TEXTO: ADRIÁN MONTORO / FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
Ávila celebraba, en la tarde de este 2 de junio, una histórica corrida de rejones en la que trenzaban el paseíllo Rui Fernandes, Diego Ventura y Leonardo frente al hierro de Adolfo Martín por vez primera en sus carreras. Y un No Hay Billetes en el aforo permitido acompañaba al festejo, que daba comienzo a las siete de la tarde.
Rui, oreja del complicado y mansurrón primero de Adolfo
En el primer toro, Rui Fernandes salió montando a Mágico, caballo tordo rodado de su hierro para parar al astado. «Repollito», cárdeno bragado, era este abreplaza de Adolfo, que salió rematando a los burladeros, suelto y haciendo amagos de saltar al callejón. Clavó Rui el primer rejón de castigo y el toro dio algún arreón pero seguía suelto, mirando a tablas. Clavó un segundo rejón el cabalero portugués con el astado emplazado y no fue hasta que lo enceló de costado hasta que rompió algo el animal. Chenel, un caballo tordo, le sirvió para clavar al quiebro; finalizó faena antes de las rosas y la suerte suprema con El Dourado, otro animal tordo. Con Zaguar clavó tres rosas en todo lo alto consecutivamente. Clavó el rejón de muerte caído caído al lado izquierdo del toro pero efectivo para pasear una oreja.
Ventura emborrona con el acero una labor de emoción a “Aviador”, el segundo de Adolfo
“Aviador” llevaba por nombre el segundo toro de la tarde, un animal con el que Ventura comenzó montando a Guadalquivir, caballo alazán de su propio hierro. Salió a recibir al toro a portagayola, y aunque tardó en salir de chiqueros, Diego lo batió con emoción y clavó en todo lo alto el rejón de castigo. Tras ello, intentó el toreo con Nazarí, caballo estrella de su cuadra. Toreó templado al animal a dos pistas, dándole todo el costado del caballo para acabar clavando en toda la cara del animal ya en tablas. Segundos después dejó una banderilla en la que citó de punta a punta de la plaza dándole todo el terreno al animal, y clavando citando al toro en medio de la plaza. Cambió de cabalgadura y salió montando a Lío, caballo tordo con los lazos de España. Ventura puso entonces distancia con el astado y, yendo al galope hacia el toro, clavó quebrando en toda la cara y en lo alto. Y así dejó otro segundo palo que gustó mucho al tendido. Con Guadiana finiquitó labor, citando al toro haciendo una reverencia para, acto seguido, clavar tres cortas, siendo ejecutadas haciendo la suerte de al violín. Cambio de tercio y al entrar a matar, hizo un metisaca con la espada varias veces… hasta que el toro cayó. Faena de emoción estropeada por el acero. Ovación.
Leonardo saca agua del pozo seco del manso tercero, pero la espada le quita el premio
El tercer toro llevaba por nombre Cocinero, un cárdeno bragado al que Leonardo saludó montando a Elmo, caballo albino. Clavó Hernández en lo alto pero el toro salió suelto a tablas, manseando ya de inicio. Con Enamorado, caballo castaño, el rejoneador intentó sacar al astado a los medios usando la cola de su cabalgadura como si fuera una muleta. Le dio terreno al animal y clavó una segunda banderilla en buen lugar, batiendo bien en el centro del anillo abulense. Cambió de caballo y sacó un castaño del hierro de Silveiras. Clavó batiendo al astado, que volvió a mansear a tablas. Con Xarope, gran caballo de último tercio, clavó tres banderillas cortas en buen lugar y cambió de tercio. El fallo con el acero evitó premio. Fue ovacionado.
Rui Fernandes, ovacionado en el cuarto
“Madrileño” se llamaba el cuarto, un cárdeno bragado que Rui Fernandes recibió con Mistral, de su propio hierro. El rejoneador clavó un primer rejón trasero que provocó la embestida del toro; dejó también un segundo de castigo. Quiebro, caballo tordo, fue el siguiente animal que sacó, encelando al astado con su cola de costado, dándole terreno y clavando al quiebro. Las piruetas dieron fiesta al tendido a lomos de Artista, caballo castaño que sacó para realizar el paseíllo. Colocó al toro en medio de la plaza y balanceando al caballo para llamar su atención clavó las banderillas hasta en tres ocasiones. Volvió a salir Jaguar para clavar dos cortas. Mató de rejonazo caído, siendo efectivo y cayendo el animal. Ovacionado el rejoneador.
La presidencia niega la segunda oreja del quinto a Diego Ventura tras una faena plena con el único borrón de un pinchazo
“Monerías” se llamaba el quinto, de 515 kilos, con el que Diego Ventura salió montando a Joselito, caballo castaño. Clavó un primer rejón que provocó que el toro se encelase en el jaco, viniéndose más abajo en el segundo de castigo el astado cárdeno. Con Velázquez prosiguió Ventura la lidia, un caballo tordo de su hierro. Se arrancó incluso una persona del público a cantar al rejoneador cuando estaba citando al toro desde la otra punta de la plaza, para acabar clavando en todo lo alto. Clavó tras ello otra banderilla de punta a punta de la plaza, sacando en el siguiente envite a Bronce, toreabdo en redondo con el animal dándole los adentros, haciendo una reverencia en la misma cara del toro y clavando finalmente en lo alto en una gran faena. Tras esto, el rejoneador quitó al caballo la cabezada y puso una banderilla de mucho valor y mérito. El público estaba con Ventura y cogió otra banderilla para clavar en corto y adornarse con otra reverencia. Cambió de cabalgadura y volvió a salir Guadiana, adornándose de nuevo con una reverencia y clavando tres banderillas cortas consecutivas. Tras ello, clavó dos banderillas cortas a dos manos yendo de frente al toro, haciendo que el público se pusiese en pie. Pinchazo, rejonazo entero y sólo una oreja concedida por el palco, abucheado por el tendido. Dio dos vueltas al ruedo.
Oreja para Leonardo en el sexto
El sexto y último toro de la tarde, de nombre Baratillo, lo saludó Leonardo montando a su caballo albino de salida, intentando encelarlo pero el de Adolfo salía despistado. Clavó un primer rejón de castigo pero volvía a salirle manso. Con Calimotxo clavó una banderilla y lo templó de costado. Con Sol, caballo de capa albina, clavó una banderilla de punta a punta de la plaza y toreó al toro cosido al estribo; de nuevo buscó el toreo en circular, ofreciendo los pechos de su caballo. Sacó para el siguiente tramo de la faena a Xarope, citando al toro de frente y realizando cabriolas para luego clavar y adornarse en redondo con el animal. Cogió dos banderilla cortas que clavó al violín y se adornó haciendo el teléfono al toro. Lo pinchó, pero mató a la segunda y paseó la oreja.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Ávila. Corrida de rejones. Lleno de No Hay Billetes en el aforo permitido.
Toros de Adolfo Martín.
Rui Fernandes, oreja y ovación.
Diego Ventura, ovación y oreja.
Leonardo, ovación y oreja.