Un encierro de Antonio López Gibaja se lidiaba, en la tarde de este domingo, en la novillada cn la Plaza de Toros de Las Ventas. A las 19:00 hacían el paseíllo Eduardo Neyra, que se presentaba en este coso, Diego García y Jesús Moreno, que también trenzaba el paseíllo por primera vez en esta plaza.
El oficio de Neyra se impone al deslucido primero
No fue fácil el primero, un novillo que embistió muy recto y sin humillar. Además, fue áspero y un punto distraído tras el embroque. Sin embargo, Eduardo Neyra se mostró dispuesto y con oficio sufuenciente para poder con autoridad, sobre todo cuando el novillo fue más remiso en sus embestidas, precisamente cuando se sintió podido. Neyra quiso hacer todo muy despacio y con mucho sentido, de hecho dejó un par de naturales de muy buen corte, pero la faena careció de ritmo y trascendencia.
Diego García pincha una faena inocua al bondadoso segundo
Tuvo más clase el segundo, aunque es cierto que le faltó poder a su buena movilidad para para embestir con mayor entrega. Lo cierto que es que valió para que la faena de Diego García tuviera más peso. También es verdad que el de Sanse tuvo que lidiar con varias ráfagas de viento que deslucieron su labor. Aún así, García firmó un par de buenas tandas por el pitón derecho en las que templó las largas acometidas con gusto y ajuste, la pena es que no hubo continuidad en ello y fue el novillo el que a veces ganó la acción, evitando la ligazón.
Jesús Moreno firma una digna presentación con el noble tercero
Un farol de rodillas frente a chiqueros fue el saludo de Jesús Moreno al tercero, un novillo que tuvo seriedad en su embestida, aunque le costó mucho repetir en la muleta. El albaceteño, que con el capote anduvo fácil, realizó una labor bastante digna, sobre todo en una primera parte con ritmo y ligazón por derechazos, hubo varios buenos de verdad, profundos y con autoridad, sin embargo, al rematar una de estas series con el pase de pecho el novillo le robó la muleta y cambió desde entonces, haciéndose más remiso. Pudo cortar la oreja tras el espadazo, pero e presidente no la concedió.
Sin opciones Neyra ante el manso sobrero
El sobrero de El Cotillo resultó tener muy corto recorrido, pero además con el paso de la faena se volvió deslucido, queriéndose colar y derrotando con mal estilo. Aún así, el valiente mexicano quiso comenzar de rodillas en los medios cambiando la embestida por la espalda, hasta que al segundo intento el novillo se frenó justo en frente para arrollarle, con la suerte para el mexicano que el novillo perdió las manos y todo quedó en un susto. A partir de entonces la faena fue un querer y no poder, porque el mexicano propuso pero el novillo nunca embistió con franqueza, obrando entonces por una faena de exposición y apuesta, de cercanía. Poco más pudo hacer.
Sabor amargo de Diego García en su despedida de novillero de Madrid
Le costó mucho a Diego García centrarse con el quinto, un novillo bondadoso que sólo pidió autoridad para ir tras la muleta con intención, porque es cierto que le faltó intensidad y empuje. García optó por buscar la estética del muletazo, antes que provocar y gobernar el viaje del novillo, por lo que el lucimiento, finalmente, se hizo escaso. Además, un desarme y los múltiples fallos con la espada afearon todo.
Jesús Moreno porfió con el apagado sexto
Una ovación se llevó el sexto al exhibir su ofensiva cara y un importante poder en el caballo. Sin embargo, ese empuje pareció perderse en el peto, pues llegó a la muleta tardo, aunque con violencia en sus acometidas. Moreno se puso con voluntad y seriedad, porfió, por ambos pitones, aguantó miradas, un pisotón de miedo, y alguna tarascada, pero de ellas no salió ninguna embestida completa para tratar de armar faena. Fue imposible.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con caballos estival. Un cuarto de entrada (5.302 espectadores)
Novillos de Antonio López Gibaja y un sobrero (4º) de El Cotillo. Manso y deslucido el primero; Noble y enclasasado -aunque blando- el segundo; bueno y a menos el tercero; manso y sin clase el cuarto; obediente el quinto; con poder, pero a menos hasta que se paró el sexto.
Eduardo Neyra (azul rey y oro): Silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Diego García (verde hoja y oro): Palmas tras aviso y Silencio tras aviso
Jesús Moreno (azul pavo y oro): Ovación tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso
INCIDENCIAS: Eduardo Neyra y Jesús Moreno se presentaron con «Veinteañero», nº 37, negro listón bragado mea o de 512 kg. y «Tamborilero», nº 59, negro de 520 kg. respectivamente.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO