JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO
Héctor
Vicente dormirá hoy, la tarde en que su hermano dejó detalles de gusto,
tranquilo por haber cumplido. Lo hizo frente a un quinto que metió la cara arriba
en su peto, pero al que supo meter la vara justa para que Madrid ovacionara su
momento. La cosa queda en casa. Llegará también, dentro de 25 días, el momento
de Iván. Seguro.
Fue la
tarde en la que a punto estuvo de rozar la gloria Juan del Álamo. A punto
estuvo de sumar otra cuenta más a su rosario de orejas en Madrid particular. No
lo consiguió por un maldito sexto que fue manso de libro y, aquerenciado, se
quiso ir de las telas del mirobriguense en todo momento. Desentendido de
pañosa, emborronó la grandiosa actuación del charro frente a un tercero
humillador, de excelente tranco, chico para lo que pide Madrid –y protestado
por ello- pero lleno de ritmo y muchísima calidad. Un Miguel Abellán sin sitio
frente al noblón primero y un Iván Vicente elegantísimo con el segundo e
imposibilitado frente al nulo quinto fueron la otra parte del festejo. Y para
todo ello, las cuadrillas fueron piezas claves hoy.
Picó al
primero Manuel Bernal, dejando dos puyazos interrumpidos tan sólo por un quite
por chicuelinas de Miguel Abellán. Bien anduvo en la brega Miguel Martín, que
sacó con elegancia el toro del caballo y le propuso capotazos de lidia
económica en la que éstos brillaron por su ausencia. Palos en mano, Ramón Moya
supo adueñarse de la situación ante un toro que echaba la cara arriba en el
embroque y un José Antonio Prestel que se justificó cerrando el tercio. Ante el
cuarto, un toro encelado en la pelea con el caballo, Ramon Moya lo lidió con
gusto para que Miguel Martín pusiera un primer par vibrante y un tercero que
terminó de cubrir de gloria su actuación; en mitad de la hazaña, la actuación
justa de José Antonio Prestel completó el tercio.
Al
segundo, primero de Iván Vicente, le tocó lidiarlo a Joselito Rus, ataviado de
un goyesco verde y azabache. Puso un primer par Lipi correcto de colocación en
medio de dos capotazos templadísimos de Rus. No se arrancaba al tercer par el
toro de Joselito, no estaba pendiente tampoco de Jesús Robledo «Tito”, pero
supo citarlo de lejos para gustarse el torero sevillano en el par. Peleó con la
cara arriba el quinto de la tarde en el caballo de Héctor Vicente, hermano del
matador titular, que lo cogió bien y por ello fue ovacionado por toda la plaza
con un toro encelado en el peto. A media altura lo lidió Lipi, destacando
también los palos de Tito segundos más tarde.
Fue
bravo en el caballo el tercero de la tarde, el toro con más humillación del
encierro de José Miguel Arroyo para el que contribuyó muchísimo a la faena el
capote de los de plata. Hincó ese toro el caballo en los pitones tras el
encuentro con el jaco que montaba Óscar Bernal. Pedro Vicente Roldán lo lidió y
parearon Jarocho y Alfredo Cervantes. Paco María se encargó del tercio de varas
de un cierraplaza manso que cantó en la segunda tanda.
FOTOGALERÍA: PALOMA AGUILAR