PABLO LÓPEZ RIOBOO
Segunda corrida de toros
a pie y cuarta del abono pamplonica. A las seis y media de la tarde trenzaban
el paseíllo un toledano y dos sevillanos con una corrida de Cebada. Volvían los toros de la divisa
gaditana para una terna compuesta por el veterano Eugenio de Mora y los jóvenes sevillanos Pepe Moral y Javier Jiménez.
El primero de Cebada fue un animal exigente, cumplió de forma
notable en el jaco -se le pegó en exceso-, se desplazó en los capotes sin
demasiada humillación, pero al llegar a la muleta el animal empezó a
desarrollar genio. Por el derecho se los tragó en el inicio, pero conforme
avanzó la faena sacó complicaciones. Imposible por el izquierdo. Muy valiente
Mora en una faena en la que no volvió la cara en un animal con peligro. Tras
una fea estocada dejó una estocada delanterita. Silencio para el toledano.
Toro con mayor nobleza este segundo que su hermano , con
tendencia a la mansedumbre pero con cierta nobleza. Quitó por Tafalleras
Jiménez para luego Moral construirle una faena de entrega y solidez. En la
muleta el animal desarrolló esa mansedumbre que cantó en los primeros tercios.
Soso y con poca transmisión resulto el bragado que hizo segundo. Porfió el
torero en una labor en la que intentó sacar agua de un pozo seco. Tras la
estocada fue silenciado.
Firme y decidido estuvo Javier Jiménez con el noble tercero, le
planteó una faena basada en el temple y las buenas maneras. Tuvo mejor inicio
que final de muletazo el de Cebada, siempre colocándose en el sitio, le tomó
las distancias y el animal respondió. Faena sólida y valerosa en la que no le
planteó ni una duda el de Espartinas ante un animal con nobleza pero ni mucho
menos fácil. Madurez durante toda la lidia de un torero que tras el paso por
Sevilla sigue demostrando el momento por el que pasa. Cuando cerraba la faena
rodilla en tierra sufrió tres volteretas que lo dejaron fuertemente dolorido en
el suelo, una verdadera paliza. Volvió a salir cuando iba camino de la
enfermería, pero la espada le privó de un triunfo que tenía en la mano.
Mansón resulto el astifino y grandón cuarto, un animal que nunca
se empleó en los trastos. Faena decorosa de un Eugenio de Mora que pechó con un
lote de nulas opciones. Este cuarto se dejó en varias series cuando no se le
obligó, pero iba de mentira, cuando tuvo al toreo hizo por él, afortunadamente
sin consecuencias. Digna actuación ante un toro que se puso protestón y a la
defensiva. Se atascó con el descabello y su labor quedó en silencio.
Feo, grandón y fuera de tipo resultó el noble y desrazado
quinto, al que el torero de los Palacios le recetó una faena solvente. Faena de
templa y buen gusto ante un animal que nunca quiso ir hacia adelante. Moral
nunca le perdió la cara a un animal que a sabiendas no le iba a dar opciones de
triunfo. Sin suerte el sevillano en la tarde de hoy en Pamplona, que al menos
en el quinto pudo sacar a relucir su concepto del toreo.
Feo, largo y agalgado resulto el que cerraba festejo, un toro
que salió suelto de los capotes, sin gracia en sus embestidas. Quitó con
solvencia por ‘navarras’ el torero de Espartinas, dejando constancia de sus
ganas. Embistió con buen aire el animal en el capote de ‘Lipi’, tuvo
humillación y cierta suavidad, pero siempre con cierta tendencia a tablas,
apretando hacia ellas. Le imprimió temple Javier a un animal reacio a repetir
las embestidas, todo pausado ante un toro que no quería cercanías. Oficio y
valor de un torero que hoy ‘dio
el callo’ en Pamplona. Cuando
le ganó la pelea el de Cebada se rajó. En terrenos de tablas le sacó muletazos
sueltos a un animal ya reacio a la pelea. Se pasó algo de faena por lo que el
animal no dio las facilidades necesarias para enseñarle la muerte, la
espada al igual que en el tercero no viajó certera en la primera ocasión
Ovación para Jiménez en el cierraplaza
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. 4º de abono. Lleno en los tendidos
Toros de Cebada Gago, serios y voluminosos. Mansos y desrazados,
salvo el tercero que sacó fondo.
Eugenio de Mora (Carmesí
y oro): Silencio y silencio tras aviso
Pepe Moral (Gris plomo y oro): Silencio y vuelta
al ruedo
Javier Jiménez (Blanco y oro): Ovación con
saludos y ovación
GALERÍA: EMILIO MÉNDEZ