SEVILLA

La sal de todo guiso


domingo 21 mayo, 2017

Un gran encierro lidió esta tarde El Freixo en la Real Maestranza en un festejo en el que Andy Younes y Alfonso Cadaval fueron ovacionados mientras que Carlos Ochoa dio una vuelta en el tercero

Un gran encierro lidió esta tarde El Freixo en la Real Maestranza en un festejo en el que Andy Younes y Alfonso Cadaval fueron ovacionados mientras que Carlos Ochoa dio una vuelta en el tercero

PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOGALERÍA: ARJONA-PAGÉS

La Real Maestranza de Caballería de Sevilla acogía en
la tarde de este domingo la segunda novillada de abono de su temporada, un
cartel en el que hacían el paseíllo Andy Younes, Alfonso Cadaval y Carlos
Ochoa. Se lidiaba un encierro de El Freixo. 
Se esperaba con cierto interés a la novillada del
torero madrileño Julián López ‘El Juli’, un encierro que a la postre dejaría más que satisfecho a los que
acudieron a la Real Maestranza en la tarde noche de hoy.

Siempre se habla que si el toro se para se para la fiesta, pues buen, hoy en La Maestranza ese tópico tan taurino no hizo falta mencionarlo, ya que la novillada que se lidió esta tarde en Sevilla fue como la sal de todo guiso, esa que le da el sabor idóneo, esa que hace que nuestro plato sea sabroso al paladar. Ese sabor lo pusieron hoy las encastadas, nobles y enclasadas embestidas de una novillada brava en el caballo y con posibilidades en la muleta de El Juli. Algunos incómodos para los toreros, otros con dulzura para torearlos con el alma, alguno que no acabaró de romper…, hubo de todo, lo que no faltó fue esa sal necesaria que le dio a la tarde de hoy el punto idóneo para que todos saborearan una tarde para paladares exigentes

El novillero más destacado de la tarde fue el
madrileño Carlos Ochoa, el cual sorteó un gran novillo por su clase y bondad en
tercer lugar y un sexto manso y huidizo, pero con embestidas de transmisión
cuando iba encelado en la pañosa.
Llevaba por nombre Belicoso el tercero de
la tarde, un importante y enclasado animal de El Freixo con el que Ochoa dejó
una faena templada y con gusto por ambos pitones. Tuvo gran condición el ejemplar venido de tierras extremeñas, de mayor galope y profundidad
por un izquierdo, por el que incluso llegó hacer el avión. Lo pulseó con mimo el
madrileño, en naturales largos y hasta el final, en una faena que caló en la afición de Sevilla pese a no tener una
gran rotundidad, eso sí, hubo series con la suficiente enjundia para haber
cortado la oreja. Tras la estocada el novillo tardó en caer y sonó un aviso. Se
le pidió la oreja al espada, pero fue insuficiente según criterio de la
presidencia, por lo que todo quedó en vuelta al ruedo. El animal por su parte fue arrastrado mientras Sevilla le tocaba las palmas.

Por su parte, el sexto de la tarde fue el astado más manso del buen
encierro de El Freixo, un ejemplar que no quiso pelea en el caballo y que salió
ya suelto y escupido de los primeros muletazos. Se rajó a las primeras de
cambio, porfió Ochoa en una labor que le valió la conexión con los tendidos
cuando consiguió que el animal fuera metido en la muleta. Tuvo cierta calidad y
transmisión el de El Freixo cuando se quedó en la pañosa, pero solo fueron
muletazos contados. Muy dispuesto el madrileño en el cierraplaza, intentando
sacar agua de un pozo vacío de casta. Tuvo la virtud de la nobleza y la transmisión
el de El Juli, pero no tuvo continuidad en esas embestidas, por lo que fue casi
imposible ahormar faena. Se atacó con
los aceros y fue finalmente ovacionado.

 

Tuvo ante sí Younes un novillo con nobleza pero la raza medida. Lo lanceó
con suavidad a la verónica, sin obligarlo. Tanto Cadaval como el propio Younes
dejaron sendos quites de suave metraje ante un animal que no tenía mal aire en
el capote, pero que decía muy poco. Faena de más a menos del novillero galo, en
un trasteo con un inicio templado y de buen trazo. El animal de noble aunque
sosita condición, iba y venía empleándose en el inicio del muletazo, pero
saliendo con la cara alta y desentendido del mismo. Utrero con buenas virtudes,
una pena que la falta de fuerzas no dejara apretarle de verdad, ya que el
animal tenía poco poder. Younes realizó una labor sobria, con buenos pasajes,
pero desigual, en la que destacó algún muletazos suelto a diestras. Tras la
estocada el animal se puso difícil para descabellar sonando un aviso. Tras
arrastrar el tiro de mulillas al utrero, ambos fueron ovacionados, el torero desde el tercio y el
animal en el arrastre.

