La
corrida de Miura ha tenido la suerte
de tener en frente a unos hombres de plata de gran profesionalidad. Unas
cuadrillas que han mostrado un altísimo nivel tanto con los capotes como con
las banderillas.
Toreros
pendientes en cada momento a lidia de cada astado y en constante comunicación
con sus matadores y compañeros. Cuadrillas que han sabido instrumentar los
capotazos justos o las banderillas oportunas a cada animal.
Los
hombres de Dávila Miura han estado
poderosos ante sus toros. La actuación más sobresaliente ha sido la del
banderillero Javier Ambel. El
extremeño realizó un arriesgado tercio con los palos al abreplaza. Ambel, se
dejó ver, enseñó el par oliendo a torero en cada andar y cuarteo en todo lo
alto. Sensacional la forma de entregarse a su profesión haciendo las cosas muy
puras y eso que Sevilla no le obligó a saludar. De igual forma en el cuarto,
sin saludar, pero esta vez con una atronadora ovación a Javier Ambel por la templada e impecable lidia a ‘Barbareto’ El de plata, -hoy de
azabache-, lidió con mucho temple y sin ningún tirón a su oponente. Le dio
sitio abriendo espacio y le corrió para atrás de forma torera para lancear muy
largo y bello. Muñecas templadas, dulces y lance suave a pesar del molesto
viento. Se sintió el extremeño y lo cantó la Maestranza. Entonces surgió el «Biennnn”
profundo, ronco, de esos que llegan al alma y salen del corazón.
Un
corazón grande y humilde el de Javier
Ambel, que sin buscar el protagonismo, se llevó los mayores aplausos de
todas las cuadrillas.
FOTOGALERÍA: IVÁN LÓPEZ MATITO