Javier Zulueta fue el triunfador en la final del Ciclo de Promoción al cortar una oreja al sexto. El sevillano fue quien más huella dejó, volviendo a gustar mucho con un toreo de gran calidad y sevillanía. Francisco Mazo también dio una vuelta al ruedo en el primer novillo, mientras que Mariscal Ruiz volvió a destacar con un toreo templado.
FICHA:
Se lidiaron novillos de Dolores Rufino, bien presentados y de buen juego los tres primeros.
Francisco Mazo, vuelta tras petición y ovación tras aviso.
Mariscal Ruiz, ovación tras aviso y ovación tras aviso.
Javier Zulueta, vuelta tras petición y oreja.
Más de media entrada. Al finalizar el festejo se cortó la coleta el banderillero Manuel Muñoz ‘Lebrija’.
COMENTARIO:
Francisco Mazo puso alto el nivel de la final con una primera faena en la que templó muy bien a un novillo noble y de buena embestida. Brilló más en el toreo diestro, logrando series ligadas y muy rematadas a un animal que se comía la muleta. También al natural tuvo buenos momentos en una faena que remató de estocada. Hubo petición no atendida por el palco y dio la vuelta al ruedo.
El cuarto fue un novillo menos colaborador con el que Mazo no lo tuvo fácil. Basó la faena en el pitón izquierdo pero no logró conectar con el tendido en una labor de mérito pero de escaso brillo que no remató bien con los aceros.
Mariscal Ruiz dio lances despaciosos al segundo novillo de la tarde, en el que también brilló con los palos. Con la muleta toreó despacio con la derecha y también al natural a un astado que se rajó pronto. A pesar de ello lo supo encelar al natural, dejando muletazos de gran lentitud y buena estética. Alargó la faena en exceso y mató de estocada. Fue ovacionado.
Mariscal se fue a portagayola en el quinto y estuvo variado de capa. Compitió en quites con Zulueta, respondiendo con tafalleras a las verónicas de éste. De nuevo puso banderillas destacando un par al quiebro. Brindó a Tomás Campuzano y comenzó de rodillas en los medios, mostrando otra vez su virtud de torear despacio en las series que siguieron, sobre todo las diestras. Faena de superioridad a un novillo noble al que le faltó transmisión. Mató de estocada y fue ovacionado.
Javier Zulueta toreó a la verónica con buen estilo a un novillo al que después haría una completa faena con toreo de gran calidad por ambos pitones. El buen gusto presidió su actuación, que también tuvo aplomo, ligazón y temple. Una labor de altos vuelos que volvió a impactar en el público, que pidió con mucha fuerza una oreja que la presidenta no concedió.
El sexto el novillo apretó en el capote y no le permito lucirse. Tampoco fue fácil en la muleta, pensándoselo mucho en cada embestida. Zulueta estuvo por encima extrayendo algunos muletazos buenos por el pitón derecho, el lado más claro. El final de faena con ayudados y adornos preciosos creó ambiente de triunfo. Mató de gran estocada y cortó una oreja.