EMILIO MÉNDEZ
Arrancaba, en la tarde de este miércoles, la Feria de la Madeleine de la ciudad francesa de Mont de Marsan. Se lidiaba un encierro santacolomeño de La Quinta ante el que hacían el paseíllo Daniel Luque, Emilio de Justo y Thomas Dufau.
Disposición y firmeza mostró Daniel Luque frente al primero de la tarde, un animal muy serio de La Quinta que empujó en el caballo y al que el sevillano dejó los mejores momentos por la mano derecha. No fue fácil un animal siempre con la cabeza alta y viaje peligroso, con el que estuvo dispuesto el matador para escuchar Palmas.
Buenos compases veroniquiles dejó Emilio de Justo para saludar al primero de su lote segundo de la tarde, que empujó en el peto. Quitó el extremeño por chicuelinas y respondió por el mismo palo con mucha quietud Thomas Dufau. Buen toro santacolomeño para un torero que también dejó buenos derechazos pero sin llegar a ser rotunda la obra tras un pinchazo y una estocada baja. Palmas.
Silencio tras aviso escuchó Thomas Dufau tras lidiar al tercero de la corrida, un animal al que le costó tomarle el aire de salida a la verónica. Tampoco llegó con fuerza el inicio de la faena hasta que el galo se acopló con el animal, fallando con los aceros y con el descabello finalmente.
Bravura y calidad demostró el cuarto de la tarde desde el primer momento. Lo bordó a la verónica Daniel Luque, quitando tras el tercio de varas por chicuelinas y un torero remate. También detalles muy toreros dejó en el inicio de faena tras el brindis al público. Un atrincherado de auténtico cartel caló en la plaza. Empezó su faena con pinturería por el derecho para pasar a cuajar al natural al animal. Se le vino al pecho el astado a la hora de matar pero enterró casi entero el acero. Cortó una oreja.
Noble pero sin clase fue el quinto de la corrida, un animal con el que puso voluntad de capote Emilio de Justo. Inteligente estuvo durante la faena, en la que cuajó muletazos buenos por el lado derecho aunque a media altura porque le costaba humillar al toro. Ovación tras matar de estocada al animal, aplaudido en el arrastre. Se desmonteró Morenito de Arles en banderillas.
Serio, enrazado y exigente fue el sexto de la tarde, un animal bien picado por Juan José Esquivel, que fue ovacionado tras la doble vara. Con la muleta, el francés estuvo con disposición y entrega pero le costó trabajo acoplarse a las embestidas, que no eran nada fáciles porque había que someter al animal. Logró muletazos aislados sin redondear labor. Falló con la espada y tuvo que recurrir al descabello. Silencio para el torero y palmas para el toro en el arrastre.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Mont-de-Marsan, Francia. Primera de la feria de la Madeleine. Corrida de toros. Casi lleno.
Toros de La Quinta.
Daniel Luque, palmas y oreja.
Emilio de Justo, palmas y ovación.
Thomas Dufau, silencio tras aviso y silencio.