POR MARCO A. HIERRO
La tercera de la Feria burgalesa de Aranda de Duero traía a
escena un festejo de rejones en el que Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo
Hernández trenzaban a caballo el paseíllo a las seis en punto de la tarde. En
chiqueros esperaba un encierro de Juan Albarrán para la ocasión en la Cubierta.
Con naturalidad y sin estridencias paró Sergio Galán al primero, en redondo y en un palmo con Amuleto, cambiándole el tranco con mucha belleza y llegando al tendido. Mucho dejó llegar al toro a la grupa de Ojeda, que dio los frentes y se metió por los adentros con valor ante un animal cada vez más parado. Enorme el taranconero el el toreo de costado, que prolongó luego a lomos de Trópico. Todo lo tuvo que poner el caballero con el Albarrán sin gracia viniendo a menos. Ya estaba acusado en tablas cuando sacó Galán a Fado para culminar con las cortas, el teléfono y un rejonazo que precisó de la cruceta, con cuyo fallo se fueron los trofeos.
Un único rejón, tras un fallo, dejó Ventura con el segundo, que acudió más al embroque, pero descompuesto. Fue templándose cuando le dejó Diego en el morro el estribo de Nazarí, y le sacó tranco el de Albarrán para seguir la montura. Llegaron mucho los quiebros a lomos del potro Ritz, siempre con compromiso en los embroques. Con Remate se aplaudieron más las cabriolas y estribazos que la suficiencia al clavar las cortas. Un par a dos manos preludió el fallo con el acero que dejó sin premio a Ventura. Ovación.
Complicado de encelar fue el tercero para Leonardo, que brilló más en los quiebros a lomos de Verdi, aunque le corrió por delante más que templar. Eso llegó después, con el segundo caballo de banderillas, con el que se dobló y rodó pitón con vibración. Las corbetas y los violines en las cortas dejaron en alza una faena de mucha conexión con el tendido que culminó con un rejonazo. El fallo con el descabello dejó el premio en una oreja.
Le costó a Galán bregar con el díscolo y distraído cuarto, que no tuvo colonia ritmo en el primer tercio, a pesar de la exposición de Sergio, con Descarado. Capricho tuvo que llegarle una barbaridad para que se moviese el manso y fue Apolo el que tuvo que levantar la faena al deslucido Albarrán ofreciendo pechos primero y grupa después, arriesgando un mundo para justificarse con el manso. El mal uso del rejón de muerte, además, dejó las cosas en silencio.
Vídeo Aranda 15-9-2015 from Cultoro on Vimeo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Aranda de Duero, Burgos. Tercera de Feria.
Corrida de rejones.
Seis toros de Juan
Albarrán, manso de movilidad muy amenos el primero, de gran ritmo y fijeza el tercero, manso y distraído el deslucido cuarto, manso con ritmo pero muy a menos el quinto,
Sergio
Galán, ovación y silencio.
Diego
Ventura, ovación y oreja.
Leonardo
Hernández, oreja y oreja.