Llegaban los toros de José Escolar y Hoyo de la Gitana al ruedo de Las Ventas para el último duelo ganadero de este mes de septiembre, dado que el domingo se celebrará una corrida concurso. Frente a ellos, Fernando Robleño, Miguel Tendero y Luis Gerpe hacían el paseíllo a las seis de la tarde.
Vuelta al ruedo para un centrado y dispuesto Gerpe en el de su confirmación
Una vez devuelto el primero y correr el turno, se cumplió la ceremonua de confirmación con el toro de José Escolar, un animal que atacó de largo el caballo en ambos puyazos y permitió que los banderilleros se lucieran en un buen tercio. Ya en la muleta, a Gerpe se le notó dispuesto y seguro, a pesar de que le faltó la frescura que da el oficio. Lo cierto es que quiso imponerse por el derecho con firmeza, pero no halló la altura ni la distancia que sí encontró con falicidad por el izquierdo, por donde dejó naturales mu bueno, sobre todo dos, en los que llevó al toro cosido en la muleta con temple y profundidad. Repitió la fórmula por el derecho después y consiguió limpiar varias buenas embestidas, pero el toro comenzó a pararse y a recortar el viaje, además de perder el interés en la muleta tras el embroque. Buscó la espada el torero y la hundió con habilidad y verdad. Vuelta.
Vuelta para el esfuerzo, la inteligencia y la gran disposición de Robleño
La entrega que puso Robleño en la faena al segundo no la mereció el toro, que fue rácano en sus embestidas desde que salió de chiqueros, incluso se lo pensó para ir al caballo y después en la muleta, pero Fernando, con las ideas muy claras, supo estar en el sitio, inisistir y estar muy listo para, cuando el torero se decidiera a arrancar con el poder que siempre se guardó, robar muletazos no sólo llenos de mérito, sino también salpicados de gusto y estética, dentro de la autoridad y el mando que siempre imprimió. Faena de torero conocedor y poderoso a un toro reservón y descompuesto. Un pinchazo precedió la estocada y la vuelta tras la petición.
Tendero inédito con el vacío tercero
Poca historia tuvo el tercero y no por la intención y voluntad de Miguel Tendero, sino por lo vacío de todo el toro, sin presencia, fondo, casta… ni vida. Fue, literalmente, imposible. Tan vacío era el toro que se echó tras los primeros muletazos de tanteo y un par de veces más cuando le igualaba para entrar a matar. Así, Tendero montó la espada tras un macheteo por la cara y pinchó varias veces hasta agarrar la estocada. Silencio.
Robleño pincha una grandiosa faena a un gran toro de de Escolar y da dos clamorosas vueltas al ruedo
El cuarto fue un toro que llenaba la plaza con su imponente presencia, de anchos pechos, rematado cuajo y y ndas hechuras. Pero además humilló en las vibrantes verónicas de Robleño y se dejó pegar bajo el peto. En banderillas, otro espectáculo, con Iván García y Fernando Sánchez en los palos saludando una ovación. Se dobló bien por abajo Fernando en el inicio de Muleta y asentó las zapatillas por derechazos, en tandas siempre a más, tanto por la seriedad de las buenas y largas embestidas del toro como por la forma de torear del madrileño, que relajó el brazo sin perder su poderoso dominio, pero además añadió temple, expresión, gusto y aroma. ¡Sí, aroma! Mejor aún por naturales, rotos y encajados, con una entrega total del gran toro de Escolar, del mejor toreo de Robleño y de un público que supo valorar lo que estaba viendo. Además, hubo medida, pues en cuanto el toro pidió la muerte, Fernando se fue por la espada. La pena fuera b los dos pinchazos previos a la estocada, pero al doblar el toro, los gritos de ¡Torero, torero! Y los pañuelos fueron el premios para un torero roto, pues el presidente no quiso conceder el trofeo. La vuelta, clamorosa, dio fe de lo vivido en la arena.
Nuevo silencio para Tendero, sin suerte con su lote
Mala suerte para Tendero, pues el quinto, de Escolar, careció de celo con el caballo y las telas. Fue un manso que pasó sin más cuando el de Albacete le obligó, que fue siempre, pero lo hizo sin vida, queriéndose ir. Abrevió con buen criterio. Esta vez anduvo hábil con el acero. Silencio.
Detalles de calidad de Luis Gerpe con el sexto tris de Montealto, con el que vuelve a pasear el anillo
Devuelto el primer sobrero de Couto de Fornilhos en el tercio de banderillas por su descarada falta de fuerzas, salió uno toro grandón de Casa de los Toreros, que blandeó mucho también. Tanto que se fue para dentro en el tercio de banderillas. Se anunció un tercer sobrero de Montealto con casi seis años, bajo y engallado, de pelo colorado. Buen saludo a la verónica de Luis Gerpe con el toro humillando y desplazándose. Tras una aceptable pelea en varas y buen tercio de banderillas de Jesús Herrero, el animal mostró calidad en la muleta en el inicio de faena. Ya en los medios le dió distancia Gerpe pero el animal le costó más y fue perdiendo fuelle. Pero en la media distancia se gustó Gerpe y el toro se fue afianzando, en dos tandas de derechazos con buen trazo y temple. Cerró con ajustadas manoletinas y dejó una estocada desprendida que fue suficiente. Hubo petición de oreja y dió una vuelta al ruedo con protestas. Palmas para el toro de Montealto.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Segundo desafío ganadero de septiembre. Corrida de toros. Alrededor de un cuarto de entrada en tarde agradable.
Tres toros de Hoyo de la Gitana (primero, segundo y tercero) y otros tres de José Escolar (primero bis, cuarto, quinto). Devuelto el primero; serio de presencia y de potables embestidas, a pesar de su poca casta y duración; fuerte el segundo, que se reservó lo poco que que tenía, fue tardo y descompuso las embestidas; feo y justo de hechuras, y totalmente vacío de casta, no tuvo ni una embestida completa el tercero; seriedad en presencia y juego fue lo que tuvo el gran cuarto, humillador, con recorrido, casta y nobleza. Ovacionado, el cuarto; serio en su presencia, pero sin celo ni casta el quinto; devuelto el sexto; bueno el sobrero de Montealto.
Fernando Robleño: vuelta al ruedo y dos vueltas al ruedo.
Miguel Tendero: silencio y silencio.
Luis Gerpe (que confirmaba alternativa): vuelta al ruedo y vuelta al ruedo.
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO