POR: IGNACIO RUBIO
La tradicional corrida de ASPAYM traía esta
campaña un festejo compuesto por el toledano Eugenio de Mora, el sevillano Manuel Jesús «El Cid” y el granadino David Fandila «El Fandi”
ante un encierro de Diego Puerta. Una vez más, la taquilla de Illescas
respondió para tan solidaria cita.
Rebrincado
salió el primer toro de Carlos Núñez al capote de Eugenio de Mora, que lo cuidó
poco después en el jaco. Esperó mucho a los de plata el toro, que tenía
tendencia a quedarse cerca de tablas. Le inició su faena Eugenio al hilo de
tablas de hinojos para sonsacar tandas en las que el toro fue sonsacando temple
en su tranco sin llegar a romper por los parones tras los muletazos que se
propinaba el de Núñez. En los finales, y más en cercanías, De Mora consiguió
circulares que llegaron con facilidad a los tendidos para, con la espada, dejar
una estocada que valió las dos orejas.
También
nobleza sonsacó el segundo toro en el capote de El Cid, un toro que no se
comportó con lucimiento en los primeros tercios y que, cuando Manuel tomó la
muleta, nadie apostaba por él. Sí lo hizo el de Salteras, que lo llevó con
suavidad en los primeros muletazos para entregarse en tres tandas a diestras al
de Carlos Núñez, entregando su confianza al toro y gustándose en detalles
torerísimos. Se vino abajo el de Tapacana, pero Cid se asó entre sus putones
por circulares. En uno de los desplantes, el toro hizo por el sevillano para
lanzarlo contra la arena toledana sin consecuencias aparentes. A espadas,
Manuel dejó un primer espadazo que hizo guardia para, a la segunda, pinchar en
reiteradas ocasiones.
Con
alegres cambiadas recibió El Fandi al tercero de Núñez, un toro que le dejó
gustarse a la verónica en medio ramillete templado de ellas. Lo cuidó David en
varas para quitar por zapopinas a un toro que tuvo nobleza con los palos del
granadino. Con un toreo de cara a la galería fue cuidando el instinto mansurrón
del toro, que no tuvo tanta nobleza final como sus hermanos. Fandi tiró de
recursos para enfrentarse a los derrotes al pecho del animal. Tras la estocada
le cortó las dos orejas.
Una
faena de altos vuelos fue la que dejó Eugenio de Mora al cuarto en un toreo
poderoso ante un toro con dificultades de inicio que fue limando el moracho. La
actitud en el arranque de faena fue clave para sobreponerse a un toro que no
humillaba y echaba las manos por delante de salida. Se puso de verdad el
toledano para sonsacar muletazos por ambos manos de quilates y calar esa
elegancia en el respetable. Tras el estoconazo paseó las dos orejas y rabo del
animal.
Con el
quinto, El Cid debió tirar de empeño para encelarlo a la verónica en su capote
ya que salía suelto el animal. Tiró de raza El Cid para plantearle un trasteo
de lógica al animal sevillano. Excelsos fueron los naturales de Salas, que
logró convencer al respetable en el toreo a zurdas. Nada que envidiar tuvieron
los derechazos de Manuel, que metió la espada y le cortó las dos orejas.
A base
de quietud le obligó El Fandi al parado sexto a embestir. Antes, ofreció su
clásico recital capotero y su espectáculo en el tercio de banderillas. Tuvo
disposición Favid para sonsacarle con la mano zurda momentos de importancia al
de Carlos Núñez, tirando de él muy despacio en todo momento. Pinchó a ese toro.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Illescas, Toledo. Corrida de
toros benéfica en favor de ASPAYM.
Seis toros de Carlos Núñez.
Eugenio de Mora, dos orejas y dos orejas y rabo.
Manuel Jesús «El Cid”, palmas y dos orejas.
David Fandila «El Fandi”, dos orejas y