Un
cartel de auténtico lujo el que acogía La Macarena en este sábado: fue
ovacionado el ganadero de La Carolina tras el paseíllo, que lo conformaban el
colombiano Sebastián Vargas, el francés Sebastián Castella y los españoles
Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante.
Anduvo
variado de capa con el abreplaza Alejandro Talavante (mataba primero y quinto
por tener que viajar rápidamente a México para torear), que inició una labor
ante un noble abreplaza con el que se gustó pro ambas manos. No terminó de
romper el trasteo pero sí que pudo disfrutar Talavante en la cara de este
primero. Por ambas manos dejó detalles. Tras pinchazo y estocada, recibió
palmas.
Al
segundo, Sebastián Vargas le inició faena variado de capote. Se gust´p
posteriormente en un quite por chicuelinas, pero fue en el tercio de varas
cuando llegó una auténtica revolución: a caballo William Rodríguez, joven
varilarguero colombiano que dejó una gran vara que puso la plaza en pie.
Posteriormente le inició faena en el tercio Vargas, para proseguir al natural,
un pitón más complicado que el derecho. Fue por la diestra por la que se
entregó y repitió el astado. Fue una faena templada y torera rubricada por
manoletinas, muy ceñidas.
Recibió
Castella al tercero con sutiles verónicas para que posteriormente su picador
José Doblado dejara una buena vara. Efectivo segundo tercio y, ya con la
muleta, empezó a torear en circular por el pitón derecho ante uno de La
Carolina que no repetía de inicio. Con la zurda también le bajó la mano, pero
no ligaba el toro. Prosiguió con voluntad por el derecho, y en cercanías, se
soltaba aún más el toro para embestir. Pinchó en dos ocasiones y a la tercera
metió el acero. Escuchó ovación.
No se
lució especialmente el toro en el inicio de lidia, pero fue construyendo Perera
una faena de menos a más, cuadrando perfectamente los tiempos ya desde el
inicio a pies juntos en el tercio. La primera serie por el pitón derecho fue
clamorosa, y el toro repetía encelado en la muleta del extremeño. Fue a más la
faena de Perera, incrustándose en los terrenos del toro en una faena que iba a
más por momentos. La Macarena se puso en pie. Oreja tras pinchazo y estocada.
Bellísimas
fueron las verónicas iniciales que dejó Alejandro Talavante hasta la misma boca
de riego. Se recreó el extremeño con el capote. Con la muleta en mano, fue
desgranando poco a poco la desrazada condición del astado, un animal que fue de
más a menos que no se empleó en ningún momento. Se vino a menso y sólo pudo
dejar Alejandro detalles con la zurda y buenos momentos ligados con la diestra,
pero sin que la labor llegara a los tendidos.Con las espada pasó las de Caín el torero, pero no logró Talavante remontar y escuchó los tres avisos tras sicesivos pinchazos.
Se
quería ir hacia toriles en faena, pero Sebastián fue comprendiendo la embestida
del toro y reiteró su actitud evitando que fuera hacia tablas. Todo lo puso el
torero colombiano en faena, después de brindar el toro a don Felipe Negret,
empresario de la plaza de toros Santamaría de Bogotá. Fue de más a menos el
trasteo, pues acusó mansedumbre el astado y se fue hacia toriles. Mató de
estocada fulminante y fue silenciado.
Sebastián
Castella recibió con gusto a la verónica al séptimo, un toro que habría de
entenderlo muy bien. Tras dos puyazos, las banderillas y un despabilo en la
embestida del astado colombiano, Castella le plantó cara y llegaron los grandes
momentos por el pitón derecho cuando le bajó un punto la mano. Con la zurda, el
de Béziers intentó que el trasteo fuera a más y consiguió conectar con el
tendido. Tras pinchazo y estoconazo en el centro del anillo se le pidió la
oreja y el usía optó por no concederla.
FICHA
DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Medellín. Feria de la Macarena. Corrida de toros.
Toros
de La Carolina: 1º soso; 2º con cierta mansedumbre pero enrazado; 3º a menos en faena; 4º enrazado, a más; 5º soso, desplomado;
Alejandro
Talavante, palmas y pitos tras tres avisos.
Sebastián
Vargas, ovación y silencio.
Sebastián
Castella, ovación y
Miguel
Ángel Perera,oreja y