LUCHO HERENCIA
El gran día tenía lugar hoy: Andrés Roca Rey, tras los
gravísimos percances sufridos en los meses de agosto y septiembre en las plazas
de Málaga y Palencia, regresaba a los ruedos en su tierra para la primera
corrida de la Feria del Señor de los Milagros de Lima. En el cartel, su ídolo
desde la infancia, Julián López «El Juli”, con el que compartía duelo con
un encierro de Garcigrande como materia prima ganadera.
Abrió plaza el toro «Tizito”, de Garcigrande, al que
Juli recibió por bajo con suavidad en el capote. De inicio tenía el animal
noble condición, dejando al madrileño estirarse a la verónica. Por lopecinas de
manos muy bajas fue el quite, encendiendo pronto a la concurrencia seguidas por
una media de rodillas y una larga. En el inicio muleteril, y tras el brindis de
Juli a Roca Rey, se cambió el toro por la espada, hirviendo la espalda desde
las primeras de cambio. Por el izquierdo tenía mucha calidad el toro,
corriéndolo largo Julián y aprovechando la noble embestida del de Garcigrande.
Con suma profundidad exprimió a diestras al animal, citando también al natural
muy de lejos y cuajando otra soberbia serie. Gran dimensión y poderío de El
Juli en las siguientes tandas, alargando el viaje del astado salmantino y
conectando plenamente con la afición peruana. Con hasta cuatro circulares
invertidos cerró la faena sin enmendar el terreno, habiendo estado variado con
trincherillas, remates por bajo y pases cambiados. Se tiró de rodillas e hizo a
la plaza volverse un clamor antes de tomar la espada. Pinchazo hondo en el
primer intento y una entera trasera dejó López. Ovación al toro y al torero.
Recibió asentado Roca Rey al de su reaparición,
«Célebre” de nombre, estirándose a la verónica y toreando con suavidad
para ligar luego chicuelinas y calentar el tendido. Por saltilleras quitó,
cambiando el viaje en el último momento, tropezándose en la larga y continuando
la suerte por gaoneras y conseguir la ovación. Estatuarios dando el pecho y una
trinchera abrieron la labor de muleta, en la que primó la hondura en la primera
tanda por derecha y la entrega en la siguiente. Por el izquierdo protestaba y
pegaba tornillazos el animal, pero con temple y reposado pudo lograr una tanda
de alto vuelo. A menos el toro y a más el torero, continuando la labor por
derecha y poniéndole variedad con molinetes o pases de las flores. La flojera
del toro no permitió que la faena llegase con más fuerza al tendido, pero en la
distancia corta creció el poder de Roca Rey, pegando circulares sin moverse del
sitio. Ajustadas manoletinas dejó de cierre y un zambombazo con la espada,
tirándose a matar aun cuando el toro gazapeaba, pero se agarró el toro y tardó
en caer, fallando además con la cruceta el joven mientras sonaba el primer
aviso. Silencio.
Abanto, distraído y sin fijarse fue el tercero,
«Tendero”, en el capote de Juli, que lo lidió solvente y abrochando de
media garbosa. Peleó con la cara alta al caballo y tras salir mostrómansedumbre
yéndose de los capotazos. El inicio por bajo buscó sujetar la abanta embestida.
Se impuso el conocimiento y aplomo de El Juli anteriores la deslucida y flija
embestida, dejando la muleta puesta y con mucho temple metiéndolo en la canasta
por el derecho. De uno en uno lo pasó al natural para volver a la diestra e
imponerse con mando y poder. Puso contenido el madrileño, pero fue imposible
con el nulo oponente. No se encontró tampoco con la espada El Juli, pinchando en
varias ocasiones y dejando una trasera tendida que es suficiente. Silencio.
Tras el intermedio de marinera recibió Roca Rey con dos
largas a «Veleto” antes de estirarse reposado a la verónica y cerrar con
media la tanda. Colocó bien la cara el burel y se rebozó en la embestida.
Jaleado el galleo para ponerlo al caballo y más aún el quite por chicuelinas a
las que despide con una larga que encendieron la plaza, Ricardo Ramos «El
Loro” dejó una buena lidia en un jadeado tercio de banderillas. Brindó a su tierra
Roca Rey. Se lo cambió por la espalda en dos ocasiones, intercalando una
arrucina en redondo y estallando la plaza en ovación. Buena fue la primera
tanda de derechazos, larga, tropezándose en el pase de pecho pero volviendo a
tomar la muleta y torear nuevamente. Se estiró al natural, con cadencia en
muletazos de mano baja, empujando al toro y toreando con soltura. Se enroscó el
limeño en circulares ligados y remató garboso, caminando pausado tras salir de
la cara, todo coreado con olé. Nuevamente se lo pasó por la espalda y volvió al
natural, más reposado si se puede, y lo vuelve a cambiar para pegar luego el de
pecho. Acortó distancias y se lo pasó por dónde le provoca. Cambiados,
arrucinas, circulares o pases de la firma se sumaron a la entrega del limeño.
Toma el acero y se apareció el sol tras el inicio de tarde encapotada para ver
las bernadinas por ambos pitones, el cambiado y arrucina. Mató de estocada algo
delantera. Dos orejas y vuelta al ruedo al toro.
«Rabanillo” de Domingo Hernández se corrió en quinto
turno. Hubo suavidad en el recibo a la verónica, meciendo el capote largo y con
gusto, para luego llevar El Juli el toro a la cabalgadura y picar correcto
Ángelo Caro. Ajustado fue el quite por chicuelinas que precedió a un discreto
tercio de banderillas. Brindó al público el Juli y se va a sol para iniciar por
bajo y luego rodilla en tierra, haciendo sonar muy fuerte los olés de la plaza.
Por derecha las tandas tuvieron la virtud del temple, que corrigió defectos y
sumó hondura en el trazo. Por el izquierdo tuvo una embestida informal
«Rabanillo” y el tono de la labor no encontró crecimiento, retomándolo en
una extensa tanda de derechazos. Se sintió la pelea y expuso Juli por naturales
y se creció para luego pegar molinetes ajustados, continuando por derechazos en
redondo con poder. No dejó la asignatura pendiente del natural y mandó con la
zocata, bajando la mano y empujando al toro para rematar con un pase de la
firma. Trasteo de larguísima duración al que se sumó una tanda de derechazos antes
de tomar el estoque. Un pinchazo llegó antes de la estocada, algo trasera.
Oreja y vuelta al de Domingo Hernández.
«Farolero” cerraba esta tarde y embistió con codicia en el
recibo, lidiando Roca Rey con soltura. Quitó Andrés por caleserinas y gaoneras a
la que sumó derechazos con una punta del capote. Inició labor estático por
estatuarios, aguantando tornillazos: reponía el toro pronto en la embestida y
ponía siempre delante la muleta Roca Rey, ligando una primera tanda
imponiéndose. Aun siendo desclasado el toro y llevando la cara alta, fue el
diestro quien no la volvió y se colocó para trazar con gusto los derechazos,
que subieron de nivel al natural. Entendiendo la ausencia de colaboración por
el toro que tenía delante fue a por la espada para dejarla en buen sitio.
Silencio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Acho, Lima, Perú. Segunda de la Feria del Señor de los Milagros.
Corrida de toros. Lleno de No Hay Billetes.
Seis
toros de Garcigrande, cuarto y quinto premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Julián López «El Juli”, ovación, silencio y oreja.
Andrés Roca Rey, silencio tras aviso, dos orejas y silencio.