mixta con la que se festejaron los 100 de la fundación de la afamada dehesa de Xajay. Provincia Juriquilla. Lleno en noche de agradable clima.
Ocho ejemplares de Xajay, siendo bueno el novillo y soso el de regalo, además de ser bueno el que se destinó para rejones. De los de la lidia a pie, el primero fue complicado, el segundo fue regular, el tercero se dejó, el cuarto dio buen juego y se le dio arrastre lento y, muy bueno fue el quinto, al que se le otorgó el indulto, “Hermano del Alma”, número 60 y con 480 kilos.
El rejoneador Diego Ventura: Una oreja.
Sebastián Castella: Una oreja.
Alejandro Talavante: Silencio.
Octavio García “El Payo”: Silencio tras un aviso.
Juan Pedro Llaguno: Dos orejas.
Isaac Fonseca: Vuelta al ruedo con el ganadero tras faena de indulto a “Hermano del Alma”, número 60 y con 480 kilos.
El novillero salmantino Marco Pérez: Palmas y palmas en el de regalo.