HUELVA

La despedida más feliz


jueves 1 agosto, 2019

Dos orejas paseó del cuarto del festejo, un animal premiado con la vuelta en el arrastre; ovacionados resultaron Serna y Escribano con más de media plaza en los tendidos.

Dos orejas paseó del cuarto del festejo, un animal premiado con la vuelta en el arrastre; ovacionados resultaron Serna y Escribano con más de media plaza en los tendidos.

PABLO LÓPEZ RIOBOO

Dos orejas paseó del cuarto del festejo, un animal premiado con la vuelta en el arrastre; ovacionados resultaron Serna y Escribano con más de media plaza en los tendidos.

Se despedía Fernando Cuadri de la afición de Huelva. Tras más de una década de asencia volvía a Colombinas en el año de si adiós. Un adiós que compartía con ele El Cid, un torero cabal y con un curriculum al alcance de pocos. Pues bien, Fernando y Manuel vieron como en el día de su despedida se colmaban todos los sueños que horas antes tenían en la cabeza. Brigada, Almonteño y Rebaja plasmaron sobre el ruedo de la merced todo aquello que define a su ganadería. Bravura, entrega, raza, calidad…, todas esas virtudes que canalizaron en su muleta un torero de Salteras y otro de Sevilla capital. Esa suerte que tuvieron ambos y que supieron aprovechar. El otro sevillano del cartel, Manuel Escribano, se fue de vacío ante un lote inocuo con el que estuvo muy seguro.

El triunfador de la tarde fue Manuel Jesús el Cid. Abrió la tarde un castaño de Cuadri que tuvo en la humillación su mayor virtud. Toro que galopó de salida y metió la cara con clase en el capote del de Salteras. Cumplió en el único puyazo que se le dio pese a mostrar justeza de fuerza. Toro al que había que llegar mucho y tirar de él, tenía su distancia. El Cid dejó series de buen corte, mano baja y templado metraje. Sobresalieron a diestras dos tandas interesantes con el toro pidiendo la muleta siempre por abajo. Exigente en distancias y alturas el toro al que a Manuel consiguió entender en fases de sus trasteo. Al natural el sevillano llevó empapado a un animal que llegó incluso a hacer el avión. Pese al buen trasteo de El Cid la faena no acabó de tener continuidad. Se afligió el toro al final de faena lo que obligó al matador a ir a por la espada. Tras pasaportar al animal escuchó una ovación. El de Cuadri se fue al desolladero entre las palmas de sus paisanos. Ovacionado resultó Curro Robles tras un último par de gran ajuste.

En el cuarto se vivió el capítulo más destacado de tarde. Hubo toro y torero en el ruedo. Un Cuadri de bandera peleaba sin descanso por salvar su vida. Temple, clase, galope, casta, entrega…, y un torero que lo cuajó en series profundas y de mano baja. Se unieron toro y torero para crear una obra para el recuerdo. Toro de nota, bravo en todos los tercios al cual se le llegó a pedir el indulto. Para este que les habla, toros así no deben morir en una plaza. El Cid lo cuajó por ambos pitones. Suavidad, temple, conocimiento de las alturas y distancias, todo ello unido a una suavidad y un temple exquisito. Faena siempre a más, en la que toro y torero dieron la mejor versión de sí mismos. Manuel estuvo centrado, sabiendo que hacer en cada momento y que teclas tocar para que la melodía sonara bien. Pulseó al animal en naturales largos y profundos, de esos interminables. Por el lado derecho no bajó la intensidad del trasteo. Se despedían Manuel Jesús y Fernando de Huelva, y lo hicieron con nota. Firmó su obra con un gran espadazo.

Había entendido a la perfección Rafa Serna al tercero de la tarde, un animal de Cuadri con nobleza pero al que le costaba irse tras los vuelos. A base de temple y paciencia fue el sevillano haciendo a un toro que tras sobarlo mucho acabó sacando fondo. Fue confiándose poco a poco Rafael hasta acabar entendiendo eso que pedía y tenía dentro el toro. La serie de naturales fue clave. De uno en uno, sin obligarle consiguió que el animal embistiera con cierto temple a media altura. Fue clave para en la siguiente con la derecha acabar de meter a la parroquia onubense en la faena. Lo templó con las yemas de los dedos en muletazos pausados, siempre con la cabeza fría y las plantas asentadas. Estaba Rafa dando un golpe sobre la mesa, dejando patente que es un torero más maduro y cuajado pese a estar en el banquillo. Pero lo que iba camino de tocar triunfo se esfumó por el mal uso de la espada. Faenas así no pueden emborronarse de esa forma, y el a buen seguro que lo sabe. Saludó desde el tercio una cariñosa ovación tras sonar un aviso. El sexto fue otro animal deslucido con el que Rafa Serna estuvo digno.

No tuvo opciones Manuel Escribano con ninguno de su lote. El primero por descastado y el segundo geniudo y a la defensiva. En ambos toros el torero de Gerena intentó sobreponerse a las adversidades, pero con semejante lote no se podía hacer otra cosa. Le brindó su faena al segundo a Espartaco, un trasteo con más intención que lucimiento ante un toro de viaje corto y embestida a media altura. En el quinto estuvo siempre en su sitio, apostó por un toro muy agarrado al piso que nunca quiso ir hacia adelante. Expuso Escribano en la faena de muleta ante un toro mirón y descastado. Un animal que se lo guardó todo dentro y al que le costaba un mundo pasar.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de La Merced, Huelva. Primera de la feria de Colombinas. Más de media plaza. Toros de Cuadri, correctos de presentación e interesante juego. Destacó la clase y humillación del primero, la nobleza a media altura y el buen fondo del tercero, así como la bravura y la exigencia del importante cuarto de nombre ‘Rebaja’ premiado con la vuelta al ruedo.

El Cid (Azul Marino y oro): Ovación y  dos orejas

Manuel Escribano (Nazareno y oro): Silencio y ovación con saludos

Rafael Serna (Azul Purísima y oro): Ovación con saludos tras aviso y silencio tras aviso

INCIDENCIAS: Saludó Curro Robles tras banderillear al primero y Lipi y Juan Maguilla en el cuarto.