La plaza de toros mexicana de Jiquilpan de Juárez acogió ayer domingo, 26 de diciembre, una novillada con picadores mixta que supuso el debut de luces en las plazas de toros aztecas del murciano Jorge Martínez. El de Totana actuó junto al novillero Arturo Gilio, en un festejo que abrió el rejoneador Fauro Aloi. Para la ocasión se lidiaron novillos de la histórica ganadería de Torrecilla que resultaron ser nobles en líneas generales.
Jorge Martínez saludó al tercero de la tarde, de nombre “Trino”, con gusto a la verónica. El joven sorprendió al público mexicano por su personalidad toreando. Jorge es distinto, se sabe quién está toreando. México cató su fórmula del toreo donde el clasicismo se da la mano con el pellizco y el valor. El novillo de Torrecilla se dejó por ambos pitones y el murciano dejó lindas series. Por la derecha exprimió las buenas acometidas del burel, dando tandas de cuatro muletazos y el de pecho que levantaron al público de sus asientos. Pero por el izquierdo el debutante se entretuvo en bordar, o modelar como hacen en su tierra los alfareros, el toreo al natural. Obra sobresaliente, rematada bien con la espada, y premiada con una oreja unánime.
En el sexto se desbordaron las emociones con la rotundidad del murciano que estuvo apoteósico con un noble animal de Torrecilla al que le cuajó un soberano trasteo. Relajado, y como si estuviera toreando en el patio de su casa, Martínez se pegó una borrachera de toreo de verdad ante un animal que embistió muy a la mexicana. Lio gordo de Jorge Martínez que pasaportó al bicho con acierto y paseó las dos orejas.
Arturo Gilio armó un buen trasteo al segundo de la tarde, un Torrecilla que embestía de manera profunda por el pitón derecho. Fue por ahí donde el mexicano dibujó lo mejor de su actuación con buenas series compuestas por muletazos largos y bien rematadas con pases de pecho. La espada le jugó una mala pasada y se quedó sin cortar trofeos.
El quinto fue deslucido y llevó al traste los deseos de agradar de Gilio, que lo intentó por activa y por pasiva. Pero no había nada que rascar. Escuchó silencio.
El rejoneador Fauro Aloi cortó un trofeo al primero de la tarde tras una labor que llegó con fuerza y emoción a los tendidos. En el cuarto, el caballero rejoneador superó lo conseguido en el primero y realizó una faena sensacional en la que demostró lo afinada que tiene su cuadra. Hubo comunión con el respetable desde principio a fin. Tras matar con acierto paseó las dos orejas junto al cabo de los forcados amadores de México que realizaron una notable pega al primer intento.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Jiquilpan (México) Domingo 26 de diciembre de 2021. Novillada mixta.
Novillos de Torrecilla.
El rejoneador Fauro Aloi: Oreja y Dos Orejas.
Arturo Gilio: Palmas y Silencio.
Jorge Martínez: Oreja y Dos Orejas.
En los novillos de rejones actuaron los forcados de Amadores de México.
