PAMPLONA

Una faena grande de Aguado en tarde de espadas sin filo


viernes 11 julio, 2025

Juan Ortega selló una destacada y personal obra al primero, pero sin acero; también la tizona le falló a una autoritaria segunda tarde en el abono de Roca Rey, mientras que Pablo Aguado selló al tercero la faena de lo que va de feria. Y tampoco entró la toledana.

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Aguado. Foto: Méndez

Fue tarde de espadas sin filo pero la séptima de abono trajo consigo la (hasta ahora) faena de la feria y, también por el momento, la mejor corrida del abono. También la mejor hecha. El toro de Pamplona. Ni más ni menos. De mejor nota los tres primeros, con el tercero anduvo Aguado a un nivel superior, pero falló con el acero, igual que luego en el sexto, de menos clase, con el que también hizo una seria apuesta. Pudo también cortar orejas Roca Rey en cada uno de sus toros a los que potenció con poder y mando, mientras Juan Ortega también deletreó el toreo en el que partió plaza, antes de toparse como sus compañeros, con el hueso a la hora de matar.

Ortega malogra con el acero una faena de mucha enjundia al primero

Largo, con la cara para delante, de pitón vuelto el primero, al que dibujó un torero saludo a la verónica Juan Ortega, ganando terreno genuflexo. Se empleó el toro en el caballo y tuvo son y ritmo en la muleta. Precioso y arrebujado inicio rodilla en tierra camino de los medios. Tanto se reunió que a punto de ser cogido tras ser arrollado con las patas traseras en el último pase. Tuvo la faena enjundia. Lo bordó el sevillano toreando despacio y a compás sobre todo a derechas. En medio de la algarabía y la marabunta dejó momentos sublimes para quien quisiera o supiera paladearlos. De no atravesar al toro, seguramente (porque aquí nunca se sabe) le hubieran pedido una oreja.

Faena autoritaria de Roca Rey, que se deja el premio en el descabello en el segundo

Fuerte y musculado el colorado segundo, bajo y amplio de sienes. Muy serio. Roca Rey se echó de primeras el capote a la espalda, y el toro, aún sin ahormar, le tropezó las gaoneras y a poco se lo lleva por delante. Midió al toro en el peto y le principió faena de modo explosivo, de rodillas, con pases cambiados en los medios. Dio sitio y tiempo al toro, y con la muleta por delante, le exigió por abajo con la mano derecha en dos series de nota, la última finalizada con un pase de pecho casi circular después de cambiarse la muleta por la espalda. Por el lado zurdo el toro punteó el engaño pero aún así el peruano, aunque no pudo ligarlos, le robó varios naturales excelentes por reunión y remate. Finalizó entre los pitones y le hizo diabluras al de Jandilla con la autoridad que le caracteriza. Tardó el toro en doblar después de la estocada, hubo de usar el descabello, sonaron dos avisos y se esfumó el premio.

Aguado malogra con la espada la (hasta ahora) faena de la feria

Largo y fino de cabos el tercero, acodado de pitones, más estrecho pero tremendamente serio. Usó su generoso cuello para humillar en el capote de Aguado que ya con el capote dibujó un estupendo quite por delantales con media incluida. No se lo pensó con la muleta. Un tirón a los medios y a torear. Pero de qué manera… vertical la figura, natural el trazo, reduciendo la embestida, todo con un ritmo y una clase inigualable. Dejándose ir, acompañando con gusto y adornándose con gracia. Hubo un cambio de mano por delante y un kikiriquí soberbios. El toro, que tuvo calidad tela, echó la cara arriba al entrar a matar, pinchó Pablo repetidas veces y se fueron las orejas.

Ortega se deshace pronto de un cuarto que se defendió siempre

Bien hecho el melocotón cuarto. De pitón vuelto. Serio sin exageraciones. El toro de Pamplona. Ni más ni menos. Manseó en el peto, saliendo de naja en la segunda vara. Ortega le anduvo cumbre por la cara en el inicio pero luego no lo vio tan claro con un toro que se defendió siempre, soltando la cara y sin humillar. Le tiró sin puntilla de media en la yema.

Roca Rey hace romper para delante con paciencia y aplomo al reticente quinto pero vuelve a fallar con el acero

Amplio el quinto. Serio sin estridencias. Marcó querencia en los primeros tercios, tanto que lo picaron en chiqueros. Reservón en la muleta, le costó romper para delante. Apostó Roca Rey por él, le tuvo paciencia y fe, le esperó y tragó y logró hacerle romper para delante. Hasta le acabó exigiendo por abajo y sobre todo con la mano derecha dio consistencia a un trasteo que se quedó sin premio por sus reiterados fallos con el acero.

Torero esfuerzo de Aguado con un sexto que se movió sin clase

Largo de viga el sexto, fino de cabos, enseñando las puntas. Agresivo, con cuello. Humilló de salida, pero luego, dentro de su prontitud y movilidad, le faltó clase en el último tercio. Faena de esfuerzo y apuesta de Pablo Aguado pero sin salirse de su concepto. Todo sin descomponer la figura ni enseñar los tirantes. Incluso tuvo tiempo para adornarse con gracia en unos preciosos molinetes de cierre. Pero volvió a fallar con el acero.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Pamplona. Séptima de la Feria del Toro. Corrida de toros. No hay billetes.

Toros de Jandilla y uno, el quinto, de Vegahermosa. Con son y ritmo el primero; noble y con un buen pitón derecho el segundo; con clase y calidad el tercero; manseó y se defendió el cuarto; le costó romper para delante al quinto; se movió sin clase el sexto.

Juan Ortega, de manzana y oro: silencio y silencio.

Roca Rey, de celeste y oro: palmas tras dos avisos y silencio tras aviso.

Pablo Aguado, de catafalco y oro: ovación y palmas.

CUADRILLAS: Saludó Iván García en el sexto.

FOTOGALERÍA: MÉNDEZ

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