El cuarto de la tarde fue otro novillo de buena del El Freixo, animal que
ya demostró su buena clase en los lances de recibo. No hizo cosas buenas en
banderillas, esperando una enormidad al cite de los banderilleros, poniendo incluso en
aprietos a los de plata, sin embargo en la muleta sacó a relucir su buena
condición. El de El Juli pedía la media distancia, Younes acertó a dársela en dos
series
iniciales de buen trazo y calado en el respetable. Tuvo fijeza, mejor condición
por el derecho, dentro de un trasteo al que le faltó mayor rotundidad. Se le
vio cuajado y toreado al novillero francés, dentro de una faena con dientes de
sierra, en una labor de distancia corta, temple muleteril y vertical concepto. Por
su brava condición, el de El Freixo pedía distancia, la cercanía le agobiaba,
haciendo que sus embestidas no fueran largas, sino de corto recorrido al tener
la pañosa tan cerca, un hándicap que sin duda hizo que la faena no rompiese del
todo. Se atascó con los aceros y emborronó su buna labor. Tras escuchar un
aviso fue silenciado, mientras que el animal era ovacionado en el arrastre.

Sevilla quería ver la evoluciones de Alfonso Cadaval tras su paso por la
Maestranza el pasado año, y la verdad que por h o por b, la afición de Sevilla
no salió contenta. Dos novillos de distinta condición no dejaron sacar a
relucir su torero, en dos trasteos que no calaron salvo en momentos aislados. Se
fue a
portagayola a recibir a su
primero, un novillo basto y cuesta arriba que ya desde salida evidenció su
áspera y encastada condición. Empujó con celo al jaco -como prácticamente toda
la novillada-, en dos varas en las que el novillo se empleó. Quiso dejar un quite
por tafalleras Ochoa, con mayor intención que lucimiento, el cual no pudo
soltarse debido a la embestida a media altura del animal. Llegó el utrero a la
muleta con mucho carbón, acertó en el inicio de faena Cadaval, no dejándose
tocar las telas. Este era un
animal al que había que llevar siempre sometido
para corregirle el defecto de soltar la cara al final del muletazo. Faena
intermitente del sevillano, en la que nunca pudo sentirse a gusto, con buenos
pasajes sueltos dentro de una labor sobria, pero  a la que le faltó mayor continuidad y
sometimiento. Tras mete y saca y estocada fue silenciado tras escuchar un
aviso. El de El Freixo se iba al desolladero tras la ovación de La
Maestranza.

Cerró su tarde Cadaval ante un quinto novillo que salió suelto de los
capotes, sin querer pelea, pero que sin embargo se  entregó en el jaco. Esa virtud la fue
perdiendo confirme avanzaba la lidia. Animal de informal, descompuesta y
desclasada embestida que solo dejó al novillero sevillano soltarse en muletazos
contados. Intentó sacar agua de un pozo vacío en dos series, cada una por un
pitón, de templado metraje, tirando del animal con suavidad, pero fue un
espejismo, el novillo no quiso pelea, quedándose incluso en la cadera por el
lado izquierdo. Porfió Cadaval, su serie por el derecho se cantó por parte del
respetable, y ya al final de faena, antes de que el de El Freixo se pusiera imposible
pulseó tres naturales y un remate por abajo muy torero que levantaron una
sonrisa de satisfacción en el novillero. Pese a no ser una faena de grandes
pasajes, si hubo buenos detalles y una estocada al primer intento. No
obstante salió a saludar una ovación pedida por parte del público, hubo otro sector que no la
vio oportuna, creándose un clima de división de opiniones cuando enfilaba la
boca del burladero.

 

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de
Sevilla. Segunda novillada de abono. Media plaza en tarde nublada aunque
calurosa.

Seis novillos de El Freixo. Desiguales de presentación e
interesante juego. De noble aunque con el poder medido el manejable primero. De
encastada aunque áspera condición el segundo. De gran clase y bondad el
humillador tercero. Enclasado y repetidor a media distancia el buen cuarto. Descastado
y a menos el vulgar quinto. De noblona, mansurrona y huidiza condición el
rajado sexto. Los utreros lidiados en 1º-2º-3º-4º fueron aplaudidos en el
arrastre.

Andy Younes (Tabaco y oro): Ovación tras aviso y
silencio. 

Alfonso Cadaval (Sangre de toro y oro): Silencio tras aviso y
ovación con división de opiniones. 

Carlos Ochoa (Azul celeste y oro): Vuelta al ruedo tras petición y aviso y ovación.