MADRID

León y un novillo de El Montecillo salvan del suspenso la tarde


domingo 4 septiembre, 2016

Ni Javier Castro ni Mario Sotos puntuaron en su comparecencia venteña, tan sólo el sevillano, que saludó las dos únicas ovaciones del festejo

Ni Javier Castro ni Mario Sotos puntuaron en su comparecencia venteña, tan sólo el sevillano, que saludó las dos únicas ovaciones del festejo

CARLOS PALACIO

Una novillada de Paco Medina con el hierro de El Montecillo
era la que abría el mes de septiembre en Las Ventas con el cuarto de plaza de
todos los domingos. En el cartel, los novilleros Javier Castro, Miguel Ángel
León y Mario Sotos haciendo el paseíllo a las seis y media en punto. La
novillada del El Montecillo soltó algunos ejemplares con calidad pero a todos
le faltó poder y transmisión. Prevaleció la nobleza, con embestidas vacías y
sin fuerzas. Con este material el único que sumó fue Miguel Ángel León que
recibió dos ovaciones tras dos notables faenas. El sevillano tenía el triunfo
en la mano ante el segundo pero un inoportuno resbalón al entrar a matar lo
privó del mismo. Con el otro, se entregó al máximo y en ambos se vació por
completo. El de Gerena sacó del aburrimiento la tarde y ofreció lo mejor de
ella. El azteca y el albaceteño no pasaron de voluntariosos con sus respectivos
lotes y fueron silenciados.

Abanto de salida era el primero y marcando terrenos de
chiqueros, mansito en los primeros compases de su lidia. Castro intento de
forma estéril fijarlo en el capote pero nunca se amarró en el percal, cada
lance era un continuo viaje a chiqueros. Además el utrero comenzó a flaquear de
fuerzas lo que enfadó más al respetable. Se cumple el tercio de varas sin pena
ni gloria y punto. En banderillas la no devolución del astado hizo que el
respetable se pusiera muy irascible. Lógico por otra parte porque él novillo
casi no se tenía en pie. Esta vez el palco pecó de conservador y por ende, su
actitud fue en contra del espectáculo. El mexicano lo muleteó por uno y otro pitón
pero su obra no decía nada por la falta de transmisión. Voluntad ante un
marmolillo que para colmo jamás humilló.

Espeluznante la portagayola de León ante el primero de su
lote. El novillo salió andando, midiendo, esperando, mientras el sevillano seguía
de hinojos aguantando las dudas de su oponente. El trance subió las pulsaciones
de todos tras una maligna colada que apuntó cuesta el percance. Después
llegaron verónicas con sabor ante un novillo sin terminar de rebosarse y con la
embestida a media altura. Lo justo en varas, pero el novillo seguía a la
expectativa. Reservón. Buen tercio de banderillas protagonizó la cuadrilla con
limpieza y brevedad. Miguel Ángel ofreció distancias en su prólogo pero dos
inoportunas caídas del novillo nos dejo la miel en los labios. El de Gerena
inteligente presentó la franela muy sutil, sin dar nunca un tirón e imprimiendo
mucha despaciosidad a sus trazos. El novillo tuvo nobleza, calidad pero estaba
justito de poder y el sevillano le puso todo el alma que le faltó a su
oponente. Poco a poco fue desgranando por ambos pitones una faena con estética
y ligazón. Destacó sobre todo la exigencia al natural donde la hondura y temple
caldearon el ambiente. A diestras la ligazón en todo momento y sus buenas
formas. Buena labor del sevillano que tenía la oreja en la mano, pero la media
estocada y el aviso, lo dejaron todo en ovación con saludos.

El colorao tercero salió enterándose del sitio similar al
primero. Sin fijeza y corretón. Nada de decir de recibo y varas salvo lo inocuo
de esos tercios. Mario Sotos brindó al respetable. El albaceteño se encontró
con un novillo dócil que metía la cara abajo pero al que faltó más chispa. Las
formas clásicas del novillero prevalecieron en su labor pero tal vez careció de
enfadarse ante un ejemplar que tuvo quince arrancadas. Hubo pasajes aislados
con cierto decoro pero por el contrario más desacople. No llegaron a entenderse
del todo entre ambos y aquello transcurrió por el aburrimiento. Varios
pinchazos y estocada.

Tocadito arriba, con poco cuello y abierto de sienes el
cuarto. Sin humillar en el recibo de capa del azteca, sin embargo apretó al
piquero de turno en la primera entrada, en la segunda algo menos pero se fue
pronto al peto. El segundo de su lote se movió con prontitud pero siguió con la
tendencia de no humillar, ahora bien aquello tenía transmisión puesto que su
acometida era brutota. Castro con disposición lo pasaportó por los dos pitones
pero le faltó limpieza en el trazo y mayor mando en los toques. Acortó
distancias y se metió en terrenos comprometidos pero su esfuerzo nunca encontró
recompensa. La tizona se fue a los bajos tardando en caer. Al final las palmas
al novillo y el silencio tras aviso para Javier.

Apretado el quinto y con echarás de torito cuajado. León lo
recibió con un bello ramillete de verónicas en las que ganó terreno hasta
llegar al centro del ruedo. Remató con una media muy sevillana. En varas se
castigó lo justo y se movió con un trote prometedor en la lidia. Miguel Ángel
se fue a los medios se plantó de hinojos en un vibrante inicio. Pronto y en la
mano. En la tanda con la derecha se arrebujó con su oponente y resultó muy
bella. La siguiente a zurdas con limpieza, también de buena nota. León buscó
toro en todo momento y se lució hasta que el novillo echó el freno. Su astado
quería pero no podía y el sevillano se expresaba igual sin guardarse nada
dentro. Se fajó con él, le abrió distancias y le dio tiempo entre muletazos
pero ni aún así se caldeó el ambiente. El de Gerena sin toro dio una buena
imagen y dejó claro su toreo que debe tener más continuidad. Media, descabello
y ovación.

Las hechuras del sexto recordaban al cuarto. Utrero alto,
amplio de sienes y largo que embistió desclasado en los primeros tercios. En
banderillas esperó a los de plata. El cierraplaza llegó soltando la cara al
último tercio y con un viaje muy deslucido. Mario al igual que en su anterior
novillo tiró de estética pero jamás se enfadó con su oponente. El trasteo de Sotos
no pasó de voluntarioso ante el último de la tarde. Un joven al que se le notó
la falta de rodaje. Varios pinchazos y estocada. Silencio.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con picadores
estival. Un cuarto de entrada.

Seis novillos de El
Montecillo.

Javier Castro, silencio y silencio tras aviso. 

Miguel Ángel León, ovación y ovación. 

Mario Sotos, silencio y silencio.